Capítulo 6

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BORRADOR SIN EDICIÓN. POR FAVOR PERDONAR LOS ERRORES.

***

Me registro en el club con la inseguridad llenándome el cuerpo. Es probable que esté cometiendo un error pero al mismo tiempo me siento en mi zona de confort. Por años he estado jugando en el Temptation y me siento en casa aquí, aunque suene extraño. Sin embargo, temo encontrarme a Dean entre los salones y caer de nuevo.

Dejo mi ropa en mi locker y quedo en mi tanga únicamente. Nunca me ha intimidado mostrarme tal cual soy, amo mi cuerpo y me encanta mostrarlo. Recojo mi pelo en un coleta dejando que algunos de mis rizos caigan por mi cara. Tomo una profunda respiración y me digo a mí misma que puedo hacer esto por mi cuenta, sin Diamond, sin Dean. Puedo disfrutar de mi sexualidad sola, sin la guía de otra persona.

Me dirijo al salón principal, las imágenes de siempre me reciben: parejas besándose, bebiendo, algunas drogándose a escondidas, teniendo sexo oral, lo normal. Es perverso, pero es magnífico para los que nos gusta. Disfrutar sin inhibiciones.

Tengo una meta fijada para esta noche: no quiero estar con hombres. Es menos complicado estar con una mujer, siempre sabemos lo que queremos, cuándo y cómo. Y esta noche sólo quiero sentir, olvidarme de los dramas románticos por un momento y gozar la velada.

Y tengo una persona en mente que es capaz de cumplir eso y lo más importante: no hace preguntas.

Me dirijo al bar por un trago, le pido al barman una margarita y echo una mirada por todo el salón buscando a Merliah Summers, sí, como la barbie sirena. Ella misma se adjudicó ese seudónimo. La encuentro en la estación de oral, con una larga fila de hombres y mujeres a su disposición.

Me quedo observándola hasta que su mirada se cruza con la mía. Sonríe apenas y de un salto se baja del mostrador, generando protestas en sus fans. La chica es famosa entre nosotros, es hermosa y atrevida. La fantasía sexual de muchos. Con un cuerpo atlético, cabellos dorados con mechas rosadas y sus ojos azules traviesos, vuelve loco a más de uno.

Jugó algunas veces con Diamond, pero ella es un alma libre y no se encadena a un amo. Por eso es la persona correcta para jugar esta noche.

–Pequeña, Line– saluda con una sonrisa coqueta –Tiempo sin verte, bonita.

–Lo mismo digo– miro hacia la estación –Dejaste una estela de enamorados por allá.

Ella mira en la misma dirección que yo, chasquea la lengua y se encoge de hombros.

–Pobre diablos que no tienen suficiente de una– llama al barman –Tráeme un vodka seco, por favor– el muchacho asiente y ella me mira con la cabeza ladeada mientras yo le doy un trago a mi Margarita –Tú eres toda una celebridad aquí también. La favorita de la reina, las que todos quieren tener.

Me río. En algún punto eso me hace sentir orgullosa, pero también me hace sentir insignificante. Para esas personas yo no soy nada más que sexo, y está bien, ellos son lo mismo para mí. Pero a veces uno desea más.

–No lo seré muy pronto. Ya no estoy con Diamond.

Nos quedamos en silencio unos segundos. Merliah toma de su bebida mientras ambas observamos nuestro entretenimiento en común. Docenas de hombres y mujeres dejándose llevar.

–¿Y qué quieres hacer hoy? Tu mirada me estaba invitando y yo he aceptado tu llamado– siento sus dedos tocando sutilmente mi hombro izquierdo.

Sigo sus movimientos con la mirada. Suben hasta mi cuello y se pierden en mi nuca. Merliah sujeta el nacimiento de mi pelo y hace que la mire a los ojos. Busca mi aprobación y se la doy uniendo nuestros labios en un beso lento, cargado erotismo. Su otra mano viaja por mi costado y descansa en mis nalgas. Estruja un poco y en respuesta muerdo su labio inferior.

Yes, Sir  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora