Capítulo 24: Pelea.

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Emilia se removió en la cama, suspiró y se sentó, era de las primeras noches que pasaba sin su esposo y se le hacía muy complicado. Miró el reloj, era temprano, debía preparar a los niños para sus clases y ella, tendría que reunirse con el abogado que llevaría el caso.

Se colocó los zapatos y salió en dirección a la habitación de sus hijos- buenos días- dijo con una corta sonrisa corriendo las cortinas- es hora de despertar.

Alex tapó su rostro con una almohada- me duele la tripa.

- A mí también- dijo Abraham boca abajo.

Emilia rodó los ojos divertida- entonces les haré cosquillas, eso cura.

Alex se sentó- tramposa- dijo frunciendo el ceño- primero baño- gritó y entró corriendo al cuarto de baño, mientras Abraham seguía boca abajo.

- Ya ponte en pie- dijo Analia entrando al cuarto, se subió a su cama y empezó a saltar- ya despierta copia.

Abraham cogió a su hermana y le hizo cosquillas- no me llames copia, loca.

- Mami ayuda- dijo la pequeña riendo- me quiere matar.

Emilia soltó una carcajada- deben darse prisa o llegarán tarde a clase- Emilia cargó a su hija y tocó su frente- estás ardiendo hija- dijo preocupada- ¿te sientes bien?

Analia asintió- no me duele nada- dijo mirando a su madre.

Emilia suspiró- te llevaré al doctor- dijo besando su mejilla- vamos a por tu hermana, Alex date prisa- gritó.

Emilia entró a la habitación de Camila con su hija en brazos, la rubia estaba despierta mientras jugaba con su chupón- buenos días Cami- dijo Analia con una sonrisa acariciando su mano.

Emilia sacó a su bebé de la cuna y la besó- ¿cómo durmió mi niña hermosa?- preguntó con una sonrisa- hoy llevaremos a tu hermanita al doctor.

Camila miró a su madre como si entendiera lo que ella decía y sacó una sonrisa, pero se convirtió en un puchero- ya va a llorar mami- dijo Analia preocupada.

- Querrá comer- dijo Emilia sentándose en una de las mecedoras- ¿puedes decir que vayan preparando el desayuno Ani por favor?

Analia asintió con la cabeza- a sus órdenes- y se fue.

Emilia sacó su pecho y acercó a su hija para amamantarla- tenías hambre- dijo con una sonrisa mientras acariciaba su mejilla- eres una copia de tu papá- suspiró- él pronto estará con nosotros mi pequeña, te lo juro.

Claudio abrió sus ojos y suspiró- ¿qué mirás boludo?- preguntó molesto al ver al hombre que estaba en la celda antes que él.

El hombre soltó una carcajada- está bien buena tu esposa.

Claudio apretó su puño- vos lo dijiste es mía.

- ¿No es muy joven para tí?- preguntó riendo- tienen cuatro hijos, sí que le haces disfrutar- dijo mirándolo- está bien buena, yo también quiero tener hijos con ella.

Claudio apretó más el puño- callate salame de mierda.

- Si me vas a insultar- dijo poniéndose en pie- hazlo bien, maldito mamón- dijo molesto- seguro tiene un amante que le está haciendo gozar.

Claudio se levantó y le dio un buen golpe en la nariz- te advertí hijo de puta- dijo dándole una patada- dale, levántate carajo, decíme todo.

El guardia entró corriendo y los separó- dejen de joder- gritó molesto- no deberían meterse en problemas.

- Él empezó- dijo el hombre limpiando la sangre de su nariz.

Claudio se intentó tirar encima, pero el guardia lo frenó- quieto Meyer- dijo enojado- te cambiaré de celda.

Te Daría TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora