Te Daría Todo

Capítulo 40: Viaje A Orlando.

Capítulos finales...

- Haz silencio- dijo Emilia caminando de la mano de sus hijas- nos van a oír- dijo en voz baja.

Claudio caminaba despacio mientras llevaba dos pasteles con velas- no hagas ruido vos- dijo riendo.

Caminaron y con delicadeza Emilia abrió la puerta de la habitación de sus hijos, Analia y Camila estaban en silencio, Emilia miró a Claudio y asintió- cumpleaños feliz- comenzaron a cantar todos, los gemelos abrieron los ojos y sacaron una amplia sonrisa.

- Pidan un deseo- dijo Claudio acercando los pasteles a sus hijos.

Emilia miró todo con los ojos aguados, estaba muy sensible, las niñas se subieron a la cama de sus hermanos y todos se unieron en un tierno abrazo.

- No llores- dijo Alex riendo acariciando la mejilla de su madre.

- Se están haciendo mayores tan rápido- dijo con los ojos aguados- pronto ya no me querrán.

- Eso nunca pasará- dijo Abraham besando su mejilla- te amaremos siempre, aunque estés loquita.

- Óyeme- dijo Emilia riendo- felicidades copias- dijo divertida.

Claudio sacó un sobre de su espalda- espero les guste su regalo- dijo con una sonrisa cogiendo la mano de Emilia.

Los gemelos abrieron el sobre y soltaron un grito de alegría- Orlando- gritó Alex- nos vamos a Disney Orlando- dijo emocionado.

- Gracias papis- dijo Abraham con una sonrisa- queremos ir allí desde siempre, ¿cuándo nos vamos?

- Salimos mañana en la mañana- dijo Emilia sonriente- les diré a las mucamas que les ayuden con las maletas, vamos a disfrutar de ese viaje en familia.

Analia sacó una sonrisa y se acercó a sus hermanos- copias- dijo riendo- yo también quiero darles un regalo, de parte mía y de Cami- la pequeña movió las manos riendo.

Los gemelos abrieron la caja y se encontraron dos pulseras de hilo, en el que había una pequeña A y una C, con una sonrisa miraron a sus hermanas, Analia mostró sus muñecas y ellas llevaban una pulsera con dos A- es hermoso- dijo Abraham abrazando a sus hermanas.

- No me la quitaré nunca- dijo Alex feliz.

Emilia lloraba en brazos de Claudio, él miraba la escena orgulloso y acariciaba la espalda de la mexicana mientras aspiraba su aroma de coco.

Bajaron todos a desayunar, mientras algunas mucamas comenzaban a preparar las maletas de la familia, ellos se divertían desayunando en familia, tenían mucho tiempo de no hacerlo juntos y se extrañaba.

- No me creo que estemos ahora mismo así- dijo Claudio mirando a Emilia- así de bien, tan juntos, tan felices.

- Te amo- dijo Emilia sobre sus labios.

- ¿Sabes lo malo?- preguntó, Emilia lo miró curiosa- que tendremos a niños que cuidar y no podremos ya sabes- hizo una cara pícara- disfrutar de la habitación.

Emilia soltó una carcajada y se sonrojó- eres un cochino.

- No me digas que no te gusta hacer cochinadas conmigo- dijo sobre su oído- ¿ya no quieres?

Emilia tragó saliva- me encanta, pero con esta tripa no puedo ni moverme.

Claudio negó riendo- llevas apenas 3 meses, mi bebita está muy pequeña aún- dijo besando su nariz- no está tan grande tu panza amor.

Emilia agachó la cabeza- me pondré obesa, como una ballena.

Claudio la levantó por la barbilla- amor- dijo con una sonrisa- siempre tenemos esta charla cuando te embarazas- dijo besando sus labios- sos hermosa, llevas a mi bebita dentro, estás embarazada y te ves tan linda, no seas boluda.