Me había quedado dormida leyendo, esperando a que Tom llegará de la obra.
Estaba sumamente ocupado estás últimas semanas. Estuvimos alejados este tiempo. Él por la obra, en la que le estába yendo increíble. Y yo por la NYFW.Me desperté al sentir movimiento detrás de mi, deje mi libro en el buró y me incorpore en la cama sentandome, él estaba sentado en el borde de la cama, quitándose los zapatos.
Mi amor -susurre y lo abrace algo dormida por la espalda-
-senti una risita de su parte y un beso en el dorso de mis manos- princesa -sonrio y sus hermosos ojos azules chocaron con los míos, no pide evitar sonreír- no quería despertarte mi amor.
-sonrei y acaricie su cabello, que ya llegaba un poco más abajo de su nuca, y su mejilla, con la yema de mis dedos jugaba con su barba- sabes que despertar y verte es lo mejor de mi día -sonrei tierna-
Oh cariño ven aquí -me tomó de las muñecas y me jaló hacia él abrazándome y tirándonos a ambos en la cama, mientras reíamos- no sabes cuánto te he extrañado mi amor -susurro sobre mis labios, mirándome a los ojos, con esa hermosa y característica sonrisa que puede enamorar hasta a una piedra- cada centímetro de tu cuerpo, cada caricia que me dan esas manos -dijo tomando mi mano y entralazandola con la suya- cada palabra que sale de esa hermosa boca que me vuelve loco cuando se une a la mía -beso lentamente mis labios- cuando grita mi nombre por las noches pidiendo más -mordió mi labio- cuando me susurra cosas al oído para que me sienta mejor -susurro en mi oido con delicadeza- cuando me dice una y otra vez que me ama -beso mi naríz- y ese cuello... Dios ese cuello que me vuelve loco -beso lentamente cada centímetro de el, mientras rozaba con su barba lentamente, provocando en mi escalofríos-
Bebé, harás que llore -me mordí el labio, y sonreí acariciando su mejilla-
No quiero que llores -beso mi frente- quiero que sepas lo importante y lo hermosa que eres para mí, mi vida -sonrió y se tiró en la cama a mi lado-
Estás muy cariñoso hoy mi amor -bese su mejilla y abrace por la cintura-
Si, es que te extrañe - le abrazo también, rodeando mis brazos y pegándome a él- lamento mucho no tener tiempo.
Cariño -lo tome de las mejillas- no tienes porque lamentarte de acuerdo? Sabíamos que esto pasaría, y es normal -bese su naríz- además, extrañarnos un poco no está mal -sonrei y lo bese lentamente- te amo.
Te amo princesa -sonrio y beso mi frente- van aquí -me jalo hacia el- quiero tenerte cerca -suspiramos los dos- dame un beso mi amor -estiro los labios haciendo pico de pato, no pude evitar reírme-
-me acerqué y le di un besito- amor... Sabes que tengo ganas de hacer? -pasé mi mano por su pecho, debajo de ese característico suéter azul, me apoye en mis codos mirándolo-
No... Dime, que quieres hacer? -pregunto con ese toque pícaro que siempre lo caracterizaba, coloco su mano en mi espalda por debajo de mi blusa, haciendo formas sin forma específica con la yema de sus dedos-
Adivina -sonrei y me senté sobre el, con ambas piernas a cada lado de su cadera- prometo que es algo que a los dos nos gusta, nos divertiremos mucho mi amor -lo bese lentamente-
Entre besos, nuestra ropa fue cayendo a los costados de la cama. Nos extrañabamos mucho, nos necesitábamos y eso se notaba. Hicimos el amor como nunca antes, de una manera lenta, sexy, llena de besos y palabras dulces. Queríamos disfrutarnos como si fuera la última vez.