Genial. Es que nada podía salir peor. Había estado saliendo con Taira toda esa semana y descubrí que era una chica muy linda, la pasábamos muy bien juntos y además no tenía novio.
La morena se estaba haciendo cada vez más cercana a mi y le había prometido ir a comprar ropa con ella; pero como suele suceder, Yoongi estaba metiendo la pata. Para rematar, le había dicho que era una cita.
- ¿No me vas a hablar en todo el camino?- le pregunté mientras la seguía por detrás. Ella simplemente caminaba enfadada.
- Ese chico ha dicho que tenían una cita...- farfulló. Un pie delante del otro. Resoplé molesto y le tomé el brazo brusco obviamente sin darme cuenta. Ella me miró y le acaricié la muñeca para hacerle saber que había sido un accidente.
- ¿Estás celosa?- le pregunté divertido. Sus mejillas tomaron un color rojizo mientras se volvía a dar la vuelta.
- Déjame en paz, Jungkook, eres un inútil- soltó. De alguna manera sus palabras no me dolían tanto; me habían dicho inútil tantas veces, que una vez más no me hacía nada.
La diferencia de Taira y Yoongi era que cuando Taira me trataba mal lo hacía con brusquedad, con palabras que- si no fuera yo- podrían dañar severamente a una persona.
Yoongi era más inocente en ese sentido; no se daba cuenta cuando dañaba a alguien, pero Taira lo hacía a propósito, y lo sabía perfectamente. Su insulto más grave en esa semana había sido "vete a la mierda" y claro que me iría, pero con Taira a mi lado.
- Vamos chica- le insistí- no te enojes conmigo, si quieres te compro ese collar de rosas que tanto te gustó el otro día- se dio vuelta inmediatamente para mirarme con ojos brillantes.
- ¿El de veinte billetes?- preguntó fascinada.
- El mismo- le sonreí, abrazándola. Ella se dejó; aromatizada por el dinero que gastaría en su collar y me abrazó de vuelta.
- Jungkook, eres el mejor- dijo fascinada. Pero no lo era realmente; era un bobo que compraba a las personas. Aunque a Yoongi no lo había comprado. Él había decidido que sería su tutor, y no le había dado nada material a cambio.
Aunque me había mandado bien a la mierda y claro que lo tenía merecido; si lo pensaba bien, los caprichos de Taira en la balanza eran más bajos que la necesidad de Yoongi de sacarse buenas notas.
Tenía la necesidad de que alguien le diga que sí puede. De que alguien en vez de decirle que es bello, que tiene un buen trasero que está como para durar por siempre, que además de alabar su físico privilegiado a pesar de no saber usarlo se veía de maravilla; tenía la necesidad de que alguien confíe en él.
¿Lo hacían sus amigos? Todo lo que escuchaba hablar de su boca siempre eran travesuras, pero me preguntaba si le preguntaban sobre lo que sentía; o si lo hacían ir delante cuando quería estar por detrás.
No dude en negar; a Yoongi se le abrieron los ojos y le brillaron como dos faroles cuando le dije que confiaba en él. Como si nunca, nadie, en su completa vida le hubiera dicho aquello.
- ¡Jungkook, mira que lindo es ese vestido!- exclamó Taira viendo uno rosado que para mi era igual al anterior. Me pregunté si Yoongi era así cuando iba de compras o siquiera se demoraba tanto.
<<deja de pensar en lo que hace>>- me dije a mi mismo, intentando sacarlo de mi cabeza. No sabía qué era lo que me estaba pasando con Yoongi últimamente.
- Si, es lindo- le dije, sin mucho ánimo. Me miró de mala gana y se dio la vuelta a la billetera.
- No me alcanza el dinero para comprarlo- hizo un puchero hacía mi. Quizás porque sabía que mi billetera estaba llena; ya que mis papás pensaban que el concepto de amar era dar dinero. Me cuestioné si era el mismo concepto que tenía Taira.
- No te alcanza- le dije.
