Teen Idle

Cuando la fiesta termina

Lo siento x2 :(

Tony no volvió a aparecer, para bendición de Steve, quién con dolor le había contado a su madre todo lo sucedido. Sarah consoló a su hijo toda la noche, acariciando sus rubios cabellos mientras lloraba; Savannah se fue a su habitación dolida por todo lo que escuchó, rompió aquel peluche de unicornio que Tony le había regalado.

Steve apenas podía levantarse de tanto que el corazón le pesaba, agradeció a todos los santos que ninguno de los malditos fue a clases aquel viernes tan negro para él. Los demás le apoyaron en su dolor, incluso los antiguos amigos del castaño. El tiempo pareció volar cuando terminó las clases aquel viernes y él fue directo a su casa, acostándose en su cama sin ganas de lidiar con alguien en esos momentos; ya no podía respirar correctamente, el pecho le dolía como nunca, parecía temblar de frío pero sabía que su corazón partido estaba sangrando.

Se pasó durmiendo todo el día, no había comido, sólo acostado en su cama escuchando músicas deprimentes que lo hacían deprimirse aún más. Su madre a veces aparecía para ofrecerle comida o compañía, pero él no quería saber nada de nadie. Cerró los ojos para poder dormir, queriendo dormir para siempre.

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La noche del sábado llegó, las personas estaban en la fiesta y Steve había asistido solo para contentar a sus amigos, estaba totalmente roto y ellos lo sabían, de hecho todos estaban rotos por culpa del castaño. Apenas podían sacarle una vaga sonrisa que le dolía, pero todo se sumió en oscuridad cuando vio que en la barra estaba el castaño, sentado, bebiendo como siempre. Sharon estaba gritándole al parecer, queriendo alejar la botella de cerveza de sus manos; la rubia, con rabia dejó de gritar y se fue a otra dirección.

Le alegró verlo de esa manera, solo y sin nadie.

Hicieron contacto visual cuando el castaño se puso de espaldas a la barra, una sonrisa coqueta fue dirigida a él junto con un guiño. Steve no pudo aguantar más y salió de la casa, Natasha miró con odio al castaño para luego seguir a su mejor amigo.

-Lo odio, lo odio. - le decía a la mujer.

-Yo también. -

James no dijo nada sobre el asunto, pero apoyaba a su novia, en todo momento.

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Tony miraba a su viejo grupo de amigos, quería acercarse a ellos, pero ya había tomado una decisión. Ellos no tenían por qué sufrir las consecuencias de estar con alguién como él, ni siquiera Sharon los tenía que sufrir. Bebió casi treinta botellas hasta ese entonces, y las personas a su alrededor tenían rostros horribles que se burlaban de él; cuando iba a agarrar su botella para seguir bebiendo tomó un vaso que alguien le pasó, no estaba concentrado en su alrededor, solo en su dolor profundo y en el sabor fuerte de la bebida que se sintió horrible en el paladar.

Luego de muchos minutos comenzó a sentirse muy mareado, todo le empezaba a entumecer y las luces se sentían muy fuerte. Tal vez y si prestaba más atención se hubiese dado cuenta de que Justin Hammer se encontraba a su lado.

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Para suerte de Steve, nuevamente, al entrar en la fiesta luego de prepararse mentalmente para ver al castaño, no lo encontró por ninguna parte. Incluso lo busco con la mirada por todos lados pero no hubo ningún rastro de Tony, sólo vio a Sharon hablar con sus antiguas amigas.

Llevaron a Pepper muy lejos de la mujer, hicieron todo lo posible para que los dos rubios recuperen aquella felicidad de antes, aunque sabían que tardarían mucho para lograrlo.

Exactamente dos horas después, unas copas de más y con la felicidad inducida por el alcohol, estaban hablando y riendo en una de las mesas, los pasos torpes de Carol combinado con los de James traía nuevamente aquella felicidad a Steve.

-Hola. - toda felicidad se esfumó cuando Sharon se acercó a ellos, tenía el rostro demasiado pálido. - ¿Por si acaso no vieron a Tony?

Los demás respondieron que no, Steve respondió con algo que heló la sangre de la chica.

-Por mí que se muera. -

La mujer desapareció luego de eso, yendo hacia algún lugar sin importancia para ellos, quienes trataron de volver a lo que estaban haciendo. Al final terminaron por irse de la fiesta, para que los rubios no vieran más a sus antiguas parejas que tanto daño les había hecho.

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Sharon intentaba mantenerse de pie sosteniendo el cuerpo pesado de Tony sobre sus hombros, la rubia lloraba sin contenerse mientras trataba de lastimar lo menos posible a su amigo. El teléfono sonó y ella lo contestó muy rápido, tratando de no romperse.

-Estoy afuera. - la voz de Ty se escuchó por el altavoz.

Ella pudo ver al hombre parado frente a una casa con las luces apagadas, apenas el joven los vio fue corriendo hasta ellos. Levantó el cuerpo laxo de Tony en sus brazos, ingresando a la casa con rapidez.

-Tus padres... -

-No están. - fue lo único que pudo decir mientras llevaba a Tony a su recamara.

Sharon cerró la puerta y se deslizó por ella, quedando en el suelo, temblando como una puta hoja, pero la mujer no sabía por qué temblaba. ¿De miedo? ¿De ira? ¿Tal vez ambos? comenzó a romperse hasta no aguantar más y gritó como nunca había gritado, rasgando sus brazos. Tiberius trataba de no quebrarse ahí mismo, fue al baño para abrir la salida del agua y cargar la bañera.

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Las semanas siguientes de los exámenes no hubo rastro alguno del castaño, por más que Steve agradece eso, ya le estaba pareciendo extraño que Stark estaba faltando mucho a clases. Le restó importancia cuando recordó que no debía de pensar más en él, volvió su atención a su hoja de examen.

Sharon miraba su examen en blanco sin sentimiento alguno, el lápiz reposaba en su pupitre, iba a llorar nuevamente. La profesora ya le había llamado la atención varias veces pero ella no la escuchaba, estaba totalmente inmersa en sus pensamientos.

Natasha la mira por unos momentos, cuando una voz masculina llamó la atención de todos, pero no la de la rubia. Era el director, queriendo hablar con la joven Carter, la pelirroja frunció el ceño cuando detrás del hombre estaba una mujer con la cabellera rojiza, de inmediato la reconoció. Wanda Maximoff, la prima de Tony.

¿Qué hacía allí?

Sharon se levantó para ir con el director, salió de la clase de forma silenciosa pero rápida, el rostro de Wanda estaba más pálido de lo que ya era. Natasha volvió a su examen, contestando de forma rápida y segura sus preguntas, cuando terminó se aseguró de haber hecho todo correctamente para luego pasarlo a bolígrafo. Se levantó para entregar a su profesora el examen. La mujer le sonrió.

Un portazo hizo que todos miraran a la rubia, que entró a la clase como un torbellino, el color se le había ido del rostro, estaba verde, azul o blanco, pero no parecía estar bien. La lágrimas caían sin gracia alguna de sus ojos desesperados, perdidos. Comenzó a guardar todas sus cosas en la mochila sin responder a las preguntas de la profesora.

-La señorita Carter tiene que retirarse, es un asunto de suma importancia. - dijo el director, para que la profesora tenga en cuenta la falta de la rubia.

-¿Qué inconveniente? -

-Asunto familiar de suma importancia, le explicaré mejor luego.

Cuando la rubia salió disparada de la clase, Natasha tuvo el peor de los presentimientos, el aliento se le atascó en los pulmones y de alguna manera, el rostro de Tony se le vino a la mente.

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