Saga: Secretos oscuros #1er libro.
Una dulce chica de ojos soñadores, azules como el cielo en un día de verano; cabello castaño y piel de porcelana. Una joven mujer lobo con diecisiete años de edad que vive con sus padres y hermanos en una pequeña m...
Tomando una ducha para alistarme e ir a la casa de Thalía, pensaba en Jennifer, ¿Por qué no habría ido hoy a clases? ¿le habrá pasado algo? ¿estará enferma? Pero la incógnita más grande de todas ¿por qué estoy pensando en élla tan seguido?, yo...creo que mejor me olvido del tema o me volveré loco pensando en eso.
En fin, luego de que tuve la pequeña "discusión" con mi padre no volvimos a hablar en todo el camino, y al llegar a casa me dediqué a arreglarme, no es que me importe verme bien para la zorra, me visto elegante para no darle una mala impresión a sus padres vampiros, después de todo, el padre de Thalía es el alcalde del pueblo y lider de un clan vampiro poderoso, no puedo dar la mala impresión de ser el futuro alfa de una manada y no saber vestirme de manera elegante.
Opté por usar un traje completamente negro sin corbata porque no me gustaban para nada. Thalía me había advertido que debía ir MUY elegante y formal, a pesar de que sabía como era yo. Lo mio no era utilizar trajes de gala ni nada por el estilo, y si lo pienso, es curioso, porque cuando sea un príncipe otra vez será lo único que usaré.
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-Creo...que estoy listo.
Observo mi atuendo en el espejo y para ser sincero no me veo nada mal, tenía tiempo sin usar un traje, es un poco extraño, me recuerda a mi vida pasada...a mi infancia nada saludable e infeliz.
-¿Qué te parece Felix?
Le pregunto a mi gato, que por muy ridículo que parezca, siento como si él me entendiera perfectamente.
Mi gato ronronea.
-Supongo que eso es un te ves bien Alex.
Felix solo limitaba a observanme acostado desde la cama.
-Bueno, tú tampoco te ves nada mal pequeño, pero... siento decirte que debo irme porque se me va a hacer tarde.
Le acaricio a Felix la cabeza antes de decirle.
-Cuida la casa, no dejes que nadie entre, y si ves algo sospechoso o ves peligro no dudes en buscarme, ¿entendido? Se que eres un gato inteligente y sabras encontrarme.
Felix en respuesta se coloca patas arriba y maulla feliz.
-Ese es mi gato.
Agarro mis cosas y bajo al garaje en busca de mi auto.
Al llegar a mi auto me monto en el y de inmediato siento una calidez y comodidad reconfortante.
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