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Me senté frustrado en mi asiento. Había mirado a Jungkook toda la clase de matemáticas y eso se me estaba haciendo preocupante. Teníamos un compromiso y él no había hecho nada; se había ido con su Taira materialista e interesada.

Quería matar a alguien, o no quería matar a nadie, o quería matarla a ella o a ambos.

¿Celos? ¿Mariposas en el estómago? ¿Será que me estaba empezando a gustar ese nerd?

Luego de que tocó el timbre Hoseok se quejaba mientras miraba en su celular.

- ¿Por qué facebook* siquiera me da la opción de que me guste mi propio estado?- preguntó, molesto- o sea, es obvio que me gusta mi propio estado, soy jodidamente hilarante y sexy.

- Suerte con eso- rió Tae. Puse los pies sobre la mesa mientras hacía como que leía, pero miraba de reojo a Jungkook. Estaba en su asiento comiendo una manzana y mirando hacía sus apuntes.

Negué con la cabeza. No me hacía ninguna gracia que se viera tan terriblemente lindo haciendo esos gestos.

Un chico se me acercó de manera vulgar mientras sus amigotes reían en la esquina. Jimin se adelantó hacia él buscando pelea, le hice un gesto de que lo podía manejar solo. Sin embargo, Hoseok ya no miraba su estado en facebook y Tae ya no se reía de él; estaban pendientes del chico y de lo que me diría. Sabía que si se pasaba de la línea se llevaría un buen combo por parte de mis amigos y también sabía que no diría nada que lo pusiera en esa clase de riesgos.

- Eres lindo- me dijo. Lo miré, tenía una sonrisa idiota en el rostro y una vez que soltó las palabras sus amigos comenzaron a reír a carcajadas. Los miré levantando una ceja y miré a mis amigos para que se encargaran de ellos. Inmediatamente vi cómo Taehyung, Jimin y Hoseok se acercaban y ellos corrían como unas nenas. El chico seguía delante mío.

- Me gustaría que hubiera algo entre nosotros- dijo. Sus amigos ya no estaban, pero él seguía hablando. Fruncí el ceño, si no estuviéramos en el colegio diría que está borracho.

- A mi también- le dije, sonriente. El abrió los ojos.

- ¿En serio?¿Qué cosa?- levantó ambas cejas.

- Un muro- dije, frío y seca como el polo norte. Jungkook miraba atento la escena, me dedicó una sonrisa al escuchar lo que dije; mientras que mis amigos comenzaron a reír como bestias mientras el chico desaparecía.

Le di a Jungkook una mirada fría.

No triste, ni inseguro, ni tímido, ni antisocial, ni enojado, simplemente fría.

- ¿Porque le miras tanto?- me preguntó Jimin. La profesora había llegado y mi compañero de puesto me preguntaba con duda. Todos estaban parados ahora.

- ¿A quién?- me hice el desentendido, pero sentí como la sangre me subía a la cabeza. Maldición, si eso era lo que sentías cuando alguien te atraía entonces no quería sentirlo más. Yo no me solía sonrojar, nunca. Y sabía que en estos días eso había cambiado.

- Pues al rey de los...

- Ya entendí, Jimin-. Lo miré, interrumpiendo lo grosero que diría.- No lo estoy mirando.

- No lo estoy mirando, tan solo estoy viendo cómo desde hace dos horas hace absolutamente nada- dijo sarcástico. Le pegué suavemente en el hombro y me senté mientras el profesor así lo indicaba.

No pasaron ni dos minutos cuando echaron a Tae y Hoseok de la sala por gritar mucho.

- ¿Y entonces?- insistió Jimin al cabo de un rato.

- Que no, Jimin- lo miré.

- No es necesario que te pongas rojo- rió. Le pegué en el hombro mientras el profesor nos miraba fulminante, "ustedes pueden ser los próximos" leí en su mirada.

- Venga, dime ya.

- ¿Qué quieres que te diga?

- ¡Qué te gusta, Yoongi! ¿Qué tiene?

- ¿Qué que tiene?- le pregunté incrédulo- tiene todo o nada...no sé.

- Entonces te gusta.

- No, ya cállate- lo miré fulminante. No le volví a hablar en toda la clase, porque sabía que sacaría el tema nuevamente. Me puse a escribir lo que estaba en el pizarrón, raro de mi.

El resto del día intente evitar las miradas hacía Jungkook para que ni Hoseok, ni Tae se dieran cuenta; sabía que Jimin no me molestaría en frente de ellos con el tema y que tampoco diría una palabra a pesar de que no le haya dicho nada a él tampoco.

- ¿Qué harán hoy?- preguntó Hoseok cuando tocó la campana para irse.

- No lo sé- me encogí de hombros. Me miraron confundidos.

- Pensé que tenías que ir a estudiar con tu tutor- soltó Hoseok. Claro que tenía que ir con él, pero no podía. Estaba demasiado enojado para eso. Y el seguramente tendría mejores cosas que hacer, como salir con Taira por ejemplo.

- No quiero ir- mentí. Quería estar con él aunque sea para descubrir donde mierda se había metido la x en el triángulo esta vez.

- Bien, yo tengo que irme a casa porque mi hermano saldrá y no la quiere dejar sola- dijo Hoseok mientras se marchaba.

- No aparezcas en mi cama esta noche- le gritó Tae. Jimin yo fruncimos el ceño.

- ¿No aparezcas en mi cama esta noche?- preguntó confundido.

- Si... ayer estaba durmiendo y sentí como alguien me abrazaba, cuando me di la vuelta me encontré a Hoseok babeando mi almohada.

- Pensé que se había ido de tu casa ayer.

- También yo- interrumpió Taehyung. Silencio incómodo- El llavero de la amistad tiene sus desventajas...-silencio incómodo nuevamente- Vale, me iré antes de que me sigan mirando de esa manera. Si se aburren, mi mamá está haciendo panqueques.

- ¡Oh, qué aburrido estoy!- exclamó Jimin mientras se iba con él- ¿No vienes, Yoongi?

- Dentro de un rato, quizás, iré a hablar con el director- les sonreí y me miraron confundidos-. Luego les explico-. Me encaminé hacía la oficina del director; subí las escaleras y las subí y las subí.

Escuché como alguien gritaba mi nombre cuando caminaba por esos pasillos color grises.

Mi corazón se detuvo al reconocer esa voz. Sabía perfectamente de quién era. Me di la vuelta y allí estaba; ahora no se detuvo, comenzó a latir, con fuerza, brusquedad y locura.

- Te busqué por todas partes- sonrió. Lo miré y alcé una ceja, intentando mantener la fachada de chico malo, aún cuando me derretía con su sonrisa por dentro.

- Aquí estoy.

- Vamos, hoy toca fracciones-. Lo miré confundido.

- No te molestes, Jungkook, venía a hablar con el director para que me de otro tutor- le sonreí- además, debes tener mejores cosas que hacer.

- ¡Ni hablar!- exclamó él- tenemos un compromiso, ¿lo recuerdas?

- Compromiso que tú rompiste...

- Lo sé, lo lamento mucho-. Me miró como si de verdad lo sintiera-. ¿Me das una oportunidad más, querido Yoongi?- preguntó, mientras mi corazón se deshacía.

¿Por qué me pasaba aquello? El corazón lo tenía para bombear sangre, no para sentir cosas raras.

O eso pensaba yo.

<<El hipotálamo es quien se encarga de los sentimientos, tales como el amor o el odio, no el corazón>> recordé la frase de la profesora de biología.

Una oportunidad más, querido Yoongi.

Oportunidad más, querido Yoongi.

más, querido Yoongi.

Querido Yoongi... Querido.




*Ya sé que si se puede reaccionar a nuestro propio estado de Facebook, pero esta historia es una adaptación que fue hecha hace no sé cuanto tiempo, así que supongo que antes no se podía. 

¿Y tú, crees en la magia?  𓆩*𓆪 𝐾𝑂𝑂𝐾𝐺𝐼 𓆩*𓆪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora