Capítulo 22: Tormenta.

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Claudio terminó de sacarle los gases a su pequeña hija y la acostó en la cuna, miró el reloj, ya era muy tarde y no tenía noticias de Emilia y la verdad, toda la tarde estuvo al pendiente de sus hijos, pero añoraba a su esposa.

Emilia dejó las llaves en el pequeño cesto de madera y se sentó en el sofá, mientras miles de lágrimas caían por sus mejillas, Claudio la vio y corrió a reunirse con ella- amor- dijo abrazándola con fuerza.

Tras unos minutos ella se separó y lo miró- mi padre no recuerda mucho- dijo triste- ni siquiera a nosotros.

Claudio acarició su mejilla- ¿les dijeron por qué?

Emilia asintió- la noticia fue muy fuerte, el doctor nos dijo que él ya no recordaba desde hace tiempo, pero que se esforzaba, ahora ya no lo hace, no sabe quiénes somos, no sabe nada de su vida, sólo lo mínimo.

Claudio besó con delicadeza a su esposa- debes ser fuerte amor, tal vez recupere la memoria, no lo den todo por perdido.

- ¿Por qué me quitaste la empresa Claudio?- preguntó triste- ¿por qué ahora?

Claudio suspiró- no pude averiguar mucho, pero te juro que yo no fui.

- Estaba tu firma.

- Te lo juro amor- dijo cogiendo su mano- te lo juro por nuestros hijos que no sé nada, no te quitaría algo en lo que tu familia se ha esforzado amor- dijo mirándola- ellos también son mi familia.

Emilia suspiró- ¿quién carajo fue?

Claudio negó- no lo sé, pero lo pienso averiguar amor- dijo firme- debes creerme Emi, por favor.

Emilia lo miró- no es tan fácil Claudio- se separó de él- tengo mil cosas en la cabeza- dijo poniéndose en pie- todo está mal.

Claudio la miró- debes descansar, hoy ha sido un largo día- se puso en pie- te prepararé una taza de chocolate caliente.

Claudio se metió a la cocina y empezó a preparar el chocolate para su esposa, debía saber quién fue el que le jugó esta, y no se quedaría quieto, debía luchar por su familia, por las empresas y por recuperar la confianza de su esposa.

Emilia miró el enorme cuadro en el que estaba toda su familia, tenían ahí colgado un par de días ya que la familia aumentó y tuvieron que añadir a su pequeña Camila, sacó una corta sonrisa y miró a sus hijos, se perdió en la sonrisa de su esposo y se metió a la cocina- te amo- dijo abrazándolo por detrás- te amo mucho amor.

Claudio se dio la vuelta y quedó frente a ella- todo se resolverá pronto amor- dijo besando su frente- te amo Emilia- dijo mirándola- te amo demasiado.

Terminó de preparar el chocolate y se lo entregó a su esposa, Emilia le dio un corto sorbo y lo miró- ¿los niños?

Claudio le quitó los zapatos- estuvieron con sus primos, León tuvo una urgencia y me quedé con Keiko, después les ayudé a bañarse y les di la cena- dijo sentándose frente a ella- estuvieron preguntando por vos.

Emilia sacó una corta sonrisa- ¿y Cami?

- Analia me ayudó a bañarla- dijo con una sonrisa- dice que es tan pequeñita que no dejará que nadie toque a su bebé- dijo recordando la cara de sus hijas- está loca por su hermana.

- ¿Y el papá no?- preguntó Emilia divertida- Camila ha llegado para darnos mucha paz.

Claudio asintió- completamos el proyecto familia- dijo riendo- juntos.

Un llanto se oyó- iré yo- dijo Emilia terminando su taza.

Claudio negó- vos métete a bañar, relájate, me ocupo yo- dijo besando su mejilla- al rato te veo.

Te Daría TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora