Valle Waikane. Oahu. Hawai
2017Tenía que admitir que el lugar era hermoso, hacía calor, pero era hermoso. Mucho verde, muchas luz... Muy hawaiano todo. Pero, para mí desgracia, no estaba de vacaciones, no podía salir a recorrer, estaba trabajando. Si, está sería mi nueva oficina por unos meses.
Llevaba ya dos meses grabando Kong, y la relación con mis compañeros era increíble, realmente era divertido, pero había alguien que llamaba enormemente mi atención. Jamás había visto una chica como ella.
Maggie era una especie de consultora, por así decirlo. Ella es una agente del SAS, de la fuerzas especiales británicas, del que se supone mi personaje también formaba parte. Nos ayudó a todos a qué nuestra forma de pararnos y sostener las armas sea más realista, porque seamos honestos, jamás he agarrado un arma de este calibre.
Se ve tan fuerte e independiente, sus ojos obscuros como la noche me dejan ver una enorme galaxia cada vez que los veo, su cabello, no lo he visto suelto, siempre está recogido en una coleta, pero se nota que tiene algunas pocas ondas en el, es igual de obscuro, y a veces el sol hace ver algunos destellos azulados que me encantan.
He hablado poco con ella, y creo que es el momento perfecto para acercarme, casi todos duermen, algunos están metidos en sus cosas, así que salí de dónde habíamos cenado y la ví, recostada bajo un árbol alado del río, leyendo. Se veía aún más hermosa de noche.
No soy de los que cree en el amor a primera vista, alguien te puede gustar a primera vista, y eso me pasó. La ví por primera vez hace unos meses, cuando los entrenamientos comenzaron, ella llevaba la típica ropa militar verde de camuflaje, unos lentes oscuros, el típico collar con las chapas y en las piernas tenía algunas cosas extrañas, lo que ella llamaba "exoesqueleto ónix" que le ayudaba a no dañarse las piernas en momento de entrenamiento.
Hola -dije acercándome un poco, tenía una taza con te en la mano, podía sentir como comenzaba a temblar-
-ella levanto la vista un minuto, sonrió y volvió a mirar su libro cambiando de página- hola -dijo tan suave que casi no la escucho, no pude evitar sonreir, su vos era armoniosa, y tenía un acento extremadamente inglés, pero de las afueras-
Puedo sentarme? -estaba algo nervioso, solo queria acercarme, estar cerca de ella, esa necesidad había crecido en mi a pasos agigantados los últimos días-
Claro -sonrio y se hizo un poco a un lado para darme lugar- pero, con una condición -me miró a los ojos, yo sonreí esperando que me la dijera- si me invitas un poco de té -solto una leve risita que me pareció extremadamente dulce-
Por supuesto -me senté a su lado y le di mi taza- será un placer compartir mi te, aquí nadie más lo toma -me rei y ella me miró, cerró su libro y tomo la taza- que lees?
Rascacielos -sonrio dándole un sorbo al te y suspiro- leche y miel -ambos nos miramos- es muy inglés -me devolvió la taza y la tomé, haciendo que nuestros dedos se rozaran, pero ella no se tenso en lo absoluto, como si no sintiera nada-
Si, no puedo negarlo, el té de vainilla, coco y canela sabe mejor con algo de leche y miel -volvi a mirar el libro mientras ella seguía leyendo- tu acento -ella me miró confundida- tu acento de dónde es?
-solto una pequeña risa y recostó su cabeza en el árbol- mi acento -suspiro- el acento tonto y lento de Bolton -mirandome- soy de Bolton.
Oh, eso explica tu acento tan lindo -sonrei y ella volvió a su libro-
Podía pasar horas viendola leer, y me había dado cuenta de eso, cuando ella cerró el libro y me miró a los ojos fijamente.