Había vuelto a mi viejo barrio. El barrio que me vio crecer.
Después de un ataque te ansiedad y estrés grave, mi doctor me dijo que debía tomarme unos días para descansar si es que no quería terminar internada. Así que decidí volver a mi vieja casa, la casa donde vivían mis abuelos, era un barrio tranquilo y muy familiar.
Al llegar, deje mis cosas y me dirigí al mercado local para comprar algunas frutas y otras cosas que necesitaría. Metida en mis pensamientos que no me di cuenta que alguien me llamaba, era la voz de una mujer.
Maggie? -escuche, me di vuelta, no podría creer a quien me encontraba- cariño eres tú?
-sonrei- señora Diana -me acerque- si soy yo -me rei y ella se acercó y me abrazo-
Cuánto has crecido mi niña! -dijo sonriendo feliz- me alegra tanto verte -acaricio mi mejilla- hace tiempo no te veo por el barrio.
No -sonrei- estaba trabajando en París -sonrei- es una larga historia. -suspire agarrando una manzana u colocándola en la bolsa-
Me encantaría charlar contigo -sonriendo- está noche haré una cena por mi cumpleaños, me haría feliz verte allí -sonrio y me volvió a abrazar- además, Tom también vendrá, estoy segura de que me encantaría verte.
-asenti- está bien, trataré de estar -sonrei algo nerviosa- sera mejor que me vaya, deje el horno prendido -me rei nerviosa, volví a abrazarla y me fui-
Tom... Tom estaría ahí, me mejor amigo de la infancia, de quién me había enamorado perdidamente a los 15, pero quién se fue a cumplir su sueño y me dejó sola. Se muy bien que cumplió su sueño, he visto sus películas, es increíble. Y tendré que verlo está noche...
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Llegué a la casa de la señora Diana, quedaba a dos casa de la mía, golpee la puerta esperando que alguien abriera. Cuando esta se abrió no podía creer lo que veía...
Tom -susurre algo tímida, estaba tan cambiado, era todo un hombre-
Maggie -el sonrió, sus ojos tenía un brillo hermoso- que bueno verte -sonrio y se acercó y me abrazo-
Igualmente Tomy -sonrei y correspondi su abrazo- tu madre me invitó a su fiesta -nos separamos un poco- traje un vino -sonrei-
Genial -sonrio y lo agarró- ven pasa -se hizo a un lado para que yo pasar- mi madre está en la cocina, ven -caminamos a la cocina y la salude, deseándole un feliz cumpleaños-
Pasamos la noche entre anécdotas y comida deliciosa. La mayoría de los invitados se habían ido para las 3 de la mañana, yo me había quedado hablando con Sarah y Emma. Hasta que Tom se acercó a nosotras, que veíamos viejas fotos de cuando éramos niños.
Me acuerdo de ese día -se río- me había caído en un charco de lodo, todos se rieron de mi -me miró- pero tú no, te tiraste al lodo para estar como yo -sonrio- desde ahí nos hicimos inseparables
-sonrei y asentí- si lo recuerdo, recuerdo que mi madre me regaño porque era un vestido nuevo -me rei mirando la foto de los dos embarrados-
Nos quedamos un rato más hablando hasta que Sarah y Emma fueron a descansar
Creo que tendría que irme también, ya es tarde -sonrei y me levanté-
Bien, pero déjame acompañarte -se levanto también- así me aseguro que llegue bien.
Salimos de la casa y comenzamos a caminar, en un completo y algo incómodo silencio. Al llegar a la casa lo miré.
Gracias por acompañarme Tom -sonrei nerviosa, aún tenía ese efecto sobre mi-
Es un placer -sonriendo- fue lindo verte otra vez -se acercó y beso mi mejilla-
Si, lo fue -suspire- será mejor que entre, está haciendo frío. Nos vemos luego -abrió la puerta, me quedé mirando como comenzaba a caminar hacia su casa y volví a entrar, me recosté en la puerta y suspire-
Llevaba enamorada de él años, creí que lo había superado, pero verlo otra vez, hecho todo un hombre, caballeroso como siempre y amable.
Alguien golpeo la puerta, me incorpore, la abrí y ví a Tom del otro lado de la puerta.
Tom? Que sucede? -el estaba algo agitado- paso algo?
-el me miró y suspiro negando- no, yo solo -se rascó la nuca, siempre la hacía cuando estába nervioso- quería, preguntarte algo -sonrio-
Pues pregunta -me rei mirándolo y sonriendo-
Yo... Quería saber si quisieras salir a tomar un café mañana -sonrio- digo, hace mucho no nos vemos y yo... Te he extrañado mucho -me miró a los ojos sonriendo-
-ahora la nerviosa era yo- claro -sonrei nerviosa- me encantaría, yo también te he extrañado Tom -sonrei y me acerque y bese su mejilla, pero cuando estaba por separarme el me todo de la cintura y me beso, estaba sorprendida, al principio no me lo esperaba, pero no dude mucho en corresponderle-
El beso fue lento y suave, como siempre había soñado que sería. Unos minutos después nos separamos, por la falta de aire. Ambos estábamos sonrojados y nos reímos nerviosamente, lo abrace escondiendo mi cara en su pecho. Él correspondió mi abrazo.
Que fue eso Tom? -sonrei nerviosa, acariciando su espalda-
Un beso? -se río- lo siento, es que ya no lo aguantaba más, son demasiados años escondiendo lo que sentimos.
Lo que sentimos? -lo miré extrañada- tu... Tu lo sabías? -me mordí el labio nerviosa-
Si -sonrio- bueno, yo lo sentía y tenía la esperanza de que tú también -beso mi frente-
Nos quedamos unos minutos más así, hasta que yo entre a mi casa y el se fue a la suya.
Era lo que necesitaba, lo que necesitaba para estar completa. Ahora podría estar tranquila junto al único hombre que había amado.
