Cuelgo la última llamada insistente de mi padre. Todavía no le he contestado, tampoco quiero hacerlo, no le daré el gusto; sé a lo que se propone y definitivamente ya estoy cansado de sus altibajos, de sus advertencias para amedrentarme. Toda la noche no había reconciliado el sueño, pues aquel momento se tornó muy conciliador, conversando de tantas cosas que para ser sincero me hicieron sentir en ese momento tranquilo, contento, compartiendo y reviviendo esos momentos que una vez nos arrebataron de las manos, pero a pesar de todo me ayudaron a olvidar en ese instante tantos problemas, inquietudes, tristezas y miedos que ahora me rodean y que me he acostumbrado a tenerlos de compañía por tanto tiempo. Pero desde el momento en que tuve a ese ser en frente de mi, aquel día que nos vimos, fue como si todo hubiera quedado atrás, tanto que ya ni me importa volver a esa vida que dejé en un rincón de Europa; como si en realidad nunca estuve allá y su mirada me lo confirma todo el tiempo, me recuerda que siempre estuve en casa y que estaré en el lugar que pertenezco.Sin embargo mi regreso no se ha vuelto fácil. Desde la primera vez que discutimos, sentí el miedo de no obtener esa esencia que nos acompañaba desde pequeños —esa fuerza que me hace sentir vivo otra vez—, que me dijera que ya todo sería como antes, pero ahí está, no todo es color de rosas. Los miedos volvieron a atacar nuevamente, las dudas y los resentimientos se fueron en contra de nosotros y ella, fue afectada con todo esto.
Por más que pensé que al llegar iba a tener un poco de paz, estaba equibocado. Todo llegó demasiado lejos, mi padre llegó demasiado lejos, y lo peor, que esto termine destrozándola, lastimándola aún más y no lo soportaría.
Su suave respiración acariciando el lado de mi hombro me distrae por completo. Aquella conversación, a pesar de que fue encantadora, terminó agotandonos ya que concluimos muy tarde de la noche y el sueño no nos daba tregua. Estaba ya cansada de tanto reír y reír sin sesar de tantas travesuras cuando niños que habíamos sacado a relucir, y sin querer levantarse —ya que se negaba y se negaba constantemente para llevarla hasta su cuarto, después de no insistir más— tuve que aceptar su petición de quedarse un rato más pero terminó engañándome y cayó completamente dormida. Aunque no lo puedo negar que verla así, tan tranquila, tan dulce y tenerla tan cerca de mi, me gusta.
Y de pensar que luego de este hermoso momento ya no tengamos otro similar más adelante me frustra.
Miro hacia su dirección, acomodandome para estar de frente a su esbelto cuerpo y me quedo así por un rato, observándola, analizando cada movimiento que genera su rostro estando dormida, pero por cada minuto que pasa me va hipnotizando más y más, abriendo el apetito de tenerla aún más cerca de lo que se encuentra ahora, eliminar esas barreras que por ahora las sabanas nos alejan y cobijarla en mis brazos, ser todo lo que ella necesite.
Despacio me levanto de la cama en dirección al cuarto de baño. Terminando de entrar me detengo frente al espejo y empiezo a analizar mi aspecto por un rato. Mi cabello cubre una parte de mi rostro y lo echo hacia atrás; mientras lo hago encuentro pequeñas ojeras, mis ojos estan dilatados por la pérdida de sueño. Así me quedo por varios minutos.
Mientras veo fijamente mi reflejo en el espejo, vuelven los recuerdos de los últimos días que viví en Madrid antes de venir; las discusiones que tuve con mi padre porque no quería que estuviera en este lugar, mi madre tratando de hacerlo caer en razón pero él de igual forma no lo aceptaba, aún no lo acepta. Pero toda esta situación tuvo su causa... Era mi cargo definido en esa empresa. Nunca consideré mi presencia ahí, nunca apelé a ese derecho porque nunca lo quise, pero mi padre se negaba rotundamente. En el momento en que decidió involucrarme totalmente al mundo empresarial y todo lo que conlleva su patrimonio, hizo todo lo posible por atarme a ese país, pero lo peor es saber que Paula estuvo involucrada en toda esta estupidez, que su familia quería ligarnos solo por puro interés y estupido plan de bienestar político.
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Dulce invierno ©
Teen Fiction"Eres el mejor regalo de este año y de todos los próximos"