- Si tan solo tuviera un novio, quizás él me compraría vestidos sin que siquiera se lo pida- dijo, mientras miraba el vestido una y otra vez. Sabía lo que intentaba.
- Yo te lo compraré- dije finalmente. No quería pasar más rato en esa tienda; me agobiaba el calor de las chicas comprando mucho sin saber que se ven guapas de cualquier manera.
- ¿En serio?- preguntó, como si la noticia le llegara de repente.- ¡Jungkook, eres el mejor!- me abrazó emocionada. Una vez más, mentía. No era el mejor, si no el que le compraba vestidos. Pero era una buena chica, ¿qué más daba? Todos tenían un lado malo por el cual sentirse mal de vez en cuando.
Solo que ella parecía nunca negarse de eso.
Y le compré otro. Y otro. Y otro. Y otro. Hasta que a mi billetera se le acabó el dinero. Salimos de la tienda a eso de las siete de la tarde y ella tenía cinco bolsas en cada mano.
- ¡Qué día tan genial!- exclamó. ¿Para quién? quise decir. Lo había pasado con ella; después de todo.
- Si, ha sido un día genial- le medio sonreí- ¿qué harás ahora? ¿que tal si vamos a tomar un helado?- le pregunté.
- Carbohidratos... Iugh- dijo mientras se ponía las gafas. Fruncí el ceño confundido, estaba comenzando a actuar de una manera rara; de una manera en la que no me gustó.
- Te conocí gracias a un helado, Taira, ¿porque ahora te da asco?- pregunté intrigado.
- Porque mírame- dijo.- estoy gorda, necesito empezar dieta y tu me estás ofreciendo helado, Jungkook, eres el peor- masculló frunciendo el ceño. No se quien de los dos estaba más confundido. Lo único que sabía es que si ella estaba gorda; pues entonces un palo era estar flaco. Además, delgada o no, ¿qué importaba? lo importante era que tuviera algo de ternura por dentro, algo de personalidad, de carácter al mismo tiempo. Si yo buscara personas lindas de apariencia me habría fijado en Yoongi hace bastante rato.
- Bien, entonces vamos, te pasaré a dejar a tu casa- le dije, mientras ella me tomaba la mano. Me sentí incómodo, ¿porque me tomaba la mano? La miré y le sonreí, pero no sentí "mariposas" al momento.
Caminamos de la mano hasta su casa; ella miraba cada dos segundos sus bolsas como si no creyera que las tenía ahí.
- ¿Qué tal si vamos mañana a comprar más ropa?- preguntó ella. La miré agotado.
- ¿No has comprado ya bastante?
- Duh, nunca es bastante- rió ella- Vamos Jungkook, por favor...- hizo un puchero. Resoplé una vez, no quería que se enoje conmigo.
- Tengo que ir a estudiar con Yoongi- me disculpé. Ella frunció el ceño y se marchó a su casa furiosa.- Venga, Taira, no te enojes...
- ¡Eres un bueno para nada!- gritó ella- apuesto a que estás con él
- Nada que ver, soy su tutor nada más...
- ¿Entonces mañana iremos a comprar ropa?- la miré durante unos segundos, antes de que pudiera decirle que no se acercó a mÍ y unió sus labios con los míos; cerré los ojos intentando sentir algo y sentí como mis manos bajaban a su cintura y las de ella subían a mi cuello. Estaba besando a Taira. ¿Y las chispas?
Qué más da, se sentía bien.
- Mañana estará bien- dije finalmente.
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¿Y tú, crees en la magia? 𓆩*𓆪 𝐾𝑂𝑂𝐾𝐺𝐼 𓆩*𓆪
Fanfiction✶ ⋆。˚ ⁀➷ κøøκĝι˚ ༘ Yoongi siempre ha sido el chico que todos quieren ser: Sus tres mejores amigos son los chicos más guapos de todo el instituto. Se ve bien incluso con polerones enormes y pantalones pitillos. Pero el secreto es que Yoongi nunca h...