~{ Coco, vainilla y miel 2 }~
Ha pasado una semana desde que conocí a Maggie, y desde ese momento no puedo quitármela de la cabeza. Ella me había tratado como una persona más, no hubo gritos, ni autógrafos, ni coqueteo, ni tratos especiales, nada, solo ella y yo, tomando ese delicioso té del que jamás había escuchado.
Por culpa del trabajo no pude escribirle en toda la semana. La había agendado apenas me subí al auto ese día, y agradezco haberlo hecho, porque estoy seguro de que perdí el papel. Pero hoy eso cambiaría, tenía un plan.
Esa mañana llamé al director del Eton, él me reconoció al instante, hablamos un poco y le pedí el favor que temía no pueda cumplirlo.
Dime la verdad Thomas, no me llamaste para saludar -sonriendo, siempre me llamaba así- que necesitas?
-trague el nudo que tenía en la garganta- verá, me enteré que una vieja amiga está trabajabdo en el instituto -mentí- y quisiera verla cuando salga, y sorprenderla -dije algo nervioso- cree que podría ayudarme?
-solto una risa escandalosa- así que quieres sus horarios no es así?
Si -me mordi el labio nervioso, era las 12 del mediodía, estaba fuera del instituto en el auto, rogando que ella estuviera hoy allí- eso me ayudaría muchísimo.
De acuerdo, solo porque eres uno de mis ex estudiantes favoritos -solto una risita, de niño me metía en problemas, pero era buen estudiante- supongo que hablas de Maggie Fletcher.
-me sorprendí- si, como lo supo señor?
Es la más joven Thomas -se río- las demás son demasiado grandes para ser tus amigas -suspire- bien, Maggie -escuche ruidos de papeles detrás del teléfono- está en clase hoy, debería estar saliendo en unos minutos. Ella tiene clases los lunes, miércoles y viernes, de 10 a 12:30 por la mañana y de 15 a 16 por la tarde, excepto los viernes, no viene en la tarde.
-sonreí de felicidad- muchísimas gracias director, no sabe lo feliz que me ha hecho -sone embobado, lo sé, pero estaba viéndola salir- adiós -colgué algo apresurado y decidí esperar a que se acercará-
Ella estaba vestida con un pantalón negro, unos tacos muy elegantes, una blusa y un bleizer blanco y un bolso de dónde saco las llaves eh hizo sonar la alarma de su auto, un hermoso Aston martin vanquish plateado. Me bajé del auto y me acerqué.
Wow... Nada mala la elección del auto -dije acercándome a ella lentamente-
-ella se sobresalto un poco- Tom? -me miró sorprendida- que haces aquí? -sonrio-
El mismo -me acerque un poco más- bueno, yo quería pedirte disculpas por no haberte escrito está semana, quería hacerlo pero estaba tan ocupado que no pude -estaba apenado la verdad, había prometido que le escribiría- no me gusta romper promesas.
Descuida, no es que estuviera esperando un mensaje tuyo -se rio y dejo su bolso en el auto- como me encontraste?
Tengo mis contactos -sonrei y me encogí de hombros-
Le preguntaste al director verdad? -se río y se cruzó de brazos-
-sonreí y la mire a los ojos- no sé vale, quiero parecer misterioso -ambos reímos- escucha, déjame compensar la llamada.
Ah sí? -sonrió- y como harías eso?
-sonreí mirándola a los ojos- déjame invitarte a almorzar, ahora -me acerque un poco más-