Las circunstancias de la familia Kujo →「Jotaro Kujo」

«Siendo la Sra. Kujo»

Compilatorio de tres historias cortas que relatan la vida diaria de Mustang y Jotaro como pareja de casados, antes de que Jolyne naciera.

Post Stardust Crusaders, Pre Diamond is Unbreakable

➤ Primera Historia "Hijos y Huevos"

Eran apenas las siete de la tarde y estabas recostada de lado en el pecho de Jotaro mientras su brazo te servia de almohada, ambos viendo lo que era un documental del ártico y los animales que en este lugar habitaban.

—¿Sabes? Me gustaría ir a cuidar pingüinos —Comentaste mirando la pantalla en silencio. —Lo tienen duro, ¿no crees? Su bebé puede morirse o su pareja también, es trágico de algún modo.

Jotaro seguía con la mirada en la pantalla reforzando ligeramente el agarre sobre tu hombro a lo que te acurrucabas aun más en sus pectorales con calma.

—Lo sacrifican todo por ese huevo. —Murmuro el pelinegro a lo que alzaste la mirada.

—Por supuesto, es lo que hacen los padres ¿no? —Preguntaste ladeando la cabeza. —Aunque no recuerdo mucho de mis padres, puedo sentir que me querían mucho.

Jotaro sonrió levemente antes de dejar un beso sobre tu cabeza con delicadeza.

—¿Qué opinas de tener un huevo?

Le observaste en silencio unos momentos antes de estallar en risa sosteniéndote del estomago a lo que Jotaro desviaba la mirada al darse cuenta de sus palabras.

—Dices, ser padres ¿no? —Dijiste incorporándote hasta finalmente quedar sentada en sus piernas con tus manos sobre su pecho, Jotaro seguía sin mirarte a lo que besaste su mejilla con calma. —¿Estas seguro? Un hijo no es algo que quieres un día y los siguientes lo olvidas.

—¿Recuerdas aquella vez que tuviste que cuidar a un bebé cuando íbamos a por Dio? —Cuestiono el más alto a lo que frunciste el ceño al recordarlo. —Al verte cuidándolo me propuse a mi mismo que serías la madre de mis hijos.

Enrojeciste desviando la mirada y quitándote de su regazo abrazando uno de los cojines del sofá para así esconder el bochorno de tu rostro.

—Me lo pensaré, debo ir al medico a revisar un par de cosas primero. —Confesaste desviando la mirada al vacío recordando la cicatriz en tu vientre que Dio te había causado en su momento. —¿Prometes que nos cuidarías como un pingüino y no te iras como un delfín?

Jotaro te observo en silencio, en efecto los pingüinos ponen en riesgo su vida para cuidar de aquel huevo con tal de mantenerlo caliente para que nazca sano siendo que los delfines se marchan tras concebir a las crías, el pelinegro tomo tu mano enlazándola rápidamente.

—Os cuidaría con mi vida de ser necesario.

[...]

➤Segunda historia "Fobias extrañas"

Muchas parejas saldrían de viaje a sitios turísticos como Acapulco, Miami o Europa pero con Jotaro tenían cierta particularidad al decidir a donde irían de vacaciones.

Allí estaban en el polo sur sacando fotografías para Jotaro quien estaba haciendo su doctorado mientras que tu estabas de voluntaria para ayudar animales afectados por el derrame de petróleo que se produjo hace poco, siendo que podías cuidar criaturas desde un oso polar o un narval con tan solo tranquilizarlos con tu stand.

—Explícame, Kujo—Hablaste con un pequeño pingüino en brazos. —Si hiciste tu tesis de grado de una estrella que encontraste en la playa, ¿Por qué ahora quieres hacerla de un narval?