Teen Idle

Daddy Issues

Hola, se preguntan por qué le puse títulos a los capítulos, pues por la simple razón de que pierdo la cuenta y además queda más bonito y más fácil de encontrar el capítulo que más te gustó. El título del capítulo al igual que el mismo fue inspirado en la canción con el mismo nombre de The neighbourhood. Por cierto, espero que les guste el capítulo.

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Por más que la cena no era para nada silenciosa gracias a que Howard no paraba de hablar con Peggy, preguntando cosas irrelevantes a su mejor amiga haciendo un poco más amena la situación; para Tony y para Sharon era realmente incómodo estar a un lado del otro, no se hablaban ni se miraban, simplemente se dedicaban a mirar sus platos o mirar a los que daban charlas. Sharon se encontraba al lado del esposo de su tía y este al lado de Peggy quien solo tenía ojos para Howard, Tony se dio cuenta de eso mirando con interés la situación entre su padre y su tía; claro que intentaba ignorar el pie de su madre rozando sus rodillas.

¿Por qué siempre se sentaba frente a él? Era para verlo directamente a la cara, para tocarlo debajo del mantel. De pronto sentía las ganas de patear la pierna de su madre con fuerza o tal vez lanzarle la comida por toda la cara, le gustaba más la segunda idea; sirvieron la comida: un delicioso spaghetti, el favorito de su tía Peggy. Howard brillaba en todo su esplendor con su ataviado traje de diseñador, bien peinado, demasiado hermoso solamente para una persona, a la que miraba con amor.

-Disfruten, por favor.- Jarvis los dejó solos nuevamente.

Pero algo lo llevó a mirar a la rubia de reojo, vio una expresión de silencioso pánico uno que solo una persona muy observadora podía ver, su mirada era perdida como si no estuviera en aquel mundo y las lágrimas se acumulaban en aquellos oscuros ojos. Percibió cierto temblor en las manos de la mujer que intentaba tomar una copa de vino, la miraba intensamente hasta que la rubia sintió su mirada, parecía una súplica o algo así pero algo le estaba pidiendo en un silencio muy oculto. Hasta que horrorizado vio la mano del esposo de su tía apretando los muslos de Sharon, su vista de pronto se nubló y no supo lo que hizo, pero cuando intentó agarrar la copa de la mujer lo volcó por la mano del cerdo; todos en la mesa se asustan ante el movimiento brusco que hizo el señor al quitar sus manos, se encontró con los ojos de Tony y este lo mirada con una oscuridad helada.

-¡Perdón! Es que tengo un problema con mis manos, vamos Sharon, tenemos que limpiarte la falta.- la mujer lo miraba con cierta esperanza, pero él no esperó a que dijera nada, simplemente agarró la mano de la chica y la estiró para que vaya con él.

No la soltó en ningún momento, ni siquiera cuando la rubia quiso soltarse; la sostuvo fuertemente intentando darle el sentimiento de que estaba a salvo. Tony miró por todos lados antes de entrar al baño y meter a la chica con él, se alejó para buscar la toalla cuando Sharon se sentó en el suelo para sollozar, su respiración era errática como cuando él tiene un ataque de pánico. Humedecio una toalla de mano para poder limpiar la pierna manchada de vino; confirmó lo que sospechaba cuando presionó la tela sobre la piel y Sharon dio un salto volviendo a llorar.

-Tranquila, solo te voy a quitar la mancha. - la mirada de Sharon solo le decía que se largara. - Se lo que se siente, Sharon, por eso hice lo que hice, no tengo un problema con mis manos.

-¿Que dices? -

-Se por lo que estás pasando, el temblor en tu cuerpo cuando el te estaba tocando, el pánico en tu mirada, la reacción cuando quise limpiarte, son indicadores del abuso sexual que estás sufriendo por parte de ese imbécil.-

-Anthony...-

-Dime Tony. - sonrió con dulzura hacia la chica, sus ojos se suavizan y los pensamientos que tenían por la chica se rompen deshaciéndose en miles de pedazos.