capítulo 16

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Roxelana y Cedric paseaban por el jardín a como había ordenado el rey desde hace semanas, la joven iba escuchando atenta las historias del príncipe heredero, ambos soltaban a reír de una manera poco común.

—Pobre Catherine, aún sigue molesta por eso—dijo riendo el oji azul.—espero nuestros hijos sean iguales—Roxelana se sonrojo al escuchar aquéllo.

—Si —aparto su mirada— me tengo que retirar, tengo que ayudar a la reina—hizo una pequeña reverencia.

—Te acompañó, quiero ayudar—le sonrió y tomo su brazo causando que Roxelana sintiera escalofríos.




Al llegar al salón la reina sonrió hacía ambos, les indicó lo faltante por arreglar, la boda sería en menos de dos semanas y tenían que estar listos para recibir a los invitados.

—Lana querida, tus hermanas y tu madre llegan mañana —Roxelana asintió sin emitir alguna palabra o mueca.—Antes de la cena quiero hablar a solas contigo.

—Claro —le sonrió.










—¿Pasa algo Cedric?— su mejor amigo Lord Andrew lo miró

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¿Pasa algo Cedric?— su mejor amigo Lord Andrew lo miró.

—Ella llega mañana junto a sus padres—Andrew lo miró sin entender.—Julianne.

—¿Fue invitada?

—Su padre el Zar de Rusia me ha dicho que la acepte una vez me case con Roxelana—Andrew alzó una ceja sorprendido.

—¿La aceptarás? No es por ser metido, pero Lady Roxelana es un alma pura y noble y no merece eso—Cedric gruño y se puso de pié.

—Lo se, y se también que Julianne hará hasta lo imposible por meterse con ella.

—No dejes que lo haga, no crees que tiene suficiente con el rechazo de su  país y su madre.

—Lo se, no dejaré que ella se acerque a Roxelana.—murmura.





Al siguiente día dos caravanas llegaban al palacio de los reyes franceses, del primero bajo una hermosa rubia imponente junto a su esposo y madre, del tercero dos rubias más jóvenes que la primera y con semblantes alegres, fueron recibidos por la servidumbre y nobles del palacio, adentró esperaban los reyes, princesas y príncipe. Del otro carruaje bajaron los zar y la zarina de Rusia junto a su hija, esta última miraba con envidia todo.

—Reina Anwen, rey Philip—dijo Ruth—princesas, sean Bienvenidos —dijo la alegre mujer.

—Madre —susurró bajo y con miedo Roxelana—Reina, rey— dijo un poco alto y Philip le dio una enorme sonrisa seguido de un abrazo—hermanas—Lizbeth y Astrid la abrazaron olvidando todo el protocolo. Luego recibieron a los zares de Rusia.

—Se ve hermosa lady Julianne—dijo Ruth causando que la joven sonriera altanera hacía Roxelana quién se encogió en su asiento al ver a la joven

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—Se ve hermosa lady Julianne—dijo Ruth causando que la joven sonriera altanera hacía Roxelana quién se encogió en su asiento al ver a la joven.

—Príncipe Cedric—dijo con voz seductora y luego vio  con desagrado a Roxelana —Roxelana.

—Es princesa para ti—dijo Sophia haciendo que Roxelana y Cedric sonrieran.

—Se han preparado sus aposentos, las señoritas los llevarán para que descansen, nosotros tenemos asuntos que arreglar todavía—dijo el Rey de Francia, Cedric tomo del brazo de Roxelana.






—Se han preparado sus aposentos, las señoritas los llevarán para que descansen, nosotros tenemos asuntos que arreglar todavía—dijo el Rey de Francia, Cedric tomo del brazo de Roxelana

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—Siento lo de Lady Julianne—dijo Cedric una ves estuvieron en el jardín.

—Me he acostumbrado a eso—susurró yendo hacía la banca que estaba en la hermosa fuente.

—He ahí el problema, no tienen el derecho a tratarte así —se sentó a su lado.

—No, pero nada los hará cambiar de opinión—suspiró —siempre fui vista como un monstruo, aún cuándo nadie me vio jamás.

—Aquí ya no más —tomó su mano cosa que hizo sonrojar a Roxelana —una vez ambos seamos Reyes nadie te dirá una ofensa, nunca.

—Gracias —susurró sonrojada y dejo un beso en su mejilla para luego ponerse de pié —tengo que ir a ver a mis hermanas.




—Si que es guapo—dijo Lizbeth

—¿Como estas?—dijo Astrid ignorando a Lizbeth.

—Me he sentido bien aquí, todos me tratan bien, son amables —sonrió

—Me alegro que al fin seas feliz—la abrazó y se les unió Lizbeth.

—Yo quiero—gritó Catherine corriendo hacía ellas para unirse al abrazo.

—Por Dios Catherine comportate.—dijo Sophia y todas rieron.

—¿Vamos al jardín a tomar te?—dijo Catherine y las tres asintieron.






















—¿Vamos al jardín a tomar te?—dijo Catherine y las tres asintieron

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Siento un odio por Julianne😂😂

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La Última Rosa©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora