Capítulo 8: Día En Familia.

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Emilia llamó a su esposo para informarle que irían a la casa y que sus hijos estaban un poco sensibles, Claudio se puso nervioso, moría por ver a su familia y pedirles, de nuevo, perdón.

Los gemelos entraron corriendo mientras que Analia, su pequeña hija, arrastró los pies con pereza- mami- dijo la pequeña agarrada de la barandilla de las escaleras- ¿me podés ayudar?

Emilia sacó una sonrisa- ahorita subo hermosa- su hija asintió y subió las escaleras- buenos días- dijo Emilia amable.

- Buenos días amor- dijo acercándose a ella, pero Emilia se alejó- ¿cómo estuvo su noche?

Emilia suspiró- Analia volvió a las pesadillas- dijo triste- se hizo en mitad de la noche y tuvimos que cambiar todo.

- Iré a verla- dijo apenado- tal vez fue mi culpa.

Emilia cogió su mano- no es tu culpa, no te preocupes- y lo soltó, después se metió en la cocina.

- Hola princesa- dijo Claudio entrando a la habitación de su hija.

Analia frotó sus ojos y se puso seria- ¿dónde está mami?

- Mami está comiendo algo- dijo acercándose a ella- ¿cómo estás?

Analia rodó los ojos- no quiero hablar con vos- dijo la pequeña de pelo negro con el ceño fruncido.

- ¿Seguís enfadado con papi?- preguntó el argentino sentándose al lado de su hija.

Analia asintió con la cabeza- dijiste cosas feas- dijo seria- eres malo.

Claudio suspiró- lo siento mucho princesa- dijo mirándola- tuve un día muy pesado, la vida de mayores es muy difícil- dijo tragando saliva- ¿perdonarías a papi?

Analia sacó una sonrisa- te perdono- dijo mirándolo- nadie nunca me había pedido perdón- dijo riendo- pero no me castigues- dijo triste.

- No lo pienso hacer pequeña- dijo besando su frente- ¿cómo fue eso de la noche?

Analia suspiró- soñé que estaba sola, ustedes ya no estaban- dijo con un puchero- ya no me querían.

Claudio la abrazó- nunca dejaremos de quererte mi niña hermosa- dijo con una sonrisa- eres la alegría de nuestras vidas, tu mamita y yo somos felices con vos y con tus hermanos.

- Te quiero mucho papi- dijo la pequeña moviendo sus pestañas- te quiero- gritó y lo abrazó con fuerza.

- Te amo mucho- dijo Claudio abrazando a su hija- ahora, vamos a cambiarte, si no tu mamá se enfada.

- Me lavaré los dientes- dijo la niña bajando de la cama.

Claudio sacó una sonrisa, ya que sabía que a su hija le gustaba mucho lavarse los dientes, se puso en pie y buscó en su armario para vestirla.

Analia se vistió con la ayuda de su papá y luego, salió corriendo para que Emilia le hiciera un peinado bonito, como ella dijo.

Claudio entró a la habitación de sus hijos- ¿puedo?

Alex rodó los ojos- pues ya estás dentro.

- Alex- le reclamó Abraham, él era un niño tímido, pero muy amoroso y muy especial.

- Quería pedirles perdón- dijo Claudio sentándose en la cama de Abraham- hice mal al hablarles así, pero tuve un día horrible y todo está siendo complicado.

- Nos hablaste mal- dijo Alex serio.

- Alex- le reclamó de nuevo su hermano- yo no puedo enfadarme contigo- dijo con una sonrisa- yo te perdono papá.

Te Daría TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora