Dentist Heart- Spin-of Trilogía Imposible. Sin Editar

CAPÍTULO 4

Cristóbal

Despierto en su cama y el pánico me inunda, busco mi ropa y me marcho.

Camino por las calles desiertas de un sábado y veo la hora de mi reloj, son las 7 am.

Llego a Camelot después de unas cuadras y me monte en mi moto.

No sé en que estaba pensando al pasar la noche con ella, esas lindas pecas que vi esta mañana, esa forma en la que se preocupó por mis heridas anoche me nubló un poco el juicio.

Jamás nadie se había preocupado por mí, mi familia no fue la mejor que me pudo tocar, la única persona que se ha preocupado por mí ha sido Dann, nos encargamos en uno del otro.

En nuestras salidas nos separamos, pero siempre avisando que estamos bien.

Nos conocemos desde la facultad y logramos ganar un gran vínculo amistoso.

Él se marchó a hacer un curso para poder ser director de la facultad.

Me alegra que avance en esto, sé que le encanta hacer sus clases y la educación.

También ama ejercer, en esa clínica que formamos juntos.

Nos encargamos de conseguir un buen trabajo, conseguimos dos préstamos y armamos una clínica en la que ambos pudiésemos trabajar y asociarnos con más dentistas.

Las cosas han marchado bien en la clínica, cuando nosotros no estamos con tiempo de atender. Nuestros colegas trabajan ahí, y nos pagan por la estadía y el uso de la clínica dental.

Por fin llego a mi departamento y me estiró en mi cama.

No sé que tiene esta chica aparte de lo guapa que es, esos lindos ojos verdes, esas suaves pecas que trata de cubrir con maquillaje, su boca gimiendo mi nombre.

Dios nadie le ha hacho sexo oral, me muero de ganas de ser el primero que pruebe su sabor.

***

Hoy es lunes y me toca cubrir las clases de Dann, llevo mi material listo, y al entrar la observo junto al grupo de Alessia.

Sonríe y sus ojos contactan con los míos, su sonrisa disminuye, pero vuelve a crear una sonrisa genuina hacia mí.

No sé cómo reaccionar después de que la abandone en medio de la noche, por lo que ignoro su sonrisa y comienzo la clase.

La clase termina y todos se marchan, me sorprende ver que Nora tarda más de lo habitual en salir de la clase.

Se acerca al escritorio y planta sus manos sobre la mesa.

— Que pasa... ¿Ahora no me sonríes? — tiene carácter y eso me encanta

— Simplemente no soy de andar entregando sonrisas por la vida.

— Ya veo, después de desaparecer una noche te vuelves gilipollas.

Levanta sus manos, y empieza a caminar.

— Oye... No se trata de eso, simplemente, antes nunca había mezclado trabajo con placer, no sé muy bien cómo funciona esto.

— Yo tampoco— baja la mirada.

— Prometo no ser tan gilipollas, esa noche me fui, porque jamás he amanecido con nadie, no sabía cómo comportarme. — ella posa sus ojos verdes en mis ojos cafés y en ese momento sé que ella será mi perdición, siento cosas en el estómago cuando dice...

— Podemos ir aprendiendo. — sonríe y me pierdo en sus lindos ojos verdes.

— ¿Podemos vernos hoy?