Tom? Que bueno que respondes. Necesito que vengas al buscar a Maggie -suspiro una Scarlett algo preocupada pero a la vez graciosa- esa muy ebria, y no deja de mencionarte
Oh hola Scarlett -suspire y me senté en la cama- que? Oh no -suspire y reí un poco, Maggie podia ser muy intensa cuando estaba ebria- dónde están? Iré por ella.
Se que han terminado, pero ella no deja de mencionarte y está incontrolable. Ven por ella Tom -suspiro- estamos en dónde siempre.
Me levanté de la cama, eran las 4am, me puse algo de ropa y tomé las llaves del auto. Sabía dónde estaban, siempre iban al mismo lugar.
Llegué al pub y entré. La ví, no podía evitar sentir cosas de nuevo, la extrañaba muchísimo, pero ella me había dejado hacía 6 meses, nunca dijo por qué. Los 6 meses más largos y difíciles de mi vida. Me acerque a Scarlett y la saludé, ella veía como Maggie bailaba sobre una mesa, cantando como si no hubiera un mañana, tambaleándose debido al alcohol, se veía tan graciosa pero al mismo tiempo tierna.
Al fin llegas, tienes que llevártela, no ha dejado de beber y por más que me divierta verla hacer el ridículo me preocupa que se haga daño -me miró cruzada de brazos-
De acuerdo, no prometo nada -suspire, me acerqué a ella- oye, que haces allá arriba? Vas a caerte -la mire, parada arriba de la mesa, al verme se sorprendió y se rió-
Mira quién está aquí! El príncipe Hal -ella rio y se arrodilló tambaleándose- que haces aquí? Viniste a reírte de mi? -me miró directo a los ojos e hizo puchero-
No, sabes que jamás haría algo así. Yo vine por tí, para llevarte a casa -me acerque y levanté mis brazos- vamos, te ayudaré a bajar. Tenemos que irnos.
No quiero! -se levanto y se alejó de mi- no me iré contigo -siguió bailando-
-por más que me gustará verla bailar, estaba ebria y sus tacones podrían hacer que se cayera y se lastimára, así que me subí a la mesa y la alcé colgandola en mi hombro y la baje mientras ella pataleaba gritando que la estaban secuestrando, entre otras cosas- ya cálmate, solo iremos a casa -dije saliendo del lugar y llevándola al auto-
No quiero irme contigo! No quiero verte! No puedes llevarme así! -dijo cruzándose de brazos mientras la sentaba en él asiento del copiloto-
Tienes que calmarte -la mire, unos segundos, a esos hermosos ojos marrones que me vuelven loco, ella parecía completamente ida- no puedes seguir bebiendo así princesa.
No dijo nada más en todo el camino, se había quedado dormida apenas encendí el auto. Llegamos a mi casa, la baje con cuidado y ella comenzó a balbusear.
Eres hermoso -acaricio mi cabello y se rió- demasiado bueno para mí -susurro riendo y cerrando los ojos-
Jamás sería demasiado bueno para tí, tu eres demasiado para mí -abrí la puerta como pude y al entrar la cerré con mis pies. La lleve a la cama y la acosté-
Eres todo para mí Thomas, demasiado que me asusta -volvió a reírse y acaricio mi mejilla- pero ellos tenían razón -susurro y cerró los ojos-
Ellos? De qué hablas linda? -me senté a su lado en la cama, acariciando su mejilla, acomodando su cabello para que no tapara su cara-
Ellos decían que arruinaría tu carrera, tu vida, que solo traería problemas -hablaba como ebria, torpe y riéndose cada dos palabras, se veía tierna la verdad- y tienen razón, soy un desastre -comenzó a tener hipo y a llorar un poco- no puedo tenerte, y no quiero a nadie más si no puedo tenerte a ti Tom. Te amo -susurro despacio, estaba comenzando a quedarse dormida, tomó mi mano suavemente y se quedó dormida-