Dentist Heart- Spin-of Trilogía Imposible. Sin Editar

CAPÍTULO 7

Nora:

Estábamos en un práctico de manejo de cera, para realizar incrustaciones, y siempre que levantaba la mirada, estaba él observándome.

Lo mire y con los ojos le digo que deje de mirarme, él levanta los hombros en señal «ni de coña dejaré de mirarte» y yo sonrió y él muerde su labio.

Había encontrado un paraíso personal con este hombre, adoraba dormir a su lado desnuda después de una sesión de orgasmos, y que él acariciarla mi espalda y mi cabello mientras dormía.

Seguí con mi práctico y él anuncia que la sesión terminó.

Todos pasamos a dejar nuestros trabajos y yo ordeno mi box antes de ir a mostrar mi trabajo, además hoy no nos hemos podido besar.

Queda poca gente en la sala de prácticas y me acerco con mi encerado, él toma la pauta y me sonríe.

— ¿Dormiste bien anoche? — mire hacia dónde están los demás y me sonroje.

— Digamos que pase un poco de frío — dije en un susurro.

— Yo también — reconoce él — extrañe a cierta pelirroja en mis brazos.

Cuando todo el mundo se va, él se acerca y cierra la puerta, y me besa.

Sus labios mojan los míos con desesperación, muerde y yo gimo, su erección crece y choca con mi abdomen, me toma de las nalgas y hace que lo rodee, logrando que su erección roce aquel punto que me vuelve loca.

— Cris... — gimo desesperada — nos estamos arriesgando mucho.

Él no me escucha y me apoya en el mesón quita mis pantalones clínicos y se agacha para dejar un beso sobre mis bragas.

Saca su pene de su pantalón y rompe mis bragas, y luego las quita, las deja sobre su escritorio y se mete lentamente en mi interior.

— Esto será rápido, pero muy intenso princesa...

Asiento y gimo a la embestida brutal que no sé cómo, pero me lleva a la cima en menos de un minuto, mi visión se vuelve nula y el sigue gimiendo contra mi cuello y yo clavo mis dientes en el suyo.

Se vacía en mi interior y quedamos extasiados y sudando.

Saca unas toallas húmedas de su escritorio, y me las tiende.

Toma mis bragas y las huele, las mete en el bolsillo de su chaqueta de cuero.

—Me quedare con estas, a modo de incentivo... Y por lo que dijiste... No creas que no escuche. Y sinceramente no me importa arriesgarlo todo.

Me besa suave en los labios una vez estoy vestida y me dice.

— Te adoro princesa, ve a tu clase.

Yo camino con una maldita sonrisa en la cara y el me pega una nalgada antes de salir.

Voy a mi clase y Ale no llega, Debo decir que a todas las considero mis amigas, pero con Ale es distinto, de cierto modo coincidimos en ese amor imposible por nuestros docentes académicos.

Mandamos mensajes al grupo que tenemos en WhatsApp y ella dice que se siente con malestar estomacal, le creo hasta que cierto doctor llega preocupado a buscarla a la sala.

Intento hablar con ella, pero no responde.

Pasan dos días y ella no aparece, Dann siempre llega preguntando por ella, y ella sigue fingiendo dolor estomacal.

Anoche después de nuestra sesión de sexo, mientras Cris acariciaba mi espalda me dijo que Dann había metido la pata.

No me quiso decir más, porque dijo que eso dependía de Ale cortarlo, y yo entendí su punto.