The Last Coffee - Camren [Traducción]

Coffee Poetry

- Un mes después -

Point of view Lauren

- Más a la izquierda. – Le dije a Vero, que estaba pegando un cuadro en la pared. Hizo tirar un poco el marco hacia el lado dicho. – ¡Eso! Ahora un poco más a la derecha. – Vero bufo, pero lo hizo. – Ahora, un poco más arriba.

- Lauren, vas a tomar tu...

- Wow, mujer embarazada de un niño que ya oye pasando. – Lucy entró en el lugar y nos robó risas. – Ah, eso está torcido, Vero. – Dijo Lucy mirando y apuntando al cuadro.

- ¡YO LO DIJE! – exclamei. Lucy y yo golpeamos "High Five". Veo dio vuelta los ojos y después de arreglar el cuadro, bajó de la escalera.

- Ustedes juntas son insoportables. -Gruño.

- Sigue siendo grosera y dormirás en el sofá por esta noche. - Lucy cruzó los brazos, apoyándolos sobre su enorme panza y yo quise reírme de la situación, pero como no quería que me golpeara, me tragué esa risa. Me reiría de eso cuando estuviera sola.

- Como no pensamos en eso, ¿no? Camila es realmente una Genia. -Comenté al sentarme en el sofá. Vero y Lucy se sentaron a mi lado y así contemplamos nuestra obra.

- No veo la hora de inaugurar. - Vero dijo sonriente, sus ojos brillaban.

- Ally puso la inauguración en el periódico, anunciando fecha y todo. Comentó Lucy. Me levanté y pasé los ojos por toda la extensión de aquel lugar. El orgullo era lo que más sentía en ese momento.

Había pasado un mes y después de que Camila tuvo esa brillante idea, mi vida, la de Camila, Vero, Normani y Lucy habían cambiado. Al despedirme de la literatura, cambié la pluma por martillos y clavos. Al salir de su oficina, cambió su ropa social por un overol y una maleta de herramientas. Normani dejó la editorial y se unió a nosotros con su fuerza en los brazos y su gran habilidad con la electricidad. Contamos también con la ayuda de Alejandro y su talento con vidrios. Lucy continuó siendo arquitecta y Camila su ayudante. Pasamos noches y noches más en claro. Cortamos madera, pintamos paredes, refinamos instalaciones eléctricas. Y ahora, con las manos un poco callosas, ásperas y magulladas, mirábamos nuestra obra de arte lista. Cada estante, cada mesa, cada silla, cada detalle, todo allí tenía nuestro sudor, nuestro esfuerzo y después de tanto trabajo, nuestra cafetería estaba lista. Hicimos un ambiente acogedor y muy acogedor. En las mesas, la brillante idea vino de Camila. Hicimos recortes de poemas y los pegamos sobre la tapa, sellando con una capa de vidrio. Cada mesa tenía poemas de un autor diferente. Incluso yo entré en una de esas mesas. El resto de la ambientación Lucy y Camila trabajaron juntas, pusimos estantes con libros, revistas y un enorme mural para que quien estuviera allí y tuviera la idea de un poema pudiera ir allí y escribir. A pesar del trabajo, del cansancio y de las noches perdidas de sueño, era bastante emocionante ver todo concretado.

- "Coffee Poetry, mezclando café con poesía.". - Recitó Lucy el enunciado de la columna que hablaba sobre nuestra cafetería.

- Apuesto a que fue Camila quien escribió esto. - Vero habló y yo estuve de acuerdo.

- Y hablando de Camila, ¿dónde está ella, Lucy? - Le pregunté mirando a la embarazada sentada en el sofá. – Recuerdo que dijo que saldría contigo hoy. - Añadí.

- Y ella salió, Laur. – Lucy dijo. – Salimos a cambiar unas alfombras que no le gustaban, después de eso volvimos al apartamento de ustedes, ella finalizó su decoración y fue a casa de su madre, pues las dos irían a una cita, juntas. – Me explico.

- ¿No deberías ir también?- preguntó Vero.

- No. Ella es la nutricionista, Camila me dejó.