Monologo de Hygan

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-       Y… ¿Cómo está doctor? – enarque una ceja para parecer…lo menos preocupado posible

Mi interlocutor: un doctor de avanzada edad, cabellos canosos y de posición jorobada permaneció viendo a Elena dormida en mi cama; tragó saliva y miro su reloj de mano. Parecía que este individuo me estuviese ignorando.

-       Vamos, responda – dije de mala gana

-       ¿Quién habrá sido capaz de hacer semejante atrocidad con esa joven? – se preguntó dando un aire de lastima a mi rehén

-       ¿Cómo esta? – pregunté un poco colmado de paciencia

-       Con respecto a su ceguera, es temporal, al parecer recibió mucho daño en la cornea y bueno su recuperación es algo lenta pero segura ¿Cómo se golpeo de esa manera?

-       Es muy torpe…- comente cruzándome de brazos- según ella, se cayo de las escaleras

-       Pero eso es imposible, señor – espetó el viejo- eso tuvo que ser un golpe directo, usted me entiende, a juro tuvo que haber sido un puño

-       Verá…mi prima fue violada – mentí a la perfección, el rostro del doctor se torno a uno lleno de sorpresa, cuando quise proseguir, el hombre me corto

-       ¡¿y por que no lo dijo antes?! – preguntó furioso, sentí un ardor en la garganta, carraspee y tome la palabra

-       Ella esta muy asustada, aunque podría aprovechar que esta dormida y la revisa – sonreí con malicia- adelante

El doctor se acerco e hizo su trabajo, mientras tanto esperé afuera de la habitación, miraba mi reflejo en el espejo de pared de marco muy medieval, si mal no recuerdo, este era de mi padre y lo había traído aquí. Me acerque un poco mas, mi cabello estaba sin brillo y algo desastroso, aunque, por más que quisiera despeinarme no podía, me sentía mal, me sentía como un metrosexual…

Le avise al doctor que tomaría una ducha mientras tanto, comencé a quitarme la ropa, empezando por mis pantalones oscuros y mi camisa manga larga del mismo color, abrí la llave y esperé a que calentara el agua; después comencé a ducharme, también aproveche esta oportunidad para solucionar problemas con los “países bajos” y decidí darles una mano amiga…

Procuré no soltar un suspiro, ya que podía formarse un eco…carcajee ante esa loca idea, total, estoy en mi casa puedo masturbarme y gritar la veces que se me venga en gana, esté o no este acompañado. Proseguí con lo mio y en menos de veinte minutos salí de la ducha. Me sequé y el doctor me esperaba en la sala.

-       Disculpe que me presente así, pero tenia días sin bañarme – le excusé

-       No se preocupe, esta en su casa…- me hizo una seña

¿Ven a lo que me refiero? Estoy en mi casa.

-       Dígame el diagnostico – pedí

-       Esa niña ha sido violada mas de una vez – confirmó, mi rostro se torno burlón, tanto que el medico me enarcó una ceja

-       ¿Qué le vio? – pregunté

Nunca Hables con ExtrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora