Habían sido unas semanas difíciles, ambos teníamos muchísimo trabajo y nos habíamos descuidado un poco, la relación no estaba en su mejor momento. Nos habíamos distanciado un poco, y eso me dolía y me asustaba.
Estaba sentada en la ventana, con una taza de té, tratando de mitigar todos esos pensamientos que estaban en mi cabeza. Y si ya no me quiere? Si quiere el divorcio? Si encontró a alguien más? Cómo haría yo para vivir sin él a mí lado?
Estaba tan metida en mis pensamientos que no me percate de que Tom se sentó frente a mi en la ventana.
En qué piensas? -pregunto, haciendo que saliera de mis pensamientos-
-me sobresalté un poco- me asustaste -suspire y volví a mirar la ventana- nada, nada importante -suspire-
Estás segura? Te conozco -senti que se acerco un poco y tomo mi mano libre y la beso-
-senti como mi corazón se estrujó- Tom -el me miró, sin soltar mi mano- que vamos a hacer? -senti como mis ojos se llenaron de lágrimas-
Que vamos a hacer con que? -me miró a los ojos y se acercó para secar mis lágrimas- hablas de nosotros? -asenti- nada, no vamos a hacer nada -beso mi frente- vamos a superarlo como todo lo que hemos superado para poder estar juntos.
-suspire- no me vas a dejar? -mirandolo a los ojos-
Que? -mirandome algo sorprendido y serio- de dónde sacaste eso? Por qué te dejaría? Por qué hemos estado ocupados trabajando? -sonrió, me quito la taza de la mano y tomo ambas y las beso- escucha cariño, yo sé que hemos tenido muchas discusiones estos últimos días, sé que he estado lejos y que tú estabas ocupada. Pero eso no significa que quiera separarme. Todo lo contrario, quiero tenerte más cerca, tienes idea de cuanto te he extrañado? Por qué crees que volví? -hizo que lo mire- porque quiero estar con mi esposa. Mi esposa quiere estar conmigo? -acaricio mi mejilla con su pulgar-
-me rei- ay Tom -lo abrace fuerte escondiendome mi rostro en su cuello- no tienes idea de cuanto me asuste -suspire- sabes cómo soy -sonrei- ya estába pensando en la forma de rogarte que no me dejes -escuche una risa de su parte-
Lo sé -correspondio mi abrazó- lamento haberte gritado ayer -suspiro con pesar- se que estuvo mal y lo lamento.
Descuida -lo miré y acaricie su mejilla- yo tambien te grite y lo siento -bese su mejilla- no sé que nos pasó, supongo que es el estrés del trabajo -suspire-
Si, eso es -acaricio mi espalda- y si nos vamos? -me miró- vámonos de vacaciones -tenia una enorme sonrisa en su rostro- vamos a Roma o a Amsterdam.
Cómo una segunda luna de miel? -sonrei y me acurruque en su pecho-
Eso suena increíble -se acercó lentamente a mi- una segunda luna de miel -pego su frente a la mia- aceptas?
Si, acepto -sonreí al igual que él y el corto el espacio que había entre nosotros-
Fue un beso dulce y lento, lleno de amor y sentimiento. Habíamos pasado por muchas cosas desde que nos habíamos conocido, pero nos amabamos, y siempre sería así, a pesar de los problemas, malos entendidos, celos y el trabajo, nos teníamos el uno al otro... Para siempre