Camila...

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Canción del capítulo: Daddy issues - The Neighbourhood

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Point of view Lauren

- Lauren, creo que ya puedes irte.

Lucy dijo esas palabras mágicas sin mirarme, permaneciendo concentrada en cerrar la caja.

- Tus palabras suenan como música para mis oídos... – lloriqueé, en un murmuro cansado.

Yo estaba apoyada en el mostrador; mi cuerpo pesaba toneladas, mis párpados aún más. Había pasado la noche en vela con Camila, y el día en la cafetería había sido intenso. Cada parpadeo mío, era un sueño.

- Chicos, ¿qué le pasa a Lauren? - Dinah entró gritando, dándome un gran susto. - Incluso un ciego estaciona mejor que eso.

Quise reírme, pero mi cansancio no me lo permitió.

- Estoy muerta... - Levanté mi cara para hablar; mis ojos apretados, estaban casi cerrándose totalmente.

- ¡Jesús, mujer! ¡Vete a dormir, estás horrible! - Ella exclamó, haciendo una mueca.

- ¿Qué estuviste haciendo toda la noche, Lauren? - Preguntó Lucy inocente.

Dinah y yo tuvimos la misma reacción, terminamos exhibiendo la misma sonrisa cabrona.

- ¿Toda la noche? – Me miró, pasmada. – Qué envidia... – Ella lo soltó, y miró a Verónica con desdén; vio al mismo tiempo a su esposa con sangre en los ojos.

- Me voy antes de que esto se convierta en casos de familia. – Me puse de pie. – Un beso para ustedes y por favor, no me esperen mañana, no tengo físico para eso.

- Mañana es tu día libre, Lauren. - Lucy me recordó.

- Me había olvidado. – Dije. – ¡Me voy!

Seguí a casa mirando fijamente para poder ver; estacioné el auto de todos modos y subí. Cuando abrí la puerta, mis ojos golpearon el sofá y... ¡fue amor a primera vista! Cerré la puerta, y después de prácticamente correr hasta el sofá, me lancé sobre él, dejando mi cuerpo agotado descansar en el tapizado suave.

(...)

Me desperté medio mareada, sin saber dónde estaba; después de encontrar mi teléfono tanteando el tapizado, descubrí que ya estaba casi por la mañana. El agotamiento del día entero en la cafetería, me había noqueado cruelmente, tanto que tardé siglos en asimilar que estaba en el sofá de mi casa.

- ¡Oh, mierda! - Murmuraba casi alto, dando un salto desde el sofá.

Yo había dejado a mi latina dormir sola; ella seguramente estaría furiosa cuando despertara.

Corrí al cuarto, siguiendo el pasillo oscuro; tropezando en mi propio pasas.

Al llegar al picaporte, respiré hondo, rezando para que cuando la puerta fuera abierta, me topara con la latina durmiendo. Soltando la respiración, giré el objeto de inox, y empujé la puerta suavemente. Viendo que la luz anaranjada de la lámpara iluminaba parcialmente el local, mi corazón se disparó; sentada en la cama, recostada en la cabecera, Camila sostenía un libro en sus manos, parecía bastante atenta en la lectura. Llevando un suéter de satén blanco, la latina tenía el pelo suelto, cayendo todo hacia el lado derecho, bañando su hombro con los hilos. Aquella prenda de ropa quedaba extremadamente sensual en su cuerpo; resaltaba su panza acentuada, que para mí era la cosa más bella jamás vista por mí; y permitía que sus muslos gruesos quedasen bien a la vista.

The Last Coffee - Camren [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora