capítulo 67 Ares y Atenea I

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Crónicas del Campamento Mestizo pertenece a Rick Riordan.

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67: Ares y Atenea I

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Los hermanos Carrow y Burke, tres Mortífagos, los cuales fueron enviados a una trampa, por el Ministro de Magia, cuando creyeron que Potter no tenía conocimiento de que ellos eran justamente Mortífagos y que solo fueron contratados para dar clases, pero no fue así, pues fueron desarmados por Luna Lovegood y Mary Potter, para luego ser apresados por Neville Longbottom y Hannah Abbott.

―Buen trabajo, chicos ―felicitó una sonriente Luna, ante la mirada incrédula de McGonagall ―Tenemos a los que se infiltraron en el castillo. Quizás podríamos ponerlos en la primera línea de defensa.

― ¡Luna! ―se quejaron Mary, Neville y Hannah, pero la rubia solo se encogió de hombros.

―Bien chicos... el año pasado, mi hermano y yo, destruimos un Armario Evanescente y aunque ellos, pudieron reconstruir otro, no pudieron usarlo, al no existir un modo de salir ―dijo Mary, antes de comenzar a murmurar ― "Debemos de proteger el castillo y, quizás mi idea no sea la mejor, pero..." ―rápidamente, la chica fue hacía la Sala de Menesteres, mientras que varios alumnos de Hufflepuff y todo aquel que fuera bueno en Herbología, se encargaba de plantar plantas cuyas raíces, actuarían como tentáculos, contra todos los que tuvieran malas intenciones.

Minerva, usó el hechizo Piertotum Locomotor, para hacer que las estatuas y armaduras, cobraran vida y defendieran el castillo.

Flitwick activó el Protego Totalum y luego el Protego Horriblis, colocando un campo de protección alrededor del colegio.

Una caja surgió de entre las llamas y Mary se acercó, la abrió junto a Luna, con el Cistem Aperio y de la caja, salieron 7 ballestas gigantes y automatizadas, listas para atacar a todo aquel que tuviera malas intenciones, según un papel que había en el fondo de la caja, Mary sonrió ―Un obsequio de Hefesto.

―Señorita Potter ―dijo Minerva llegando hasta donde estaba la chica, mientras veía a la Potter, organizar las ballestas en posiciones estratégicas ―Supongo, que contamos con... digamos... ayuda divina, ¿no es así? ―mencionó ella, al recordar aquella conversación de Dumbledore, sobre la existencia de los dioses.

―Exacto, profesora ―dijo Mary con una sonrisa ―Harry... digamos que se lleva muy bien, con sus otros hermanos. Si usted viera las armas creadas por Hefesto, para nosotros.

―Ya veo, bien. Los alumnos de primer y segundo año, han sido enviados a una habitación de seguridad, en las mazmorras ―informó Minerva ―Algunos de sus compañeros del Ejercito de Hécate y otros alumnos, han ido a proteger distintos puntos del colegio, ¿Qué me recomienda?

―No soy una hija de Atenea, no soy una... gran estratega, solo soy el símbolo que los demás seguirán, porque este es mi destino, profesora McGonagall ―dijo Mary ―Nosotros contamos con algo que ellos no: Un símbolo de esperanza, ustedes cuentan conmigo, contamos con que sabemos que vendrán y podremos diezmar su ejército, siempre y cuando podamos atacarlos con todo y hacer mella. Harry vendrá, una vez que la batalla contra los Titanes, acabe en Nueva York ―Minerva tembló levemente, al escuchar tales palabras ―Hermione y yo, tenemos un amplio entrenamiento en artes marciales, yo en griegas y ella en nórdicas, tenemos armaduras.

Hermione sonrió, al tiempo que llegaba armada con una espada y su varita ―Así que... ¿somos nosotras tres, las que enfrentaremos a las criaturas mágicas, mientras los demás se dan duro con los Mortífagos?

Harry y Mary: Héroes de dos mundos[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora