- Elena, basta por favor – pidió con amabilidad Hygan, harto de escuchar su llantina- o tendré que callarte a mi manera
Finalmente se callo, más bien, ella comenzó a llorar en mudo.
- Que conste que el trato vino de ti – recordó- prometiste estar conmigo
- Lo hice para proteger a mi familia – respondió en voz baja, dándole la espalda mientras se acurrucaba en la cama- yo no te amo
- Créeme que lo harás
- ¡Ja! – exclamo ella- ¿obligándome a tener sexo contigo? – pregunto con sarcasmo- ¿tu llamas eso amor?
- ¿Quién dijo que te iba a obligar a eso? – pregunto abrazándola- yo tengo varios métodos para que me ames…
Ella rio con amargura.
- Déjame en paz ¿quieres? – pidió- estoy ciega y mi madre debe odiarme al igual que Claire, lo único que pido es un momento para mi
Él no respondió; Elena comenzó a sentir su respiración ¿se había quedado dormido?
- ¿Hygan? – susurró- ¿Hygan?
Se volteo y sintió que su cabeza cayó sobre su pecho, en efecto: se cansó de hacerle maldades a las personas y se quedó dormido.
- D-despierta…-susurró- aunque mas bien…pagaría por verte dormir
- Estoy cómodo aquí – movió la cabeza entre su pecho- vamos, acurrúcame
Ella comenzó a acariciar su lisa cabellera y sintió como se iba relajando poco a poco, aunque se quejaba, ya que ella debería ser la consentida en estos momentos, después de todo lo que ha pasado; pero tampoco le molestaba acariciarlo para que se calmara. Se lamentaba de no poder observar aquel rostro hermoso en un estado diferente y no como siempre lo veía: gritando, soltando carcajadas macabras, a veces con rabieta, abusando de los demás…en fin, ese rostro propio del mismísimo demonio .Al cabo de unos minutos también se quedó dormida, aunque en ciertas horas de la noche se despertaba por movimientos de él, le dolía todo el cuerpo, ya con tener a Hygan entre sus brazos, era demasiado peso.
Sintió que se aparto de donde estaba y la arropó mientras que él encendía un cigarrillo.
- ¿Qué hora es? – preguntó Elena
- La una y media de la mañana, duérmete – expulso el humo del cigarrillo
- No tengo sueño – respondió moviendo su brazo para buscarlo- ¿en donde estas?
- Descansa Elena – dijo con frialdad- duérmete ya o lo haré yo
La muchacha se quedó quieta y apoyo su cabeza en la suave almohada.
- ¿me puedes decir donde estoy? – insistió molesta- al menos quiero sentirme ubicada
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Nunca Hables con Extraños
HorrorElena es una joven de 16 años con una vida normal como cualquier otra, hasta que un día, en el cumpleaños de su hermana menor Claire, un hombre llega al evento a hacer de payaso para aparentemente ganarse la vida. Sin embargo, a la jovencita no le...