~{ Coco, vainilla y miel }~
Llegué al café al que siempre iba por las tardes, cuando quería tranquilidad para trabajar. Me senté en una mesa que estaba desocupada, sorprendente mente hoy el café estaba prácticamente lleno. Pedí lo de siempre, té de coco, vainilla y miel, mi favorito de toda la vida, y este café era el único lugar en toda la cuidad de Londres que lo tenía, y una infaltable porción de lemon pie, por supuesto.
Saqué de mi mochila mi laptop, una libreta y bolígrafo, y me puse a trabajar, tenía exámenes que corregir, trabajos que organizar y material que enviar; así que estaría bastante tiempo en la cafetería.Pasé una hora metida en mi trabajo, por lo que tome mi teléfono para distraerme un poco, mientras escuchaba lo que sucedía a mi alrededor, percatándome de que la cafetería ya no estaba tan llena como cuando había llegado.
Una voz muy peculiar llamó mi atención, una voz masculina pero suave y amable, así que decidí prestarle un poco más de atención...Mmm yo.. no lo sé, no me decido -sonrió el hombre a la chica de la caja, dónde tomaban las órdenes. El hombre llevaba una camisa azul informal, pantalones de mezclilla negros, el cabello corto y una barba que se asomaba, quizás de unos pocos días- es la primera vez que vengo aquí -dijo con un tono de sonrojo en su rostro- que me recomendaría?
-la pobre Stacy, que estaba en la caja,quedó tan embobada con el hombre de ojos celestes que no podía articular una palabra, me reí por lo bajo- yo te recomendaría el té de coco, vainilla y miel -dije, complemente por sorpresa incluso para mí, el hombre volteo y me miró con una pequeña sonrisa. Ahora entendía porque Stacy se había paralizado-
Me lo recomiendas? -sonrió y se acercó un poco- es bueno? -tenía una sonrisa preciosa, perfecta, podría cautivar a cualquiera-
Claro -sonreí algo tímida- lo siento, no pude evitar escuchar tu dilema -ambos sonreímos- pero, puedo recomendarte lo ciegamente, es delicioso y reconfortante, especial para el clima de hoy -mirándolo a los ojos, no sabía ni cómo se llamaba y ya me estaba perdiendo en sus ojos-
Bien, lo aceptaré entonces -miró Stacy, ella por fin había reaccionado- dos tés de coco, vainilla y miel por favor -ella asintió y fue a la cocina y él volvió a voltear hacia mi, pero está vez se acercó un poco más- Tom -me estiró su mano a modo de saludo- mi nombre es Tom.
-yo sonreí y le di mi mano- Maggie -el la beso como todo un caballero ingles, yo me sonroje un poco- yo soy Maggie -reí un poco nerviosa-
Puedo acompañarte? -hizo una seña a la silla que estaba frente a mi- es que es el único lugar libre -miré a mi alrededor, era mentira, así que ambos reímos- además, por accidente pedí dos tés, quizás podamos tomarlos juntos -se encogió de hombros de una manera inocente... Moriría de ternura ahí mismo-
Mm... Pues claro, puedes sentarte -sonreí y coloqué mi cabello detrás de mi oreja "estas cosas jamás pasan... Tranquila Maggie, seguramente después de hoy no lo volverás a ver"- jamás rechazaría mi té favorito -sonreí, tenía mis cosas desparramadas por la mesa- lo siento -cerré la laptop , coloqué mis cuadernos y libretas encima de ella para hacer lugar-
Descuida, no quise interrumpir tu trabajo -pude notar algo de pena en su tono de voz- lo siento.
No, no te preocupes -sonreí mirándolo- estaba tomándome un descanso -me encogí de hombros y el me regaló una hermosa sonrisa ladina-
Él iba a hablar pero los tés llegaron, junto con un platito con algunos brownies en el, miré extrañada a Stacy, "la casa invita" dijo y me miró y susurro con sus labios antes de irse "Suertuda".
El té estaba riquísimo como siempre, a Tom le había gustado mucho, y me agradecía por habérselo recomendado. Nos pusimos a charlar, yo sabía perfectamente quien era, el actor, pero no iba a decir nada, me imagino que para ellos debe ser un poco incómodo que la gente los siga por todos lados.-se quedó un momento observando mis hojas- son exámenes? -me miro y yo asentí- eres profesora?
Así es -sonreí y tome un sorbo de mi te- profesora de ciencias -me encogí de hombros-
Eso es genial, yo soy pésimo en ciencias, no herede la inteligencia de mi padre -ambos reímos un poco- solo el amor al teatro de mi madre -sonrió con un poco de nostalgia, mirando su taz noa- en donde trabajas? -preguntó con curiosidad mientras llevaba la taza a sus finos y rosados labios-
En el Eton Collage -su rostro cambio a uno de asombro- y en la facultad de ciencias de la Universidad de Cambridge - me reí al ver su expresión- te encuentras bien?
Si, es que, el Eton es un internado de varones - sonrió- me sorprende que una mujer de clases ahí. Yo fui a ese internado cuando tenía la edad, y para nada eran flexibles con ese tema.
Si, lo es -asentí- pero presente mi curriculum y al parecer fue mejor que el de los hombres que se postularon, bueno, el mio y el de otras dos chicas más. Somos 3 mujeres trabajando en el Eton -me reí y el también- yo... no voy a preguntarte a que te dedicas porque ya lo sé -dije tomando un pedacito de un brownie-
Sabes quien soy? -yo asentí mirándolo- no vas a tirarte encima mío como una fan loca?
No -me reí ante su comentario- no veo la necesidad de hacerlo - lo mire a los ojos- supongo que los famosos merecen un descanso de sus fans no?
Es un alivio, tengo que admitirlo, amo a mis fans, no sería nada sin ellas pero, a veces necesito un descanso -sonrió algo aliviado, luego pensó un poco- un momento, eso significa que no eres una fan? -arqueo una ceja-
-me reí- no dije eso, he visto tu trabajo, me gusta - sonreí- pero no por eso tengo la intención de acosarte cual loca desquiciada -ambos reímos-
Gracias -soltó un suave suspiro- es lindo poder hablar con alguien tranquilamente -nos miramos por unos segundos, yo empezaba a sentir que mis mejillas ardían como nunca, pero por suerte su teléfono comenzó a sonar, era un mensaje- oh... debo irme ya -suspiro- trabajo - me miro y sonrió- crees que podamos volver a vernos?
-me sorprendí un poco- eso sería genial -hice algo que no pensé que haría, tome mi bolígrafo y un pedacito de papel de mi libreta y escribí mi número y mi nombre allí-
Con que zurda eh - sonrió- dicen que las personas zurdas son hermosas -me miro a los ojos- y tienen razón.
-me sonroje- seguro se lo dices a todas las zurdas -ambos reímos y le di el pedazo de papel-
-el negó- eres la primera zurda que conozco -sonrio y tomo el papel, rozo un poco sus dedos con mi mano, leyó el papel- Maggie Fletcher -susurro y sonrió- fue un placer conocerte -se levantó de la mesa, hizo como una especie de reverencia y beso mi mano- prometo escribirte -sonrio y se marchó-
Me quedé viendo cómo se iba, ya que las paredes estaban llenas de grandes ventanales de cristal, podía ver cómo se colocaba sus gafas para el sol y se acercaba a un lujoso jaguar negro, me vio y movió su mano como un saludo, a lo que respondí de la misma forma. Encendió su auto y desapareció en el tráfico de Londres.
Suspiré "no lo volverás a ver, jamás escribirá" me dije mentalmente a mi misma y me preparé para seguir trabajando.