Dentist Heart- Spin-of Trilogía Imposible. Sin Editar

CAPÍTULO 12

Cristóbal

Estábamos de vuelta en salamanca, estamos tomando unos tragos junto a Dann, celebrando que iba a ser padre, le conté lo ocurrido en la casa de Nora, me sentía mal por ella, me sentía mal por mí, porque quería darle lo mejor a mi hijo.

Y el problema es que yo no tenía la mejor experiencia con mi familia, y ella tampoco, pero estaba seguro de que haríamos un gran trabajo.

— Nunca me contaste que desencadenó tu crisis — me tensé al recordar.

— Ver a Nora besándose con él, me hizo replantearme las cosas, yo no tengo nada que ofrecerle, estuve preso, a pesar de que nadie lo sabe, yo siempre recordaré que soy un asesino.

— ¿Disculpa, te declararon culpable?, porque yo recuerdo que saliste cuando el juez dijo que eras inocente.

— El juez no dijo que era inocente, sólo entendió las justificaciones que dio el abogado, y eso no me hace menos culpable. — bebí de mi trago.

— Debes dejar tu pasado atrás, saliste libre, justificando o no lo que ocurrió. Ya deja de culparte, tú sabes que no es así.

—Le mate Dann, con mis manos, con las mismas manos que la toco en la noche, con las mismas manos que acunare a mi hijo, y me aterra te lo juro.

—Es normal que te aterre, deja que las cosas avancen, reconocer que estas enamorado y estar con ella en el embarazo es lo mejor. Por cierto, no te preocupes por las demostraciones de amor dentro de la facultad, de todos modos, yo reconocí frente a los de tercero que Ale es mi novia — se encoje de hombros y yo me sorprendo.

— ¿Lo dijiste en una clase?

— Si, de cierto modo nunca he escondido mi vida sexual, ahora que es formal quiero que todos lo sepan.

— Y así te ahorras todos los jotes del consejo de profesores que babean por ella, sabiendo que están juntos ya no podrán comentar ni hablar de ella susurrando en clínica— me mira y me sonríe.

—No se atreverían sabiendo que ella la novia del nuevo director de carrera.

Hacemos un salud por eso, y bebemos.

Vuelvo a impartir mis clases, pasó mis tardes en clínica y no puedo evitar observar como todos ven babosos a aquella mujer con la que prontamente seré padre.

Amo a aquella mujer, las tardes de preclínico son mejores que nunca, ella siempre entrega tarde sus prácticas, y nos encerramos en aquella pequeña sala.

Su embarazo aún no se nota, pero mis celos me orillan a gritar ante todos que seré padre y que aquella mujer que me dará un hijo es Nora.

Ella no se lo tomó a mal, al parecer su círculo de amigas ya lo sabían, y Nora dijo que no le importaba la opinión de los demás.

Hemos hablado sobre quienes serán los padrinos de nuestro primer hijo, y ambos coincidimos que deben ser Ale y Dann.

Lo suyo va muy bien, y eso me alegra, lo único que me mantiene preocupado es cuando Ale se entere que Dann y a Aitor se conocen, peor que eso, que son hermanos.

Recuerdo claramente la conversación.

—El ex de Ale es Aitor — dice bajito un poco antes de nuestra última copa.

No conozco muchos Aitor, pero pregunto esperanzado.

— ¿Que Aitor? —

—Ese Aitor — responde con un gran suspiro.

— Joder... ¿Como lo sabes?

— Lo vi en Valencia y Ale me confirmó que él era su novio.

— Joder Dann que suerte la tuya, de todas las mujeres que te puedes enamorar te enamoras de la de tu hermano. —