Capítulo Final

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Claudio terminó de peinarse y se miró al espejo, estaba muy nervioso, pero con muchas ganas de ver a Emilia, habían estado toda la noche compartiendo recuerdo y sentía unas ganas inmensas de besarla y no dejarla nunca.

- Si no te das prisa llegaremos tarde papá- dijo Alex golpeando la puerta- está el auto esperándonos.

Claudio abrió la puerta y miró a sus dos hijos, a sus copias, ellos lucían unos bonitos trajes color azul marino, lo acompañaban de una camisa y zapatos blancos, estaba muy feliz de verlos frente a él, se agachó y los abrazó con fuerza.

El traje que llevaba Claudio estaba diseñado por Keiko, era un traje ajustado a su cuerpo color blanco, camisa blanca y corbata azul marino, los zapatos eran también blancos.

Se colocó un poco de perfume y salió junto con sus hijos para ir rumbo a la Iglesia, en dónde se volverían a casar.

Emilia se miró frente al espejo, su vestido ocupada parte del suelo de la habitación, sacó una sonrisa y miró su panza, que se ajustaba al vestido, estaba hermosa, le gustaba cómo se veía, incluso sabía que estaba mejor que su primera boda.

Salió y miró como sus hijas corrieron a sus brazos- estás hermosa- dijo Analia besando con delicadeza su mejilla- papá se va a infartar.

Emilia sacó una sonrisa- ustedes se ven muy hermosas también.

- Kei se lució- dijo Machu con una sonrisa- debemos irnos Emi, nos están esperando.

Subieron a la limusina que les llevaría a la Iglesia, Emilia estaba llena de nervios, pero muy emocionada al ver a sus hijas con ella, sabía que todo iba a salir bien y que esta vez, el amor iba a durar por miles de años.

- Ya se arrepintió- dijo Silverio riendo.

- Llegará- le animó León- bueno, esperemos.

- Esta vez yo no hice nada- dijo Ulises levantando los brazos.

- Ábreme la puerta Ulises- gritó la mexicana golpeando la puerta con fuerza- maldita sea abre.

- ¿Qué pasa?- preguntó Fernando subiendo las escaleras.

- Se trabó la puerta- dijo Ulises con media sonrisa- llamé a los bomberos, llegarán tarde, es mejor cancelar la boda.

- Mentira- gritó Emilia- papá sácame de acá- gritó furiosa- tu maldito hijo me encerró.

- Ulises- dijo Fernando tendiendo la mano- dame la llave.

- Lo hago por su bien papá- dijo Ulises, él lo miró, suspiró- de acuerdo, ten- y le extendió la mano.

Emilia salió con ganas de pegar a su hermano- no te pego porque Keiko no me lo permite- suspiró- y porque llego tarde a mi boda, maldito.

- Estás muy pequeña- dijo tras ella- tengo miedo.

Emilia se paró y miró a su hermano- siempre estaremos juntos, eres mi hermano y quieras o no nos veremos- dijo con una sonrisa- ya, llévame a la Iglesia.

- Ahí te mamaste- dijo Silverio riendo- ya wey relájate, allá viene.

Silverio tenía razón, la limusina paró frente a la Iglesia y la gente se puso en pie, el sonido de la música nupcial comenzó, y ahí entró Machu, seguida por Keiko y Silvia, después, entraron sus dos pequeñas princesas vestidas con unos bonitos y largos vestidos azules.

Tragó saliva y vio a Fernando de la mano de su esposa, estaba bella, muy bella y sentía muchos nervios, ella le sacó una sonrisa y él se tranquilizó un poco.

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