7-No leer

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Capítulo VII.

Alexandro

No voy a negar el hecho de que me deprimo muy seguido, y esta... No era la excepción.

Debido a mi pasado me había convertido en una persona muy depresiva, al punto en donde varias veces había pensado en suicidarme, sí, así de mal me e sentido. Esta parte de mí no se la mostraba a nadie, el único que la conocía era Louis, mi madre y mi padre, yo siempre me mostraba como "el chico fuerte" frente a las demás personas, cuando la realidad era otra.

Estaba cansado, cansado de toda la mierda que había vivido, cansado de que personas murieran y sufrieran por mi culpa, cansado de fingir ser alguien que no soy.

Con ese pensamiento en mente comencé a destrozar y golpear todo lo que se atravesaba en mi camino, estaba furioso y esta era la única manera con la que podía desahogarme, era algo nato en mi, me relajaba, y lo bueno era que por ser un hombre lobo las heridas de mis nudillos ensangrentados sanaban rápido.

Luego de un largo rato rompiendo todo en aquella casa abandonada que me traía tantos dolorosos recuerdos, me senté en medio de lo que alguna vez fue la sala de estar, agarrándome la cabeza mientras lágrimas de dolor se deslizaban por mis mejillas.

"Siempre estaremos juntos Gale, lo prometo"

Mentirosa...

"Eres mi lobo favorito"

Basta...

"Nunca me dejes Gale"

Tu me dejaste...

"Te quiero hermanito"

¡¡¡BASTAAAA!!!!

¿¿Por qué?? ¿¡Por qué no recuerdo tu rostro!?

¿Por qué...?

-¡CONTRÓLATE ALEX!

La voz de mi lobo resonó tan fuerte en mi cabeza que quedé aturdido por un momento.

-¿Moon?

Había desaparecido... Otra vez.

Desde hace unos días Moon estaba raro conmigo, casi no me hablaba y siempre que lo hacía era para algo importante, siendo claro y preciso.

Reviso la hora y noto que son las cinco de la mañana.

Solo me quedan 3 horas para ir al instituto.

Opto por levantarme y volver a casa. Cuando llego no me encuentro a nadie por el camino, lo que es una ventaja. Entro a mi habitación cerrando la puerta tras de mí y me dirijo hacia la pared que se encuentra al lado izquierdo de la puerta, frente a la ventana. Felix inmediatamente se sube a mi hombro mientras lo acaricio.

-¿Me extrañaste?-Felix ronroneaba feliz mientras me mostraba su cariño-Claro que me extrañaste, tú si eres un fiel compañero y amigo... Eres una ternura.

Coloqué una mano en la pared que tenía enfrente recitando un hechizo en otro idioma. Una puerta secreta aparece, al principio dudo porque mi madre me advirtió que no podía entrar hasta que cumpliera 18 años. Sin embargo, Ignoro las advertencias de mi madre y giro la perilla para adentrarme a una habitación secreta mucho más grande que la mia.

La primera y última vez que entré aquí tenía casi 7 años, estábamos recién mudados. Antes, no me agradaba este lugar porque habían armaduras, espadas, armas y un sin fin de cosas que me recordaban a la guerra en nuestro reino, mi padre había insistido en tenerlas por si nos volvían a atacar, y tiene toda la razón.

A Través De Tu Alma: GALE (Nueva Versión En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora