Uñas de Gato

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Perdón por el capítulo tan corto, pero es que ultimamente estoy sin ganas de escribir. 

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El halo violeta del cielo se hacía cada vez más presente lo que les daba a entender que muy pronto amanecería, los pájaros comenzaron a cantar como todos los días llenando el amanecer de hermosos cantos que entraban por la ventana abierta en la habitación de Steve. Habían llegado hace una hora entrando gracias a la llave que el rubio había dejado en una de las planteras y subieron sigilosamente las escaleras para no despertar a la madre del joven, Steve le dio un pequeño tour por su habitación mostrándole algunas colecciones de libros que tenía, muchos de ellos los conocía incluso algunos los hicieron llorar, pero lo que más le impresionó fue encontrar en la mesa de escritorio unos bocetos bien hechos de Bucky y Natasha mirándose con mucho amor. Tony sonrió con ternura al ver la felicidad que la mirada de su ex pareja demostraba, se sintió bien que la rusa no siguiera con él,no porque no la quisiera, la amó mucho, pero una persona como èl solo merecía la soledad, un destino solitario. Solo traía dolor a los que más amaba con sus problemas de depresión, con las autolesiones, dentro de él había un gran pozo en donde debería estar su corazón solo que no había nada en ese lugar, y un gran secreto, él tenía miedo de ser amado.

Tony tomó el cuaderno, le dio un discurso a Steve sobre lo excelente que dibujaba y que debía de estudiar para ser artista. El rubio estaba rojo como un tomate pero feliz de que a Tony le gustará sus dibujos, el capitán le contó la historia detrás de la foto. Era la primera vez que James tomó el valor de pedirle a la pelirroja que sea su novia, aunque ya iban saliendo desde hace tiempo pero James tenía miedo de que no sea suficiente para su chica, aunque resultó todo lo contrario y Natasha harta de que Bucky tartamudeaba mucho dio el primer paso saltando a sus brazos respondiendo que sí quería ser su pareja. El rubio los había dibujado por que nunca vio a dos personas mirarse con tanto amor, Tony supo que lo mejor que hizo fue no ir detrás de la rusa, dejarla libre y que pueda encontrar a alguien mucho mejor que él. Steve le mostró otro dibujo, esta vez de dos personas, una mujer y una niña sentadas en el suelo riendo mientras armaban lo que parecía ser un complicado rompecabeza, el rubio le comento que eran su madre y hermana, un día cualquiera pero èl quiso guardar el momento con un dibujo.

Tony sintió envidia, aquella mujer parecía amar mucho a sus dos hijos. Le preguntó por el padre a lo que simplemente Steve respondió que había fallecido en un accidente pero que lo seguía amando hasta ahora, el castaño se disculpó por preguntar,pero más se disculpó por la pequeña envidia que comenzaba a sentir. Steve era un joven muy bendecido con padres que lo amaban y una hermana. Él había querido un hermanito o hermanita pero se había convencido a sí mismo que nacer en la familia Stark era una maldición y sinceramente no le deseaba eso a otra persona, tan solo pensar en que su hermano pasará lo mismo que él con su madre lo dejaba con un miedo horripilante, ese sería el momento en que su madre ya no vería la luz del día. El castaño alejó esos pensamientos, no era hora de deprimirse ¡Por Dios! ¡Estaba en la habitación con Steve! y este le estaba mostrando las cosas que le gustaba, la felicidad volvió a su mente. El rubio se disculpó para salir de la habitación por unos minutos. Seguía mirando los otros dibujos con admiración, el joven sí que tenía un talento y Tony sabía que Steve llegaría lejos. Luego de que el rubio regresó, con un pijama, le explicó que el baño se encontraba a tres puertas de la suya, le pasó un par de ropas -eran de Steve- ya que la mancha de vino seguía pegajosa, él caminó muy despacio hasta llegar a la dichosa puerta.

Le encantaba la casa, no era grande como la suya y podía sentir una calidez en cada rincón de la misma como si el amor fuese el principal atractivo de aquella humilde casa. Entró en el baño que le pareció lo mismo y la verdad que se sentía bastante a gusto con el hogar del rubio, se desvistió mientras pensaba en construir de esta forma su propia casa cuando sea más grande, una casa lejos de sus padres, lejos de los traumas de su niñez. No quiso mirar sus cicatrices, las sentía arder por la bebida derramada, le gustó el dolor que sentía. El primer problema que encontró al ponerse el pijama de Steve fue que le quedó bastante grande, tanto que llegaba hasta sus muslos. Tal vez si solo se vestía con la camisa podía tentar más al rubio, se quitó los pantalones para proceder con su plan pero ahí estaba. El segundo problema fue que se había olvidado que los muslos también los tenía cortados, así que si plan no pudo llevarse a cabo y solo quedo ponerse el pantalón pijama, que apenas se sostenía de su cintura, se dio cuenta de que llegaba a cubrir sus pies. Hizo un mohín disconforme con su altura y salió del baño, cuando entró nuevamente en la habitación de Steve este lo miro sorprendido para luego sonrojarse mientras lo miraba con ternura.

Teen IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora