Había muchas cosas que Jotaro desconocía de su esposa, pero estas no eran concernientes a su personalidad sino a los días que había sido secuestrada por Dio.
Por otro lado, T/N había comenzado una investigación en secreto junto a la fundación Speedwagon, investigación que tenía estrecha relación con el diario que ella robo de Dio el día en que escapo, sabía que de haberlo encontrado Jotaro este lo quemaría por lo que ella recelosamente lo conservo analizando cada una de las palabras allí escritas por el vampiro escondiéndolas de los ojos de los demás ya que estaba desconfiada de que alguien fuese a seguir con los planes del rubio sobre ascender más allá del cielo mismo volviéndose un ser totalmente todopoderoso.
Ella misma había iniciado una investigación sobre el collar de Dio y la extraña escritura grabada en este solo para darse cuenta de que era una promesa que tenía con su ancestro, aun así no se podía quedar tranquila.
Sentía que aun había por ahí otro cabos sueltos respecto a aquel vampiro, si bien Jotaro estaba recientemente enterado del asunto de el arco y flecha que Enya utilizo para otorgar el stand de Dio aquello era la mera punta del iceberg en comparación con lo que habías averiguado por tu cuenta gracias al diario del vampiro.
Los días que había vivido junto a el en el Cairo eran recuerdos borrosos en los que el vampiro la utilizaba como saco de sangre y quien sabe que cuando ella estaba inconsciente, parte de ella le temía pero otra parte suya —probablemente una más misericordiosa— intentaba entenderlo y sentir lastima por aquel hombre que acabo con las vidas de muchas personas inocentes, incluyendo a Kakyoin.
Esos sentimientos solían abordarte mientras hacías tu investigación, porque cada vez que leías el diario de Dio donde este confesaba sus vivencias hacia cien años sentías que estaba allí junto a ti hablándote con voz calmada y no eras tu la que leía sino el quien con sus manos sobre las tuyas te narraba su infancia y su disfuncional familia, narrando lo tonta que era su madre y lo aun más tonto que era su padre.
Fue en eso que encontraste entre varias de las paginas sus pensamientos sobre tu ancestro, Juno Spinster y también sobre ti misma.
La fecha era de 1980 y algo por lo que debió de haber sido escrita mientras viajaban, el diario decía algo más o menos así:
"A pesar de haber transcurrido cien años aun recuerdo a la niñata de Juno Fleming, recuerdo como me golpeo la nariz en aquella ocasión en la que vencí en el boxeo a Jonathan, mis recuerdos sobre Juno son amargos ya que ni siquiera en una sola ocasión estuvimos en buenos términos como 'sucedió' con Jonathan en los años que fingí mi amistad con él.
Me dedique a investigar que había sido de ella, su linaje no había sido demasiado destacado pero siguió enlazado al de los Joestar como una enredadera, todos sus descendientes caían en desgracia de una u otra forma, pero llegue a un punto en el cual fue una aparición.
Fue como volver a ver a Juno en aquellos días en Liverpool, pero no era así.
Aquella mujer era diferente, aun cuando poseía el mismo carácter de Juno había cierta bondad en sus actos que las hacia completamente diferentes, la vi renunciando a sus propios deseos por el bien común de otros que ni siquiera se preocupaban si estaba bien o algo por el estilo.
Esta tonta me recordó a mi madre y su absurdo deseo de ir al cielo. Era igual de tonta que mi madre, preocupándose por otros que no levantarían una piedra siquiera por ti, siendo orgullosa y noble.
¿Podría ser ella aquel 'amigo' que necesito para realizar mis planes de alcanzar el cielo? Ella debía confiar en mí, debía servirme de forma incondicional creyendo que mis acciones son las de dios. ¿Podría?
ESTÁS LEYENDO
Las circunstancias de la familia Kujo →「Jotaro Kujo」
Hayran KurguLuego de un viaje del cual ambos salieron mentalmente dañados, ciertos asuntos quedan pendientes sobre un par de cosas que debían tratar. «Serie de One-Shots que narran lo sucedido después de "Amar y Perder a la vez" siendo que estos no están en ord...