Por un momento creí que había sido en broma, pero aquella mirada hipnótica me dio a entender que en realidad estaba hablando muy en serio.
—¿Qué cosas dices? Claro que no...
—No, no, no. Es cierto. —Llevó su dedo índice a mi brazo peludo y me tocó; al instante hizo una mueca ácida—. Quemas. Y eso es una de las características de las personas que hacen lo que ya te dije.
Fruncí ligeramente mi ceño, al tiempo que cruzaba mis brazos. Si bien, no me importaba una mierda si él se enterara o no. Total, sus hipótesis no eran tan creíbles.
—¿Y tú cómo sabes todo eso, eh?
—¿Entonces lo admites? —un gesto de asombro acompañó su pregunta—. Paul, con razón estás tan cambiado. Por eso es que cambiaste tan radicalmente, de un día para otro...
Me lamí los labios, para después soltar un fuerte suspiro. Estrujé mi rostro con ayuda mis manos, y luego volví a encararlo.
—¿Cómo lo sabes?
—Admítelo primero.
Entorné mis ojos y señalé su pecho con el dedo índice.
—Estás metiéndote dónde no debes —le aseguré—. Es peligroso.
—Pero admítelo. Y, déjame decirte, que el que corre peligro eres tú.
Bufé.
—¿Yo? ¿Y por qué yo, a ver?
—Lucifer no es bueno, y tampoco tiene buenas intenciones con cada alma que arrastra al infierno. Ahora, Paul —me encaró, manteniendo su ceño muy fruncido—. Admítelo.
Encogí mis hombros.
—Pues sí, sí lo hice. ¿Y qué?
Bruscamente metió la mano al bolsillo de su pantalón para sacar el móvil. Tecleó un par de cosas, hasta que logró posicionarse a mi lado para que juntos pudiéramos ver la pantalla del Smartphone. Logré apreciar una página que se veía ligeramente tenebrosa: era de exotérica, hechicería e invocaciones.
Me causaba bastante incertidumbre que George estuviera husmeando en ese tipo de cosas en una patética página de internet.
—Escucha esto. —Aclaró su garganta y prosiguió—: Cualquier persona que invoque al Diablo mediante uno de los rituales, lo verá realmente si su corazón lo desea. Es decir, que Lucifer tiene la capacidad de poder ver o intuir si de verdad la persona que hizo la invocación lo necesita o solo está jugando. Si intuye que es sólo por probar si realmente existe, sólo hará un par de bromas y los asustará; ahora, si de verdad percibe que lo necesitan, se personificará.
Deslicé saliva por mi garganta. Aunque intentaba convencerme a mí mismo de que eran tonterías de una página de internet escrita por un niño inexperto de quince años, me estaba resultando ligeramente interesante.
—¿Y qué dice sobre la personificación? —indagué.
—Mmh, espera... —con ayuda de su dedo pulgar bajó un poco—. ¡Aquí está! —y comenzó a leer—: El demonio adoptará la imagen física de una persona que ya no está en este mundo, es decir: muerta, o que por algunas circunstancias ya no conocerá a la persona que invocó al demonio. En otras palabras —prosiguió—, adopta la imagen física de una persona que en futuro o en otra vida pudiste conocer.
Se me aceleró de manera notable el corazón y un frío recorrió todo mi cuerpo. Si todo eso era cierto, John, el verdadero John estaría muerto y yo lo hubiera podido conocer en otra vida, si el ritmo de mi misma vida hubiera marchado diferente.
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The Devil with an Empty Heart ➳ McLennon
FanfictionNecesitaba una persona idónea e ideal para mí. Cansado de esperar y que las chicas -y el resto de las personas- solo me vieran como amigo y niño bueno que sólo le interesaba la religión, busqué ayuda. Por tal motivo, decidí acudir al Diablo a ver c...