Capítulo 36: Desfile.

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Emilia suspiró y se miró al espejo, sus ojeras eran notorias y su dolor de cabeza seguía, después de dormir por una par de horas y devorar casi toda la despensa, llegó la jaqueca y las ganas de vomitar, los nervios, pensó, ya que hoy era el día del desfile de Keiko.

Los niños se quedarían con las mucamas, todos, incluso sus sobrinos se quedarían la mansión de los Meyer Ruíz, ya que así sería menos riesgoso y podrían divertirse.

- Odio a León- dijo Machu cerrando de golpe la puerta- luces horrible Emi- dijo preocupada- pinche orgullo, iré a por León, quiero que te revise.

Emilia cogió su mano- por favor, ahorita no, me siento muy cansada, necesito descansar para el desfile.

Machu suspiró- duerme un poco, prepararé las cosas para poder irnos al rato- besó la frente de su hermana y la dejó dormir.

Emilia durmió por horas, nadie la había molestado, estaba más tranquila, aunque tenía un antojo de chocolate, con una sonrisa bajó a la cocina- llegamos tarde- tiró de ella Machu- Keiko me matará si no llegamos en- miró su reloj- fuck, cinco minutos.

Todos salieron de la casa, Emilia se despidió de sus hijos y de sus sobrinos con la mano y pusieron rumbo al lugar dónde sería el desfile, debían preparar a Emilia para la noche y Machu también se arreglaría ahí, mientras que León y Ulises irían más tarde, ellos ya tenían sus trajes apartados.

Antonia acarició su mejilla- será divertido, quiero ir.

- Podés ir sola- dijo desganado- no tengo ánimo.

- Es el desfile de tu supuesta mejor amiga.

Claudio se sentó en la cama de golpe, lo había olvidado totalmente- está claro que debo ir yo, ¿pero vos?

Antonia sacó una entrada- conseguí una entrada- se puso en pie- lo pasaremos super bien- dijo con una sonrisa.

Claudio suspiró y cerró los ojos, llevaba días sin ver a Emilia, sólo había recibido llamadas de Analia y Abraham, Alex seguía enojado y Camila apenas hablaba, de Emilia no sabía nada y moría por volver a besarla.

Emilia se miró en el espejo, estaba con un bonito maquillaje, y un arreglo en el pelo que dejaba al aire su cuello, suspiró, deseaba tanto estar con Claudio, que él la cuidara y estar juntos, felices, como siempre lo habían sido.

- Tierra llamando a Emilia- dijo Keiko con una sonrisa- lo extrañas, ¿cierto?

Emilia asintió, era una de sus mejores amigas y no le podía mentir- extraño todo de él, pero ya nada será como antes- dijo con una leve sonrisa- me veo muy bien.

- ¿No han hablado?- preguntó curiosa la japonesa- ya voy- dijo molesta al oír su nombre a lo lejos- disfruta de esta noche, es tuya- besó su frente y se perdió por los camerinos.

Todos ya estaban arreglados, Machu había pasado por la alfombra de la mano de su esposo, al igual que Keiko con Ulises, menos Emilia, ella estaba dentro mientras comía un plato lleno de tacos al pastor.

- Cuidado te manches- dijo Álvaro entrando a su camerino- ¿cómo te sientes?

- Estoy nerviosa- dijo con la boca llena- tengo miedo de caerme, o algo así, la gente se va a reír de mí- dijo comiendo el taco desesperada.

- Eso no va a pasar- dijo Álvaro besando su frente- todo va a salir bien, eres preciosa, debes demostrar allá arriba la perfecta mujer que eres.

Emilia sacó una sonrisa- gracias- dijo tímida, deseaba esas palabras de aliento de Claudio, pero lamentablemente, no las tendría más.

Te Daría TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora