Harry y Mary: Héroes de dos mundos[Terminada]

capítulo 53 Ollivander

Harry Potter pertenece a JK Rowling

Las Crónicas del Campamento Mestizo pertenecen a Rick Riordan.

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53: Ollivander

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―Gracias, Lord Black ―dijo un sonriente Neville, el cual sonreía divertido, tras ser curado por su amigo, pues había estado practicando muchos hechizos, los últimos meses, al haber estado usando, por casi cinco meses la varita de su padre y no una propia ―Tengo una nueva varita y es gracias a tu madre, Harry.

―Y se ha estado preparando para el nuevo año, ha estado entrenando magia, muy a consciencia, comenzando desde lo más simple a lo más complejo ―dijo su abuela Augusta sonriente ―Ha estado en el extranjero, es una... trampa inocente, si se desea entrenar, pues las varitas están registradas por el Ministerio de Magia Ingles, así que solo son culpados de hacer magia en suelo ingles.

―Por cierto, Neville ―dijo Harry, quien se veía cansado, muy cansado. Neville lograba ver los gestos casi esquizofrénicos en el rostro de su amigo, quien trataba de no caerse dormido, pasando la mano por la cara, una y otra vez, intentando no dormirse ―Necesito... que me acompañes a mi clínica ―pidió el pelinegro. Unos extrañados Longbottom, lo vieron abrir un armario, el cual era en realidad un portal, el cual se conectaba con la oficina principal de Harry, los tres pasaron, salieron de la oficina y caminaron por varios metros ―Mi padre, me consiguió este edificio, lo remodelé gracias a la magia de los duendes de Gringotts y a mi nombre de Lord Black. Además de convertirlo oficialmente en mi Hospital ―Harry abrió una puerta de la oficina y comenzando a pasar por muchos pasillos, subiendo y bajando escaleras, mientras se veían copias de Harry, pero decidieron no preguntar. No por ahora. Finalmente, llegar a "la sala de descanso #34", mientras Harry sonreía y abría la puerta, Neville y Augusta pasaron y sus ojos se abrieron a más no poder. Frank y Alice, conversaban entre ellos, mientras terminaban de arreglarse y les era perfectamente comprensible y se veían sanos. ¡Totalmente sanos y cuerdos!, Neville tropezó y ambos le miraron, mientras sonreían, acercándose a los recién llegados y abrazando a su hijo.

―Gracias por haberlo criado, Mamá ―dijo Frank sonriente.

―Intenté inculcarle el valor Gryffindor, Frank ―dijo Augusta seriamente, pero estaba muy asombrada, para luego mostrarse algo cansada e incluso, rendida ―Al final... comprendí que, él tenía su forma de ser.

― ¿Cómo lograste devolverles su cordura? ―preguntó Neville en un hilo de voz y muy feliz, se notaba por las lagrimas que comenzaban a bajar por sus ojos, Harry sonrió un poco y movió su mano, en ella apareció un libro, el cual Neville agarró y alzó una ceja― "¿Secretos de las Artes Más Oscuras?" ―preguntó en un hilo de voz y Harry asintió sonriente y triunfante.

―No solo habla de hechizos tales como el Horrocrux, también habla de las Maldiciones Imperdonables y otras muchas Maldiciones o Hechizos Oscuros ―dijo Harry, intentando no mirar a la pareja del fondo, quienes lo escuchaban claramente ―El... El Cruciatus... ataca el núcleo mágico y también, en menor medida, el cerebro. Pero... no bastaría, con curar su núcleo, además de que no es fácil. Tengo suerte, de que mi madre sea tan... cariñosa y sobreprotectora, aunque no es una fabricante de varitas certificada, ella misma creó mi varita, por consecuencia...

― ¡¿Su varita no está registrada, Señor Mann?! ―preguntó una asombrada Alice.

―Así es, Alice... Señora Longbottom ―corrigió Harry ―Estudié todo lo que pude de la maldición Cruciatus y encontré algo interesante. No solo en las Maldiciones Imperdonables, sino algo que... se nos dijo el primer día de Transformaciones ―Neville se le quedó mirando, interesando― «Tengan el deseo de que el cambio sea realizado» ―Citó a la profesora McGonagall ―Me llevé casi todas las vacaciones en este hechizo... ―ante tales palabras, Neville abrazó al Slytherin, quien también lo abrazó.