AVISO: Este capítulo no tiene una edición previa, es el borrador tal cual. PERDONARME los errores. Estos serán corregidos pronto.
***
–La dependencia emocional es un mal que tiene cura, Caroline, y comienza por el amor propio. Puedes transformar todo eso que sientes por Dean, en aprecio por ti misma.
Asiento ante las palabras de mi terapeuta, pero no presto mucha atención a lo que dice. Me amo a mí misma, ese no es un problema, estoy bien conmigo, con quien estoy mal es con él. Es una maldición.
No me enorgullece estar así, sentirme de esta forma. Es agobiante, me deja sin fuerzas. Es agotador.
Giro en la silla de mi escritorio y observo que ya está por terminar mi hora de almuerzo, en el cual no he comido más que una manzana, por lo que decido poner fin a la consulta telefónica.
–Nos veremos luego, doctora Turner, tengo que volver al trabajo.
–Está bien, Caroline. Espero una respuesta en tu próxima cita.
Cuelgo tras un escueto adiós y miro la comida frente a mí, tengo hambre, pero también tengo mucho asco. Cosa que me preocupa enormemente y hace que mire con ansiedad mi cartera, donde el interior resguarda una prueba de embarazo.
No puedo estar esperando un hijo de Dean, sería el empujón que me haría llegar directo a mi infierno personal. De solo pensarlo me dan escalofríos. Miro a mi compañera Daya, ella irá a comer luego que pase mi hora. Es ahora o nunca, luego no tendré tiempo.
Me levanto de mi silla, tomo mi bolso y salgo hacia la oficina de mi jefa. A estas horas no están ocupadas y me darán la privacidad que quiero. Me meto al baño sin reparar en nada a mi alrededor, busco en mi bolso el test y lo saco con manos temblorosas.
–Dios, por favor no– ruego en un susurro mientras me siento en el retrete y me realizo la prueba.
El corazón me late demasiado rápido en el pecho. Miles de preguntas se juntan en mi cabeza y los ojos se me llenan de lágrimas con anticipación. No, no, por favor no.
¿Qué haría yo con un hijo en una relación tan tóxica? ¿Qué vida le daría yo? Soy un desastre de mujer, me acuesto con mi hermanastro, con mi jefa y con cuantas personas ella así lo desee. Trabajo a tiempo completo y debo estar conectada siempre a la empresa, es mi deber como secretaria ejecutiva de la dueña de todo un emporio, soy parte del cerebro. ¿Cómo podría criar a un niño así? No tendría tiempo para darle y definitivamente su padre sería un idiota.
Eres tan tonta, Caroline. La voz de mi abuela llega a mi cabeza. Tan tonta como tu madre, tengo una descendencia miserable.
Sí, abuela. Ahora lo sé.
Dejo el test sobre el lavamanos y me limpio con la toallas húmedas que siempre tengo en el bolso. Mientras me pongo las medias y la ajustada falda, ha pasado el tiempo suficiente para mirarla. Me acerco con el terror adueñándose de mis células y me dan arcadas cuando veo el resultado.
Positivo. Jodidamente positivo.
No me da tiempo a derrumbarme porque escucho voces afuera. Sin importarme nada abro la puerta sorprendiendo a Diamond y a Ethan. La primera pasa de mirarme con asombro a hacerlo con preocupación. Debo de parecer un fantasma justo ahora.
–Care– susurra ella y se acerca. Se me escapa un sollozo y Di se tensa –Ethan, déjanos a solas.
Su recién estrenado amante y asistente personal accede sin decir una palabra, y sale de la oficina. Y lo
agradezco, justo ahora quiero la Diamond que es mi amiga, no mi jefa ni mi Dominatriz.

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Yes, Sir (+18)
RomanceFue ver sus ojos y perderme en ellos. Eran atrayentes, misteriosos y a la vez risueños. Cuando se posaron en mí entendí la magnitud de los hechos: él me había cautivado con una sola mirada, me había hecho rendirme a sus pies. Sabía que él sería el...