Se aseguró de que Carol ingresara a la seguridad de su casa, luego de que él haya sido usado como Uber vilmente por sus amigos se dirigía tranquilamente hacia su "casa". Una vez que la rubia cerró la puerta de entrada encendió un cigarrillo mientras conducía escuchando Back in Black de AC/DC, hacia poco le había encontrado el gusto a fumar cigarrillos y no solo de tabacos si no también de marihuana pero a él no le gustaba mucho perder el control así que no se drogaba mucho.
Pensaba en lo que iba a preparar para su almuerzo pues no había mucho en su refrigerador, quizás deba llamar a Jarvis para que le preste un poco de dinero y así volver a comprar alimentos y otros utensilios necesarios para su "casa". Su "Casa", así llamaba al departamento en donde había estado viviendo hace ya dos años, desde que su padre lo había echado de la mansión Stark y el con mucho gusto se fue de esa casa en donde nunca recibió amor, el único que le daba amor era Jarvis, su mayordomo. Su padre nunca estaba en casa y cuando estaba ignoraba a Tony lo más que podía, Howard era un idiota borracho para él ¿Y su Madre, María? Una perra en todas las letras, tratando a su hijo con indiferencia amando solamente el dinero que recibía de su esposo.
Tony aún recordaba la primera vez que su madre le hizo caso y cada vez que lo hacía un escalofrío recorría su espalda.
"Tony ,cariño ¿quieres jugar un juego?"
Freno de golpe el auto cuando un hombre saltó frente a su vehículo, su respiración se quedó en los pulmones y el corazón se le saltó en la boca. El joven se había caído, el rogaba para que no le haya atropellado ¿cómo escondería el maldito cuerpo? Decidió salir a investigar, abrió la puerta y tiró el cigarrillo caminando dudoso hacia donde estaba el "cuerpo".
James Barnes se levantó de repente, agarrando su cabeza por el golpe que se dio al caerse del susto, cuando abrió los ojos un mareo le nubló la cabeza y se iba a caer nuevamente si es que Tony no le hubiese atrapado.
-¡Maldito seas, Barnes! Si quieres suicidarte tírate de un puente, no frente a un auto. - iba a seguir gritando de no ser por que observo la nariz rota sangrante de James, el ojo estaba morado. Un flashback pasó por sus memorias pero decidió ignorarlo.
-¿Stark?- pregunto un confundido James, aún tenía la cabeza en blanco. -Ah, lo siento me iré a suicidar a otro lado.
Tony notó algunas lágrimas en las mejillas de James, sus ojos rojos le confirmaron que estaba llorando. Su mente ya experta comenzó a trabajar a mil, levantó la cabeza hacia la dirección por donde había venido el castaño mayor. Una casa con las puertas abiertas en par, había escuchado algunos gritos y solo había pensado que eran de la radio, la casa tenía una ventana rota. Una casa rota. La casa de James, algo hizo clic en la cabeza de Tony cuando un señor con una postura furiosa salió de la casa.
Un padre alcohólico, Tony sabía como lidiar con esto, quería sacar a James lo más rápido de aquí.
-¡Maldita sea! ¿Ahora haces esto, James? ¡No eres más que un...- Ah no, eso si que no.
Tony inmediatamente se puso frente al señor, podía oler el whisky saliendo de la ropa del sujeto quien le pasaba de altura, pero el aprendió a lidiar con estas bestias, incluso con bestias peores.
-Fue mi culpa señor, no estaba mirando por donde iba, no se preocupe llevaré a su hijo al hospital. - Saco de su billetera un fajo de dinero y se lo entregó al señor. - Esto va por mi, pagaré al hospital y diremos que fue una una pelea en el colegio ¿le parece?
-¿Quien carajos eres para hablarme así, niñato? El señor se acercó mucho más para intimidarlo, pero Tony solo sonrió de lado.
-Oh disculpe, Soy Anthony Stark, hijo de Howard Stark el multimillonario, y si usted vuelve a poner un dedo encima a su hijo, haré que el infierno caiga sobre usted, así que si me disculpa, llevaré a su hijo al hospital.
La cara del hombre se volvió de un blanco pálido y rápidamente guardó el dinero que el joven le había dado, como un cobarde fue de regreso a la casa cerrando la puerta. Tony por fin pudo soltar el aire que se había quedado atrapado en los pulmones, sonrió cuando se salió con la suya, nadie más iba a pasar lo mismo que él. Volteo hacia James quien lo miraba sorprendido, el le guiñó el ojo.
-Vamos Barnes, entra al auto.- el otro todavía sorprendido se quedó parado en donde estaba. -¡Diablos hombre, entra ya!
El castaño mayor entró en el auto, en el lado del copiloto. No hablaron mucho, James estaba conmocionado de lo rápido que Anthony había descubierto su secreto, todo lo que pensaba sobre el joven Stark cambió en el mismo instante en que se plantó frente a su padre y lo había amenazado, incluso si su padre era más grande que el propio Anthony, pero eso no impidió que Anthony lo defendiera de su padre.
Llegaron a un hospital, entraron en silencio llegando hasta la recepción en donde una linda rubia estaba mirando su teléfono. Cuando llegaron Tony la saludó con cariño y ella respondió igual, en verdad Christine era doctora pero como tenía guardia se había quedado unos minutos en la recepción, ella lo conocía desde que era niño, pues siempre iba allí para sus controles del corazón. Fingió una historia de pelea con amigos en un bar y le dio el dinero. En minutos fue atendido y sus heridas fueron lavadas y curadas, Christine le dijo que por suerte su tabique no estaba desviado por lo que no necesitaba de intervención quirúrgica, le recomendó que debía volver durante 6 días para realizar las curaciones. Anthony le dijo que el seria el que se aseguraría de que el venga al hospital.
Salieron rumbo al auto del castaño, y ambos subieron, James cortó el silencio.
-Gracias, Anthony, no tenías por qué hacer todo eso.
-Calla Barnes, Lo hice por que quiero, toma. - le pasó un papel en donde escribió su número de teléfono.- Vas a escribirme esta noche, o mañana te acosare todo el día, si tu padre vuelve a tocarte o alzar la mano me lo vas a decir y si necesitas cualquier cosa solo llámame que voy a estar allí, no estarás solo nunca más.
Una lágrima bajo de los ojos de James y sonrió como nunca lo había hecho, se dio prisa en anotar el número de Anthony. Cuando llegaron a la casa de James, este bajo y con un sincero gracias ingreso a su casa.
Tony decidió esperar, no quería que el padre le haga algo por haber ido al hospital. Su teléfono vibró en sus pantalones y el lo encendió.
-Numero desconocido: Mi padre no está en casa, ya me encerré en mi habitación, Gracias, Anthony.
Tony solo sonrió.

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Teen Idle
Roman d'amourDicen que la adolescencia es una de las etapas más hermosas, como también la que más problemas causa. El primer amor, el primer beso en un baile donde una pareja sería coronado como reyes del baile. Las salidas con los amigos, disfrutar el verano, e...