«Stand»

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Nadie en la familia estaba seguro de que el menor poseía un stand, de hecho siendo que Jolyne nació sin uno asumieron que John era un niño normal sin stand alguno aunque Joseph sospechaba y Shizuka también no estaban completamente seguros respecto a ello, sumado a Mista quien una vez le vio pelear contra un sujeto el doble de grande que él, pero el de ojos negros pensaba que lo que había visto fue una alucinación producto de la hemorragia que estaba sufriendo.

No fue hasta que Jolyne lo saco de paseo con sus amigos que se dio cuenta de que su hermano menor no era para nada normal.

John estaba jugando en las escalerillas junto a Emporio, trepando los obstáculos y lanzándose del tobogán, el de ojos aguamarina de algún modo se removía la ropa con incomodidad mientras que Weather, Anasui, Hermes y Jolyne observaban a los niños a la distancia.

—¿En serio lo estas sujetando con Stone Free? —Pregunto Hermes quien suspiro al recibir una respuesta afirmativa por parte de la joven de peinado odango. —Deberías dejarlo ser, digo, si se cae lo atenderemos rápidamente pero debe aprender, no puedes estar todo el tiempo vigilándolo, Jolyne.

—Lo sé, pero no puedo evitarlo y no quiero imaginar la cara de mi mamá cuando llegue con John todo rasguñado y sucio, ella da miedo. —Confeso la chica de labios pintados color verde. —Aún más que mi papá, ella estuvo en la mafia.

—¿La señora Kujo? Pero si ella es un amor, es como un bollito de canela. —Replico Hermes cruzándose de brazos.

—Porque no la conoces molesta. —Suspiro Jolyne.

—Quizá esto sirva para demostrar que podemos cuidar a un niño frente a tus padres, Jolyne. —Dijo Anasui a lo que la joven mencionada le observo rodando los ojos.

—No creo.

John les observaba a la distancia con las piernas colgando mientras de sus manos estaban unos hilos que habían estado alrededor de su torso, miro detenidamente que provenían de los dedos de su hermana y ladeo la cabeza.

En lo que estaba distraído un niño que jugaba por allí le empujo al correr sin cuidado y aunque la altura no era de unos metros John se vio obligado a utilizar aquel misterioso poder que había descubierto a los cinco años.

De repente el tiempo comenzó a tornarse lento hasta detenerse por completo quedando el de cabellos negros flotando en el aire hasta que con ayuda de aquella misteriosa criatura que decidió llamar H2H por haber escuchado una canción así en sus años en Italia, la criatura le sostuvo y dejo de pie en lo que John suspiraba reanudando el curso del tiempo, se limito a suspirar y cuando se giro sobre sus talones los demás que le cuidaban se le quedaron viendo a lo que John solo pronuncio:

—¿Qué?

[...]

En casa Jotaro estaba leyendo un libro tranquilamente junto a su esposa, ambos leían sobre cosas distintas bebiendo un té, disfrutando del silencio y la calma que los últimos días les estaban obsequiando.

No peleas, no más batalla, no más Dio finalmente.

Se podría decir que hasta estaban en paz, o bueno, eso era hasta que llego Jolyne seguida por sus amigos cargando a su hermano menor como si fuera la película del rey león.

—¡Johnny tiene un stand! —Exclamo la joven con entusiasmo, sus padres escupieron el té que estaban bebiendo y rápidamente se incorporaron hasta el grupo.

—¿Sta-qué? —Pregunto el menor mirando a su hermana con extrañeza.

—¿Estas segura Jolyne? —Pregunto Jotaro tomando al pequeño en brazos y mirándolo atentamente en silencio, acto seguido Star Platinum apareció. —¿Puedes ver algo detrás de mí, John?

El menor se quedo en silencio con los ojos bien abiertos observando aquella figura purpura y musculosa para luego a su padre.

—¿Por qué hay un hombre musculoso detrás de papá Jotaro? —Jolyne soltó una risa a lo que Jotaro fruncía el ceño aun no muy acostumbrado al apodo.

—Este es Star Platinum, mi stand. —Explico el pelinegro a su hijo que fue cargado en brazos ahora por su energía espiritual, John observaba a Star con asombro y en completo silencio.

—Se parecen.

Jotaro iba a preguntar a que se refería cuando detrás del niño y en una magnitud pequeña en comparación a Star Platinum apareció un espíritu de piel turquesa y cabellos negros, vestia lo que parecía ser una toga romana junto a una falda típica de los centuriones también tenía hombreras parecidas a las de Star pero se diferenciaban en la forma, el cabello despeinado siendo que a cada lado de su cabeza colgaban dos trenzas que recordaban a los vikingos.

Observaste la escena en silencio.

—Ese es tu stand, John. —Añadiste tomando ahora tu en brazos al menor. —No tienes por qué asustarte de él.

—Lo tengo desde hace cinco años, mamá, apareció aquella vez en la que salve a Zio Mista.

Jotaro miro a su esposa pidiendo explicaciones a lo que te limitaste a contestar:

—Al menos no cree que es un espíritu maligno.

Las circunstancias de la familia Kujo →「Jotaro Kujo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora