Helado

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Tony bajó del auto para ser recibido por un fuerte abrazo de May, no había tenido mucho tiempo para despedirse, pero tampoco era para tanto, si cada vez que podía iba a visitar a Peter desde que se mudó nuevamente a su casa. Peter se encontraba en la entrada mirándolo medio enojado, medio feliz por verlo otra vez; Tony se acercó hasta el niño y le saludó con una sonrisa, sin embargo Peter hizo un puchero.

-Aún sigue enojado por qué te mudaste. - May le susurró al oído.

-Cariño, sabes que fue por necesidad. -

-Tony ya no me quiere. - el niño comenzó a lagrimear.

-Claro que te amo, Pet. - el castaño se puso a la altura del niño. - ¿No quieres ir conmigo a tomar un helado?

-No. - lo dijo dudando.

-No te obligare cariño. -

-Peter, entiende que Tony no pudo quedarse por qué su padre lo llevó, no por qué él quiso irse.

-Esta bien May, no lo obligues, si Peter ya no me quiere, me tendré que ir. -

El joven se despidió del niño y de la mujer, no culpaba al pequeño pero tampoco quería rogar a nadie en estos momentos; la cabeza no estaba en su lugar desde hace días y no quería presionar a nadie, ni siquiera a su hermanito. Sabía que era una rabieta de Peter por abandonarlo y le lastimaba en verdad no poder convencerlo de que no era por que él quería; pasaron días pensando en la mejor forma de que el niño entienda, pero no se podía y Tony ya estaba cansado. Comenzó a caminar nuevamente hacia su auto, tratando de no sucumbir a las ganas de llorar que tenía en ese momento; un peso se abalanzó sobre sus piernas y él casi se cayó al suelo. Vio al niño acurrucarse contra sus miembros inferiores, llorando suavemente, él también quiso llorar.

Levantó al niño en sus brazos, abrazándolo con amor, besando los rizos claros del niño. May miraba toda la escena con ternura, aunque estaba demasiado preocupada por Tony, el rostro del joven se veía cansado, algo decaído.

-¿Seguro que estás bien, Tony? - preguntó la mujer.

-Sí, tía May, muy seguro - siguió besando la cabeza del niño, mientras Peter se calmaba. - ¿Quieres ir a tomar helado? Podemos ir al parque que tanto quieres ir...

El niño asintió, se bajó de los brazos del adolescente, Tony caminó hasta su auto, sacando dos regalos; uno se lo pasó a May y el otro se la dio a Peter. Eran dos cajas envueltas en un elegante papel negro con listones rojos; Para May era un hermoso collar con la foto de ella y Peter, detrás un hermoso mensaje. El niño con emoción abrió su regalo con emoción, era mucho más grande que el de su tía, cuando lo abrió saltó de la emoción: era un muñeco de su superhéroe favorito, spiderman, hecho desde la misma fábrica del programa de televisión. El niño le abrazó con agradecimiento a su hermano.

Ya estaban en el auto, Peter se encontraba detrás con el cinturón de seguridad puesto, jugando con su muñeco; estacionó frente a la casa de Steve. Respiró profundamente mirando su reflejo en el retrovisor, se desvió al niño quién seguía jugando con su muñeco sin prestarle atención, aprovechó el momento sacando de su guantera una base correctora, poniendo por toda su ojera tapando su cansancio. El niño alzó la mirada cuando Tony terminó de cubrir sus desgracias, le preguntó de forma inocente por que se maquillaba, el joven le sonrió diciendo que sólo era para divertirse.

La atención del niño se desvió cuando un grito infantil se escuchó desde la puerta de la casa, Savannah corrió hasta ellos saludando con emoción a ambos, Tony salió del auto para abrazarla, saludó a la señora Rogers con un gesto de manos. Steve salió apresurado desde el interior, a Tony le causó gracia lo despeinado que estaba, bajó a la niña para que se suba al auto. Savannah se acomodó al lado de Peter, hablando de sus regalos, se colocó el cinturón de seguridad ante la vista de Tony; Steve se apresuró a subirse al auto al mismo tiempo que su novio.

Teen IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora