Capítulo 22

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Recostado en su cama con la mirada fija en el techo, Leonardo tenía dificultades para dormir. Había empezado a pasarle eso desde que su hermano le había propuesto hacer negocios en su pueblo natal, pero empeoró aún más luego de lo sucedido con Micaela. Manipulando entre sus dedos la bolita de un viejo mouse con la que solía jugar cuando se concentraba en algo, lidiaba en su mente con todo tipo de temores e ideas descabelladas. No entendía bien por qué, pero en su interior, una desagradable sensación de incertidumbre y peligro lo agobiaba.

Si bien era consciente de que la orden de restricción perimetral emitida a raíz de la denuncia en la policía, impedía que su ex se acercara de nuevo a ella, por alguna extraña razón, no podía terminar de relajarse. Parte de su naturaleza era estar siempre alerta, pero en este caso en particular, había mucho más en juego y eso, sin duda, lo hacía desvelarse por las noches. Conocía demasiado bien a los de su clase y estaba seguro de que la amenaza no había terminado. Esa vez había podido llegar a tiempo para impedir que él volviera a hacerle daño. No obstante, no podía deshacerse de la sensación de desesperación e impotencia que lo había invadido nada más escuchar su voz en el teléfono.

Todavía recordaba cómo había sentido el peso del pasado sobre él mientras, como un loco, fue a buscarla en su auto. Ya había perdido a alguien importante hacía años y la culpa por no haber sido capaz de hacer nada al respecto aún lo atormentaba. No estaba dispuesto a pasar por lo mismo otra vez. Por esa razón, ni siquiera se había detenido a pensar en las consecuencias de sus actos y se marchó de forma intempestiva de aquella importante reunión. Había abandonado a su mejor cliente y era consciente de que solo por eso lo habrían despedido de cualquier otro trabajo. No obstante, su tío no lo había hecho y ahora se sentía en deuda con él.

Tal vez por eso se había quedado hasta tarde terminando de ajustar unos detalles en los planos del centro comercial. Era lo menos que podía hacer teniendo en cuenta que faltaba muy poco para irse de viaje. Inspiró profundo y giró la cabeza hacia el lado vacío de su cama. Desde lo sucedido en el colegio, Micaela pasaba las noches junto a él, pero esta vez había querido quedarse con su amiga y eso lo tenía un poco inquieto.

Sentirla cerca, en sus brazos, lo tranquilizaba. Con ella a su lado sentía que tenía el control de la situación, que era capaz de protegerla y de alguna manera, también él se sentía a salvo. Su compañía lo llenaba de paz, de sosiego, de un poderoso sentimiento que jamás pensó que podría llegar a sentir. Ella era su remanso, pero también su fuego, su energía vital, el amor de su vida.

De pronto, la canción de Queen que llevaba ese mismo nombre acudió a su mente provocando que todo su cuerpo se tensara. Era uno de sus temas favoritos y paradójicamente, el que menos escuchaba. Le resultaba muy difícil hacerlo cuando eso implicaba volver a conectar con una parte de su pasado que le causaba tanto dolor, con una parte de su historia que deseaba olvidar. Contrario a lo que solía hacer, tomó los auriculares de su mesita de luz y buscó el tema en su celular, dispuesto a escucharla. Cerró los ojos al oír las primeras notas de piano seguidas por los suaves arpegios de la guitarra, y respiró hondo.

"Love of my life, you've hurt me, you've broken my heart and now you leave me. Love of my life, can't you see? Bring it back, bring it back. Don't take it away from me because you don't know what it means to me. Love of my life, don't leave me. You've stolen my love, and now desert me. Love of my life, can't you see? Bring it back, bring it back. Don't take it away from me because you don't know what it means to me." —"Amor de mi vida, me heriste. Rompiste mi corazón y ahora me abandonás. Amor de mi vida, ¿no lo podés ver? Traélo de vuelta, traélo de vuelta. No te lo lleves lejos de mí, porque no sabés lo que significa para mí. Amor de mi vida, no me dejes. Tomaste mi amor y ahora me abandonás. Amor de mi vida, ¿no lo podés ver? Traélo de vuelta, traélo de vuelta. No te lo lleves lejos de mí, porque no sabés lo que significa para mí."

Su mayor deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora