The Last Coffee - Camren [Traducción]

It's burning me like an ember

Point of view Camila

- Dejé la bañera llena de agua caliente. - Se lo dije mientras veía a Lauren subir las escaleras corriendo, envuelta en la toalla, buscando calentarse del frío. - Báñate tranquilamente, voy a poner agua a hervir y te traeré ropa para cambiarte.

- ¡Sí señora! - Ella gritó desde arriba, seguramente desde el baño.

Fui a la cocina y busqué en los armarios trapos de piso para secar las huellas mojadas de nuestra entrada. Y después de encontrar los trapos tan buscados, seque la sala, la escalera y la entrada del baño. La puerta estaba arrimada, desde fuera era posible oír a Lauren tarareando algo que no pude identificar lo que era, sólo tuve fuerzas para sentirme derretida por su timbre ronco, que era aún más hermoso cuando ella cantaba.

Después de poner agua a hervir y preparar todo para hacer café, de nuevo me subí, tenía que separar la ropa seca a Lauren para vestir.

- Baby, tu ropa está sobre la cama, ¿de acuerdo? - Dije en voz alta, parada frente a la puerta del baño.

- Camz, tráemelo, si voy a vestirme a la habitación, lo mojaré todo.

Tragué seco y sentí que todo mi cuerpo se endurecía. Fui a la habitación y tomé la pequeña pila de ropa. Poco después, fui abriendo lentamente la puerta del baño, hasta que entré totalmente.

- Voy a dejar aquí encima del armario. - Hable. No quería mirar hacia Lauren, mis latidos estaban descompuestos.

- Bien, Camz. Pásame esa toalla, por favor. - Ella pidió, refiriéndose a la toalla seca que estaba doblada al lado de la ropa que yo acababa de poner allí. En ese instante, ella se levantó de la bañera y pude oír el sonido del agua cayendo de su cuerpo. Cielos... Tomé la toalla lentamente y me tragué toda mi inconstancia en seco, como migajas de pan viejo. Cuando me di la vuelta para entregar la toalla en sus manos, todo mi cuerpo flaqueó, sentí mis piernas dormirse. Mis ojos tomaron vida propia y analizaron su cuerpo de arriba abajo, yo sólo estaba segura de que había entregado la toalla, porque pronto su cuerpo fue tapado por el algodón blanco y peludo.

"¡Cielos, Camila, deja de pensar en eso!" La voz de mi conciencia gritaba en mi pensamiento. Yo estaba apoyada en el fregadero, sosteniendo un paquete de fideos, las especias me estaban esperando, pero mis pensamientos no me dejaban hacer la cena en paz. Lauren estaba dormida. Después del baño y de haber desayunado, el cansancio la venció, haciéndola dormir en mi regazo. Me quedé un rato acariciando sus cabellos y cuando vi que había entrado en sueño profundo, me arrastré cuidadosamente y salí de la cama, la cubrí y apagué las luces. Fue en ese momento que decidí de golpe hacer una cena especial para nosotras, pero como mis dotes culinarios no eran muy extensas, decidí hacer una lasaña, que acompañada de un buen vino me iría muy bien.

Todavía llovía afuera, el frío parecía aumentar gradualmente, y aunque usaba todos los trucos posibles e imposibles para no pensar y volver a cocinar, esas curvas invadían mis pensamientos y me hacían temblar por completo. Estaba acostumbrada a creer que mi única perdición eran esos ojos verdes penetrantes, pero justo después de nuestro primer beso, me di cuenta de que aún no era la mecha, ni el comienzo de uno.

No podía mover ni un músculo, mi cuerpo estaba trabado y mis ojos buscaban atentamente reparar en cada movimiento que la mujer hacía con la toalla por su piel, secando la misma. Nos miramos profundamente durante unos pocos segundos interminables. En ese contacto visual, sentí la inocencia de mis pensamientos desvanecerse como el agua que salía de sus cabellos húmedos, sentí un calor descomunal, era como si las llamas del infierno estuvieran ascendiendo en mi vientre. Dios, ¿qué es eso?