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Cuando despertó, se encontró con un castaño que la veía detenidamente. ¿Tendría algo en su rostro? ¿qué diablos estaba viendo?.
—Ya era hora, tenía que comprobar que Steve no estaba alucinando— dijo Tony, que mordía una rosquilla.
—¿Qué haces aquí, Tony?— Preguntó Nat— habrán muchas más cosas interesantes que hacer, que solo verme dormir.
—Claro que estoy aquí porque me importas, Romanoff— dijo ofendido— y porque estás siendo una idiota alejando a Rogers. Ya está, lo dije.
Natasha solo se limitó a verlo y escuchar lo que tenía que decirle.
—Él estuvo aquí mismo cada uno de los días de estos tres largos meses— suspiró— No se si hayas visto su estado deplorable, si sale con un vaso, la gente le arrojará monedas en el... pero bueno... prefirió estar aquí, a descansar, comer o hacer algo con esa barba de indigente.
—Y bueno, tuvo que dividirse entre estar aquí y con los trillizos— dió otro mordisco a su rosquila y continuó— Pepper, Wanda y yo nos hicimos cargo principalmente de cuidar a las arañitas... no me veas así, soy un buen padre, puedo ser un niñero genial, aunque me temo que será difícil explicarle a Morgan que los trillizos no son nuestros— se rascó la barbilla y se acomodó en su asiento.
—Y ya que me estás dejando explayarme, te diré que heriste a nuestro Cap en lo más profundo. El jamás te hubiera dejado ir... nunca hubiera considerado lo que le sugerían los médicos.
Cuando la vió llorar, se levantó asustado. Romanoff nunca lloraba... ¿La había quebrado?. Demonios, Steve le patearía el trasero.
—Tranquila Romanoff, eh... tienes que mantener la calma— intentó distraerla— un rato más Pepper y Wanda traerán a los trillizos para que los conozcas— al verla calmarse un poco siguió hablando de los niños, parecía funcionar— como Steve no estaba seguro de los nombres que elegirías para las arañitas, los hemos llamado pelirroja, pelirrojita y mini cap.
—Son pésimos para nombrar niños, ¿lo sabían?.
—Si, si... pero ya te veré apañándotelas con los tres y no saber cuál es cuál y alimentar dos veces al mismo— dijo cansado, rodando los ojos— No es que me haya pasado a mi, claro...
—Todavía no entiendo porque Steve te dejó acercarte a ellos, pensé que sería más sobreprotector.
—Y lo fue— Bufó— Todo el tiempo quería reportes, videos, fotos... casi pedía audios de sus eructos para asegurarse de que los levantábamos para sacarles el aire. Ese hombre tuyo es un controlador, te lo digo yo.
—Gracias Tony, de verdad...
—Tu cuidarías a Morgan si algo me sucediera, no es nada Nat... solo un padre ayudando a otro.
—De igual forma, siempre estaré agradecida... y creo que te quiero un poco más.
—Ahi está mi pago, oh y con asegurarme de que no me matarás cuando veas que... olvídalo, ¿porque no nos centramos en las cosas buenas?.
—¿Que has hecho, Anthony Stark?.
—¿Por qué debo ser yo el que mete la pata siempre?— preguntó con una mano en el pecho.
—Eso me lo pregunto también.
—Bueno y... ¿pensaste en lo que te dije sobre Steve?.
—No estaba pensando claramente... fui una tonta.
—Puedo llamarle... está aquí afuera, haciendo guardia— comentó— sabía que no querías verlo y aún así tenía que estar cuidándote aunque fuera a escondidas.
—Puedes pedirle que venga, por favor?.
—Claro— le guiño un ojo—Se buena y dale unos buenos besos.
Nat rió y lo corrió con un ademán. Se acomodó el cabello lo mejor que pudo al no tener un espejo cerca. Alisó su bata e intentó poner las sábanas en su lugar.
Cuando lo vió entrar, sintió sus ojos aguarse. El día anterior no se había detenido a verlo bien y cómo había dicho Stark, se veía agotado y algo descuidado. Odiaba ser la causa de su desgaste.
—¿Puedes acercarte?— se movió un poco para hacerle espacio en la cama y palmeó el lugar donde quería que se sentara, muy cerca de ella.
Steve obedeció y se colocó donde le pidió la pelirroja. Ella tomó su mano para llevarla hasta sus labios.
—Perdóname, Steve...—comenzó con los ojos muy brillantes— ayer estaba muy abrumada, yo pensaba que...
—Nunca lo haría, Nat... eres tan importante para mi que no soportaría perderte.
Natasha se acercó más a él para envolverlo en un abrazo y después tomar su rostro entre sus palmas.
—No importa lo que diga Stark, me gusta tu nueva apariencia— dijo acortando la poca distancia entre ellos, para unir sus labios.
—Nunca te dejaré ir, Nat...— susurró contra los labios de la pelirroja.
Un par de golpes en la puerta rompieron con la atmósfera, para dar paso a Pepper, Wanda y Bucky que entraron con un bulto en brazos cada quien. El corazón de Nat se agitó al tener cerca por fin a sus pequeños, parecía que había pasado una eternidad para poder tocarlos.
—Llegaron tus bebés, Nat— dijo Wanda, siendo la primera en acercarse para poner una almohada sobre el regazo de Nat y colocar en uno de los brazos de Nat a la pequeña— Ella es pelirojita... culpa a Tony por sus brillantes sobrenombres.
—Este es mini cap— Dijo Bucky, dejando al niño en el brazo libre de Nat.
—Y está preciosura es pelirroja— Pepper puso a la niña en los brazos de su padre, para que esté la acercara a su madre.
—Son preciosos, más que eso.. son perfectos— Dijo Nat a Steve, con los ojos llenos de lágrimas, luego levantó la vista para ver a sus amigos— Les agradezco tanto el haber cuidado de nuestros hijos, no tengo palabras suficientes para agradecerles el mantener con bien a estos pequeños.
—Es un placer cuidarlos...— Pepper tocó la cabecita de Mini Cap y le sonrió a sus padres.
—Iremos a comer para darles tiempo a solas... aquí les dejamos lo necesario para alimentarlos y cambiarlos— Dijo Wanda dejando una pañalera sobre el sofá antes de salir seguida de Bucky y Pepper.
—Gracias Steve... nunca imaginé que podría llegar el momento en que sostuviera un hijo mío entre mis brazos... menos la idea de tener tres— Dijo Natasha bajando la vista para ver a sus hijos sobre su regazo— Y todo es gracias a ti, no habría en este ni en ningún otro mundo un padre tan perfecto para nuestros hijos, que tú.
Steve se inclinó un poco para acortar la distancia y besar la sien de Nat. Tal vez el cómo llegaron hasta ese momento había sido poco o nada ortodoxo, pero estaba más que agradecido por tener esa familia...
FIN
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Jajajaaa ok no, no es el fin... 😂 pero bueno ya se arreglaron estos dos amigos.
Continuará..
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Incondicional
Romance❋❋❋COMPLETA❋❋❋ Cuando los 40 tocaban a la puerta de Natasha Romanoff, supo que era el momento para ser madre... y su mejor amigo estaba dispuesto a ayudarle, incluso en el primer paso del proceso: Crear a la criatura.