Mirando la sortija en uno de tus dedos no pudiste evitar sonreír en lo que te dejabas caer en la mullida cama de la habitación de aquel hotel en el caribe aquella noche de verano, te mordías el labio inferior de la emoción en lo que te llevabas la mano con la sortija al pecho y cerrabas los ojos finalmente a gusto.
Movías tus pies infantilmente probablemente a causa de los nervios y el cumulo de emociones en tu interior, comenzaste a dar vueltas hasta sentir como la puerta del baño se abre silenciosamente y Jotaro sale de esta con tan solo una toalla alrededor de su cintura dejando ver sus delineados pectorales, con el cabello goteando y peinado hacía atrás (lo que le daba un aspecto maduro).
—¿Vas a entrar al baño o...? —Pregunto al ver como te le quedabas viendo como paralizada, reaccionaste incorporándote de golpe y cogiendo la maleta que habías traído contigo.
—Vuelvo enseguida. —Dijiste sin volver a verlo porque probablemente te quedarías nuevamente pegada ante tal escultural vista.
Le sonreíste con los ojos cerrados antes de cerrar de golpe la puerta del baño y desnudarte a una velocidad impresionante en lo que sacabas tu estuche de belleza de la maleta y preparabas el agua de la ducha, rasurar cualquier vello y lavarte los dientes mientras te refregabas con aquel jabón de esencia de menta y océano que Holly te había recomendado, una vez fuera de la ducha comenzaste a preparar tu rostro sacando cualquier vello que pudiese verse al estar cerca colocándote un bálsamo labial que hacía brillar tus labios y comenzando a peinarte con tal de dejar el cabello lacio y decente (lo cual fue una travesía porque estaba sumamente enredado) una vez lista en cuando a lo físico, te acercaste envuelta con una toalla a la maleta comenzando a buscar por algo que pudiera servir para aquella noche, la primera noche que tendrían como esposos.
Palideciste viendo los conjuntos que habían dentro de la maleta, maleta la cual fue preparada por tu ahora suegra y la abuela Suzie, entre estos conjuntos solo había prendas que apenas podían cubrir tus zonas más erógenas dejando nada a la imaginación, pudiste ver como el conjunto de color negro parecía ser simplemente hilos que no cubrían absolutamente nada.
¿En que estaban pensando esas dos al darte tales reveladores conjuntos? Te mordiste el labio inferior nuevamente pero esta vez con impaciencia ya que había pasado más o menos media hora entre todo el ajetreo, suspiraste finalmente cerrando la maleta solamente con la toalla encima cubriéndote para luego salir del baño esperando encontrarte a Jotaro ya dormido y harto de tanto esperar, pero en su lugar el de cabellos negros estaba en bóxers de pie junto a la ventana, observando la vista de la playa cercana cuyo reflejo en el agua de las luces le daba un aspecto mágico.
Estaba de espaldas a ti a lo que asentiste tomando tu oportunidad y dejando caer la toalla a tus pies avanzaste silenciosamente hasta el más alto abrazándole por detrás y apoyando tu mejilla en su trabajada espalda, sentiste sus músculos tensarse ligeramente ante tu tacto, especialmente cuando tus manos comenzaron a recorrer cada uno de sus pectorales y cuando te pusiste de puntitas con tal de besar la estrella que había en la parte baja de su cuello.
En eso él captura una de tus manos y la enlaza con las enormes manos suyas, girándose y dedicándote la mirada más dulce del mundo mientras acariciaba tu mejilla con delicadeza.
En sus fornidos brazos te tomo cargándote a la cama y recostándote delicadamente en esta mientras que sus manos se paseaban por tu cuerpo desnudo como explorando cada centímetro con curiosidad delineando sus dedos en la cicatriz de tu vientre que por breves momentos le hizo fruncir el ceño, decidiste abrazarle apegándole a ti misma mientras tus dedos acariciaban su espalda y subían a sus rizos azabaches en lo que sus labios comenzaban a dejar húmedos besos por tu cuello dejando más de una mordida en estos, el silencio era absoluto más ninguno se quejaba por esto explorando mutuamente el cuerpo del otro hasta terminar finalmente acoplándose el uno con el otro disuadiendo al silencio por medio de jadeos, gruñidos, gemidos y palabras de amor.
Con el rostro sudoroso por aquel feroz acto esbozaste una sonrisa mientras sus manos envolvían tus mejillas uniendo sus frentes silenciosamente.
—Te amo, más que a mi propia vida.
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Bien dicen que la canción correcta es capaz de darte inspiración, aun sigo con un bloqueo mental descomunal pero les dejo este pequeño OS de menos de 1000 palabras de lo que vendría siendo la luna de miel de Mustang y Jotaro, ahora quisiera preguntar que quisieran saber más de esta historia porque las ideas se me acaban y de no tener más pues, lo mejor será finalizar este libro de una vez así que las escucho, nos vemos luego, adiou.
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Las circunstancias de la familia Kujo →「Jotaro Kujo」
FanficLuego de un viaje del cual ambos salieron mentalmente dañados, ciertos asuntos quedan pendientes sobre un par de cosas que debían tratar. «Serie de One-Shots que narran lo sucedido después de "Amar y Perder a la vez" siendo que estos no están en ord...