Capítulo 41: Sorpresa.

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Capítulos finales...

Terminaron de comer y decidieron ir a dar una vuelta, y conocer todo el Parque Disney, caminaron en familia, además, no eran los únicos, el Parque estaba lleno de familias que disfrutaban.

- Odio que te miren tanto- dijo Claudio cogiendo la mano de la mexicana- te ven a cada rato.

Emilia soltó una corta carcajada- eso es porque soy tan bella.

- Tanto ego tiene usted señora Meyer- dijo Claudio riendo.

Emilia negó divertida-  no soy señora Meyer- dijo levantando una ceja- señorita Ruíz, por favor.

- No por mucho tiempo- dijo en un susurro que menos mal, ella no escuchó.
Algunos padres de familia miraban a Emilia con intensidad, al igual que muchos turistas y eso, estaba molestando mucho a Claudio- aquí huele- dijo Abraham acercándose a su padre- ah sí, aquí huele a celos.

- ¿Tienes todo listo para lo de?

Claudio le tapó la boca- no quiero que Analia se entere- suspiró- su hermana es una chismosa- dijo riendo.

Y era cierto, nunca podrían decir decir nada delante de Analia, ya que se había vuelta una niña que todo lo que oía corría a contarlo a quien sea, a pesar de que le dijeras que no lo haga.

- Está loca- dijo Alex riendo- pero tienes todo, ¿cierto?

Claudio asintió- todo listo, esperemos que salga bien- dijo nervioso.

Analia iba con Emilia corriendo, la madre de sus hijos llevaba a Camila en brazos y tenía miedo, el argentino se acercó a ellas- vení princesa- dijo cargando en brazos a Camila- andas con sueño- dijo al ver cómo su pequeña se recostaba en su hombro.

- Mickey Mouse- gritó emocionada Analia- por favor, vamos- salieron corriendo y se pusieron a un lado, haciendo una larga fila llena de niños.

- Esta fila es interminable- dijo Claudio apoyándose en la pared.

- Deja de ser tan gruñón- habló Emilia riendo- ya se te nota la edad.

- ¿A quién llamas viejo?- preguntó mirándola.

Emilia soltó una carcajada- tú mismo te dijiste viejo- y le dio un tierno beso- no seas intenso.

Después de unos largos minutos en la fila, Analia sonrió emocionada al abrazar al muñeco, se hicieron varias fotos y después, caminaron hasta una enorme tienda.

Habían  bastantes cosas, los niños corrían de un lado a otro viendo las cosas, cogiendo todo e insistiendo en que se lo compraran- me dejarán en la ruina- dijo Claudio arrastrando el carrito lleno de juguetes.

Emilia se acercó a él- ve qué hermoso- dijo enseñando una caja llena de chocolates.

- No es bonito- dijo riendo- estará rico- miró a la mexicana como tragaba saliva y veía la caja- dale, lo compraremos, quiero consentir a mis mujercitas- dijo besando su mejilla.

Los niños seguían metiendo juguetes, adornos y un montón de cosas, después, se acercaron para pagarlo todo, sí, Claudio Meyer era un consentidor de primera.

Después, caminaron por un rato más, hasta llegar a los Estudios, ahí, los niños se subieron a un montón de atracciones y disfrutaron comiendo algodón de azúcar.

- Ya es tarde- dijo Claudio mirando a sus hijos- vayamos ya al hotel, así nos arreglamos y vamos a cenar- dijo sonriente.

-No quiero- dijo Analia con un puchero, Claudio miró a su hija.

Te Daría TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora