Capitulo: 28

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Después de a duras penas haberme duchado y vestido más cómoda, fui con Veck a la cocina para prepararles algo rápido a las niñas.

— ¿Por qué pelearon? —frunzo el ceño, tal vez le dije que "Doña Payne" y yo nos fuimos a golpes, si sabe que posiblemente yo provoqué, me mata.

—No sé, cosas suyas —respondo de manera casual, casi sin importancia. Noto la mirada penetrante de mi hermano en mi y continuo cortando tomates.

—El otro día, te vi besando a Liam, tu provocaste a Sheryl, Alessia, te conozco —siento que palidezco y de pronto me da un frío infernal—. Últimamente no soy nadie para meterme en tu vida, pero piensa bien antes de actuar.

— ¿A-a qué te refieres?

—A que pienses en los motivos por los cuales te alejaste, de tu familia y amigos, que pienses las razones por las cuales le mientes a tu hija, a Mike, al mundo y a ti misma.

Veck esta enojado, lo conozco, lo siento. Me quedo allí con el cuchillo en mano incapaz de volver a hacer la tarea tan sencilla que cumpliría, pienso en lo que mi hermano ha dicho, tal vez soy un desastre de persona que nunca sabe lo que quiere, que se debate internamente todo para terminar en el mismo punto de partida, ¿me engaño a mi misma y a los demás? A lo mejor más de lo que pueda imaginar. Ambos terminamos de hacer el almuerzo y de inmediato Veck procedió a salir de casa, sin embargo fui a mi habitación y me acosté en la cama, mi cuerpo la llamaba a puros gritos, cierro los ojos y no tardo en quedar dormida hoy ha sido una mañana bien larga.

Mientras duermo mi subconsciente me lleva a mi pasado, son cosas que no puedo controlar como verme a mi más joven sentada junto a Veck y nuestros padres, todos esos momentos que nos pasábamos fines de semana viendo alguna película o mis padres contándonos sus historias de cuando jóvenes. Nos veo compartiendo en el desayuno, mi hermano y yo teniendo alguna discusión infantil por cualquier equis motivo. Me veo escribiendo esas cartas y marchándome, me veo triste e imaginando la reacción de mis padres al darse cuenta que me fui, que el pulso no me tembló ni un poquito antes de hacerlo.

Término por abrir los ojos de golpe, están húmedos, tomo mi celular y marco el número que por certeza sé es el de casa. Espero un par de tonos y escucho la voz reconocida de un hombre "Fitzgerald aquí" sonreí por inercia, abro la boca para decir algo pero las palabras no salen, las lágrimas resbalan por mis mejillas, después de tanto tiempo es como si mi corazón latiera de forma diferente.

—P-papá —logro decir y el llanto se desata y se me resulta difícil controlar aquello.

—Mi Alessia, ¿como estás cariño? —su pregunta me saca de balance, esperaba algo menos de mi padre, pero al responderme así me hace dar cuenta de lo mala hija que he sido siempre.

—Te extraño y a mamá.

— ¿Donde estás querida? Mamá y yo los extrañamos a ti y a tu hermano —no puedo imaginarme a mamá, desesperada por mi paradero y aunque papá estuviese dolido la haría entrar en razón.

—Estoy con Veck, bueno no ahora, pero vive aquí conmigo. Papá, perdón por no ser lo que esperabas, ahora me doy cuenta de lo egoísta que he sido por alejarme de ustedes y herirlos cuando tu y mamá siempre fueron los mejores —el llanto sigue y él me tranquiliza con su voz, como cuando era niña y me asustaba la oscuridad.

—Tranquila cariño, sé que tuviste tus motivos —me quedo hablando con él, hasta que en vez de llorar término riendo de algo relacionado con unos nuevos vecinos "hippies", le doy mi dirección y prometen estar aquí en pocos días.

—Te amo, papi.

—Yo te amo mucho más mi pequeña Revoltosa.

Hace mucho tiempo no escuchaba mi apodo de pequeña "revoltosa" no evito sonreír, me despido una vez más y le reitero cuanto lo quiero antes de colgar.

Volverte a Ver -Liam Payne- (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora