Claudio removió su mano para buscar a su esposa, pero no había nadie en su cama excepto él.
Se levantó y sintió raro ya que toda la casa estaba en silencio, era temprano, por lo que era raro que sus hijos y sus sobrinos, no hicieran ruido.
Buscó por toda la casa, pero se la encontró vacía, entró a la cocina y vio una bandeja con algo de fruta picada, jugo de naranja y unas tostadas- “estaremos en la playa amor, dejé que durmieras después de la noche picantona… Te veo allí guapo, te amo”- leyó en una pequeña nota, con una sonrisa comió todo lo que había y subió a cambiarse.
Claudio estaba con unos lentes de sol y con una sonrisa que derretía a cualquiera, a pesar de sus 32 años, no se consideraba tan mayor y eso, quería seguir demostrando, su juventud al lado de su esposa de 28 con la que había formado una hermosa familia.
- Papi- gritó Analia corriendo a los brazos de su padre- tardaste mucho en venir- dijo ya en sus brazos.
- Ya llegó papi- dijo con una sonrisa- usted señorita está llena de arena- dijo riendo.
Analia levantó una ceja y se cruzó de brazos- ¿por qué te miran mucho?- preguntó seria.
Claudio sacó una sonrisa- ¿quién me mira?
Analia rodó los ojos- unas chavas- dijo seria y sacó la lengua- es mi padre- gritó la pelinegra enfadada.
Claudio soltó una carcajada y besó la frente de su hija- vamos con todos- dijo caminando hacia los demás.
- Amor- dijo Emilia besando su mejilla- ¿cómo dormiste?
Claudio besó el cuello de su esposa- genial, como siempre que duermo con vos- dijo con una sonrisa- o eso intentamos.
Emilia se sonrojó- ya Claudio- dijo con una sonrisa- ponme crema- dijo dándole la vuelta y desabrochando el cierre del traje de baño.
Claudio tragó saliva, su hija salió corriendo con sus primos y Claudio cogió con algo de torpez la crema solar.
Con cuidado y delicadeza colocó la crema sobre la espalda desnuda de su mujer, su piel era suave y brillaba a la luz del sol, era blanca y con delicadeza depositó un tierno beso sobre su hombro.
Claudio amaba tanto a su esposa, amaba verla como madre, como mujer y la amaba como era ella siempre, su cuerpo frente a él era irresistible- iré al mar- dijo con dificultad.
Emilia levantó la cabeza y soltó una carcajada- hombre debías de ser.
Claudio besó con fuerza a su esposa y se metió al mar, junto con sus sobrinos e hijos.
Emilia se sentó sobre la tumbona y sacó una sonrisa al ver a su esposo jugar con sus hijos, esa imagen era la más bonita de todas, le hacía tan feliz haber escogido tan bien el padre de sus hijos- miren mis tobillos- dijo Machu gritando interrumpiendo sus pensamientos.
Emilia miró por encima de sus lentes- ¿que tienen?
Machu resopló- se ven enormes- dijo acostándose a su lado.
- No tienes muchas semanas intensa- dijo Emilia riendo- oye Kei, ¿por qué tan callada?
Keiko apartó su libro y suspiró- estuve pensando en lo del otro día- dijo seria- ustedes están embarazadas y tienen una hermosa familia- suspiró- tengo miedo de que Ulises me deje porque no puedo tener más hijos- dijo triste.
Emilia la miró con una corta sonrisa- si mi hermano hace eso, juro que le corto su pajarito- amenazó la mexicana riendo- Kei, mi hermano está loco por ti.
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Te Daría Todo
FanficUn bonito matrimonio de dos empresarios. Una empresa en la ruina, un alto cargo, una guerra por el poder. Cuatro maravillosos hijos, con dos padres maravillosos, pero una traición romperá esa familia. Un padre con muchos sentimientos de por medio. U...