Ese día había sido extraño.
Mis papás me dijeron el día anterior que se irían temprano en la mañana así que sería mejor que pusiera la alarma, pero claro que eso no fue necesario.
Los gritos se escuchaban desde mi habitación. Como si fuera la una del día, eran las seis y media de la mañana, y ya tenían la radio prendida al máximo de volumen.
Al principio, en medio de mi sueño, bostezos y golpes en mi rostro con el cojín, pensé que era algún vecino y estaba dispuesto a ir a reclamar. Hasta que me di cuenta de que venía del primer piso.
Primero noté alrededor de mi cama tres sacos de dormir, tres... Ya veía de donde provenía aquello. Cuando vi las chaquetas que me parecían conocidas más aún.
Me levanté tan rápido como pude después de que me acomodé y bajé las escaleras con el corazón latiendo fuerte, ¿que rayos estaba pasando ahí?
Fue entonces cuando vi a Jimin y a Hoseok tomados de la mano girando como enamorados mientras escuchan You're the one that i want y Taehyung bailaba en el sillón con una chaqueta de cuero como si fuera John Travolta. Fruncí el ceño al ver a Jimin con una falda puesta representando a Olivia Newton y a Hoseok como su amiga.
-¡Son las seis y media de la mañana!- les grité.
De un salto, Tae cayó del sillón provocando las risas de los otros dos. Me había divertido pero mi ánimo no es el de reír a las seis de la mañana cuando un trío de inútiles me despiertan. Me dirigí al equipo de música mientras mis amigos seguían riendo y en el caso del moreno, se quejaba de dolor.
-De hecho, querido Yoongi son las seis con treinta y un minutos- me corrigió Jimin. Lo fulminé con la mirada y él dio un paso atrás.
-¿A qué hora llegaron?- pregunté mientras me recostaba en el sillón.
-A ver...- comenzó a explicar Hoseok- mi hermano estaba haciendo mucho ruido con su novia así que me fui a la casa de Tae a dormir pero cuando llegue él despertó y quisimos ir a buscar algo para comer pero no había nada. Así que fuimos a casa de Jimin a buscar algo de comida. Cuando íbamos saliendo Jimin despertó y bajó con el palo de la escoba pensando que éramos ladrones...
-Y no nos bastó con la comida que teníamos que se redujo en cinco paquetes de galletas-. continuó Jimin mientras yo escuchaba con atención- Así que vinimos para acá y encontramos las galletas que hace la tía. No quisimos irnos a nuestras casas así que buscamos los sacos de dormir y nos acostamos al lado de tu cama, pero nos dios frío y Hoseok pensó que era una buena idea bailar un poco, así que primero tratamos de hacer el dirty Dancing pero a Tae le dio miedo caer en mis brazos.
-Es que no confío en su fuerza- se quejó.
-Y comenzamos con grease...
-¿Y donde encontraron esas faldas? ¿la chaqueta de cuero? ¡Dios, Tae! ¿eso de mis papás?
-Si- dijeron al unísono.
-Bien...- suspiré intentando recobrar la calma- me iré a dormir, y espero no escuchar ningún ruido más porque eso provocaría que me enoje demasiado- los miré. Ellos asintieron y subieron conmigo a dormir.
Desperté nuevamente a las siete y fue cuando me hicieron el desayuno para pedirme perdón. Nos fuimos y cuando llegamos vi que se me había caído la bufanda en medio de la calle, entonces fui a recogerla corriendo y cuando llegué me di cuenta de que estaban peleando con Jungkook.
Después de eso el día transcurrió con normalidad y si, es normal que Jimin se quede en una esquina todo el día, no porque siempre haga eso en especial, pero siempre hace estupideces.
-¿Listo?- me preguntó Jungkook detrás mío. Los chicos me miraron fulminantes, pero les mandé una mirada que aseguró que todo estaría bien.
-Listo- le sonreí a Jungkook con un cosquilleo en el estómago.
Lo seguí hasta la biblioteca; me pregunté qué es lo que estudiariamos ese día. Últimamente no me importaba estudiar siempre y cuando fuera él quien me enseñe.
Se sentó en frente de mi y comenzó a sacar los cuadernos de su mochila. Me pregunté si esperaba que yo hiciera lo mismo. Una pequeña luz entraba por la ventana. Sonreí mientras sus ojos, que con el rayo se veían cristalinos, me miraban.
-¿Qué te sucedía?- le pregunté. Él frunció el ceño confundido- He aprendido sobre el hipotálamo.
-No te logro captar- admitió.
-Me dijiste que si aprendía algo me dirías que te sucedía ese día y sigo esperando la respuesta. El rió divertido y me miró sin decir una palabra- ¿tu novia materialista ha terminado contigo?- le pregunté levantando una ceja. Inmediatamente puso sus ojos en mi.
-Primero, no, segundo, no tengo novia, y tercero, si estás hablando de Taira ella no es materialista...- dudó unos segundos- tu que sabes
-Lo se porque era la novia del primo de Jimin -sonreí triunfante- y terminó con ella porque lo quería solo por dinero.
-No es el caso conmigo- se safó.
-¿Qué más podría encontrar en ti?- reí.
Me dolió tanto como una patada en el estómago, incluso más. Él negó con la cabeza un tanto decepcionado mientras mi cerebro me recordaba lo tonto que era y mi corazón se ponía de acuerdo.
-Comienza leyendo la página 178 del libro de historia- me dijo. Agaché la mirada, cada palabra que leía era en vano, no podía. Simplemente, sentía que lo había hecho sentir mal.
Le miré de reojo, él tenía la mirada puesta en la ventana y miraba hacia allá como si fuera un lugar mágico. Sus ojos brillaban.
-Lo siento- dije finalmente. Él me miró.- No quise decir eso... Eres un gran chico Jungkook y quédate bien con esto porque no se lo suelo decir a todo el mundo, es más... a nadie... yo... simplemente...
-Fue un accidente hace unos años- dijo él. Lo miré confundido, pero no pareció importarle mucho- mi abuela iba manejando, yo iba atrás... - cerró los ojos con fuerza- no fue mi culpa... Ellos dicen que si.. Prometo que no lo fue- me dirigí hasta su lado. Sus manos comenzaron a moverse, temblaba.- Mis papás me culpan de ello, yo no fui... Prometo que no.
-Está bien- lo abracé, acariciando su cabello. El tomó mis brazos con sus manos- Te creo, sé que tu no harías algo como eso.
-¿En serio?- preguntó alzando la mirada. Estaba increíblemente cerca. Lo tenía en frente de mi. Comencé a respirar con dificultad al tener esos ojos tan cerca de mi, ¡Dios! podía sentir su respiración achacando la mía.
-Cla...C...Claro- dije nervioso mientras mi corazón comenzaba a latir con fuerza. El corrió un mechón de pelo demasiado largo que empezaba a tapar mi vista y sonrió.
-Tienes unos lindos ojos- susurró.
-T..tu..tu también..- le dije mientras cerraba los ojos. ¿Qué significaba aquello? Mi corazón sentía cosas, mi estomago, todo. Parecía que mi cuerpo entero cobraba vida.
Sentí un pulgar ponerse en mis labios y cuando abrí los ojos él ya estaba un poco más lejos.
Retiró su dedo de allí con calma y tranquilidad y sonrió.
-Me gusta decir que confío en ti, Yoongi.
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¿Y tú, crees en la magia? 𓆩*𓆪 𝐾𝑂𝑂𝐾𝐺𝐼 𓆩*𓆪
Fanfic✶ ⋆。˚ ⁀➷ κøøκĝι˚ ༘ Yoongi siempre ha sido el chico que todos quieren ser: Sus tres mejores amigos son los chicos más guapos de todo el instituto. Se ve bien incluso con polerones enormes y pantalones pitillos. Pero el secreto es que Yoongi nunca h...