Capítulo 5

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💚💚"Sigue Sin Mi"💚💚 (Zabdiel De Jesús y Tú)

Capitulo 5:

Cuenta Zabdiel:
Ahí estaba otra vez esa chica. Cuando menos lo esperaba, en realidad cuando ni siquiera podía imaginarlo, ella terminó en mis brazos.
Podía sentir como todo su cuerpo se tensó por la verguenza, y ni hablar de sus mejillas, estaban rojas, rojas por completo.

Tenía algo especial. Pero no podía terminar de entender qué era eso.

Ella se tomó de la mesa con fuerza y se levantó; sé que estaba pasando por una de las situaciones más humillantes de su vida, y por algún momento, quería ayudarla a pasar el mal momento.

Xxx: Yo... perdón, de verdad no fue mi intención.
Zabdiel: No pasa nada, fue un accidente.
???: ¿___(Tn)?

La chica dió media vuelta y miró al joven que se acercaba con unas hojas en sus manos, y que aparentemente era el dueño del lugar o algo por el estilo.

Ahí supe su nombre, por cómo él la llamó.

___(Tn): Si, perdón, yo.. ya estaba yendo hacia el mostrador para...
???: Andá para la oficina, por favor.
___(Tn): ¿Por qué? Si el día a penas comienza...
???: No quiero tener que decirte esto delante de todo el mundo.
___(Tn): Entiendo.

La gente al rededor de nosotros no dejaba de mirar la situación, porque aparentemente nunca habían visto algo como eso en sus aburridas vidas.

___(Tn), porque ahora sabía su nombre, juntó toda la dignidad que le quedaba, se quitó los patines, y caminó en medias hacia la puerta que estaba detrás del mostrador.

Supe a penas ví su rostro que estaba en serios problemas, y eso significaba perder el trabajo.

Me había quedado mirando la puerta por la que ella cruzó, olvidando por completo a mi hermana, quien para hacerse notar chasqueó sus dedos delante de mi cara.

Giré la cabeza y le dediqué mi atención.

Zabdiel: ¿Qué?
Luli: Que ya pasó todo, podemos hablar como te pedí?
Zabdiel: Si, pero es que...
Luli: ¿En qué te quedaste pensando ahora, eh? Sos increíble, no cambiás más, vivís en las nubes, Zabdiel.
Zabdiel: Bueno bueno, no me hables así tampoco.
Luli: No me dijiste en qué te quedaste pensando.
Zabdiel: Nada, no importa.
Luli: Bien, veo que no querés contarle a tu hermana la pequeña, verdad?
Zabdiel: No empieces Ludmila. ¿De qué querés hablarme?
Luli: De la tenencia de Tomás.
Zabdiel: ¿Perdón?
Luli: Papá quiere que él viva con nosotros.
Zabdiel: Tiene que ser una broma.
Luli: No, no lo es.
Zabdiel: Bueno, en ese caso no me interesa, porque mi hijo se queda conmigo y eso no se discute.
Luli: Pero Zabdiel...
Zabdiel: Dije que eso no se discute.

Me levanté sin pensarlo ni siquiera una vez y caminé hacia la salida a grandes pasos. No me puse a pensar en que estaba dejando sola a mi hermana menor, y eso es decir mucho sobre lo enojado que estaba.

No podía creer que mi papá fuera capaz siquiera de pensar en algo como eso. No era posible que pensara en quitarme a mi hijo, que era lo único que me mantenía de pie; porque seamos sinceros, si yo no hubiera tenido ese hijo con Allegra, me hubiera dejado morir al lado de ella hacia un año atrás.

Para empeorar mi situación, unas gotas de agua gruesas comenzaron a caer del cielo. Avancé hacia el auto, abrí la puerta y me senté al volante; luego me cubrí la cara con las manos y solté un suspiro.

Quizá, volver a Argentina fue un error más de los tantos que cometí en mi vida.

Cuenta ___(Tn):
No podía terminar de creer lo que me acababa de pasar. Las cosas simplemente sucedieron demasiado rápido, y me sentía fracasada por lo poco que me había durado el nuevo trabajo.

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