A Través De Tu Alma: GALE (Nueva Versión En Proceso)

15-No leer

Capítulo XV.

Alexandro

6:30am

-Alexandro, tenemos que hablar.

Tenían que ser mis padres.

¡Genial!

noten mi sarcasmo.

-¿Tan rápido le contaste padre?

Sabía que no tardaría en contárselo a mi madre. Por eso detesto contarle cosas personales a mis padres... o a cualquiera.

-¡Esto es algo importante Alex!-Interviene mi madre con una gran sonrisa-¡Encontraste a tu mate hijo!, eso es algo muy bueno.

-Olvídalo madre. Élla me odia.

-¡Alexandro!

- Lo siento, lo siento pero es la verdad, élla no me quiere ver en lo absoluto ¡Huyó de mí! Y no es como si fueramos algo todavía. Tengo cosas que resolver y tenemos que hablar, es... complicado.

-Thomas.

-Claro, ya me voy y... Alexandro, no hagas molestar a tu madre.

Mi padre sale de mi habitación con una mirada de advertencia.

-Élla... debe estar sorprendida, dale tiempo. Puede que no estuviera lista para encontrar a su mate o se asustó, no lo sé pero estoy segura que no te odia Alex, por una razón la Diosa Luna los convirtió en mates.

-Madre, la conozco, estudia en mi instituto, estabamos empezando a ser amigos. Apenas nos conocemos pero no creo que eso sea motivo suficiente para que huyera.

-Hijo, no seas impaciente, tómate las cosas con calma... un momento, ¿tu amiga? ¿es la chica de la que me hablaste la otra vez?

-S-sí, es... élla, y ahora que lo pienso creo que siempre la consideré más que una amiga.

Mis mejillas se tornan rosadas por la vergüenza pero a mi madre no parece importante.

-Me alegro de que sea élla cariño, me has hablado maravillas de esa chica.

Repentinamente viene un recuerdo de lo sucedido el fin de semana y se me baja el autoestima por completo.

Agacho la cabeza.

-To sianet moush magda...

"Lo siento mucho madre..."

Sonríe de manera dulce y me abraza, supongo que inmediatamente entendió mi disculpa.

-Gale...-Me llama de manera dulce-No sabes cuanto te amo, no tienes porque disculparte por algo de lo que no eras consciente.

-Pero casi te lastimo y eso jamás me lo perdonaría.

-Tranquilo cariño, no te preocupes por eso... ¡Ah!, debes irte porque se te hará tarde.

-¡Es cierto!

-Vete, el desayuno está abajo.

Le sonrío.

-Gracias madre... por todo. Nos vemos.

Salgo corriendo hacia la cocina, guardo mi desayuno y me encuentro con Louis en la entrada de la manada.

-¿Hoy no estás de mal humor?

Sonrío y niego ligeramente.

-Eso... no me lo esperaba.

-Tengo algo muy importante que contarte.