Capítulo 14: El Musdux (Parte II)

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Los chicos instantáneamente aparecen en el centro de la ciudad, pero no es su ciudad.

El musdux que es el nombre del objeto al que erróneamente estuvieron llamando como tapa o imán permanece junto a ellos.

—¿Donde estamos?. —Fany parece muy confundida.

Jesús comienza a reconocerlo pero el primero que lo logra hacer con exactitud es Alejandro.

—Estamos en la plaza de la Constitución. —El chico o mas bien todo están muy desorientados.

—¿Pero como?... —Jesus ve todo así alrededor.

—Para iniciar. —Comienza a hablar el musdux. —Debemos remontarnos a un punto del tiempo donde todavía esto no estaba poblado.

Los chicos vuelven a mirarse entre ellos.

De la nada, todo a su alrededor se pausa, menos Alejandro, Jesús y Fany que apenas pueden creer lo que están viendo.

—¿Acaso estamos muertos?. —Jesus no lo dice bromeando.

—Pues creo que es hora de empezar a considerarlo. —Alejandro tampoco lo hace.

—Unos 3000 años atrás esta bien. —El musdux habla y ahora todo parece que va de reversa.

Con cada segundo que pasa pareciera que el tiempo hacia atrás acelera.

Y acelera tanto que es inevitable el mareo para los chicos.

Absolutamente todo alrededor comienza a cambiar.

Alejandro incluso, por cortos segundos puede ver al mítico Tenochtitlan.

Después de al menos 30 segundos, la regresión se detiene y el tiempo parece otra vez ir a la normalidad, pero ahora en lugar de edificios y gente, están parados sobre unos islotes y un gran lago los rodea.

Aunque es de noche, no necesitan de luz o antorchas pues debido a la nula contaminación lumínica, las estrellas y la luna alumbran perfectamente bien.

—Ahora si. —El musdux vuelve a robarles la atención. —En primera, deben saber que yo voy a ser su primer guia en este pequeño entrenamiento para su ascenso al nivel pentium, pero para comenzar formalmente, deben reunir a su equipo de 8 integrantes si es que quieren continuar. Por lo mientras, los felicito por su iniciación, les aseguro que con voluntad y dedicación, serán los defensores más dignos de la galaxia.

Los chicos no pueden para de mirarse entre ellos.

—Espero verlos pronto. Defensores del universo, ¡A la guardia!.

—¿Se está despidiendo?. —Jesus pregunta.

El musdux parece apagarse.

—No, espera. —Alejandro quiere respuestas, pero es demasiado tarde y en un abrir y cerrar de ojos, están de regreso en el parque ecológico.

Los chicos ven su alrededor.

—¿¡Pero que mierda fue eso!?. —Fany está muy exaltada.

—Esto es muy extraño, estoy seguro de que no bebí nada de alcohol. —Jesus se quita los lentes.

—¿Qué fue lo que dijo antes de apagarse?. —Alejandro se acerca al musdux que permaneció como una pequeña pelota y lo toma.

—¡A quien le importa lo que dijo!. —Fany parece más irritada aún. —¡Gracias por tu demostración Alejandro!. —Dice sarcástica mientras se aleja.

—¿A donde vas?. —Alejandro está confundido por la actitud de su amiga.

—¡Me voy a mi casa!. —Grita mientras se aleja. —Ya tuve demasiado hoy con la cosita esa que te robaste.

—¡Pero... —Quiere responder.

—¿Sabes que?. —Lo interrumpe Jesús. —Yo creo que también me voy por qué... Creo que sigo dormido. Voy a mi casa creo. —Esta muy desorientado y se marcha a su hogar.

Alejandro lleva sus manos a sus piernas molesto y confundido.

Después mira hacia el árbol.

Saca el objeto y con una mezcla de emoción y curiosidad lo observa.

_____

Alejandro al llegar a su casa, saluda solamente a su madre.

Su papá está trabajando en el turno del segundo donde se va a la 1 de la tarde y llega hasta 12:30 de la mañana.

Su hermano no llegara de la escuela hasta las 3 de la tarde y el si tenía clases, pero ahora piensa que valió completamente la pena el saltarselas.

Camino a su casa piensa en qué Jesús también se fue de pinta, pero recuerda que va en la misma escuela que Fany, solo que un año anterior por qué reintento su examen de admisión para estar en esa escuela pública.

Cuando después de subir las escaleras por fin llega a su habitación, se encierra con seguro y saca el musdux para verlo.

—Literal estoy en plan no necesito dormir, necesito respuestas. —Piensa y se ríe.

Se sienta en su cama, se acomoda en el centro, se pone en posición de flor de loto y hace lo que sabe que tiene que hacer.

Sentir y respirar.

Lo activa y espera a que el holograma de la tierra vuelva a salir.

Lo consigue.

—Hola... Este... Yo.

—Para comenzar formalmente, deben reunir a su equipo de 8 integrantes si es que quieren continuar. —Repite el musdux con la misma voz femenina.

—Pero solo soy 1...

Aunque parece ser que el objeto no escucha nada por qué inmediatamente se vuelve a apagar.

Alejandro suspira e intenta activarlo de nuevo.

—Disculpa... Yo...

—Para comenzar formalmente, deben reunir a su equipo de 8 integrantes si es que quieren continuar.

—¿Pero cuál...

Aunque no termino la pregunta por qué el dispositivo volvió a apagarse.

Alejandro llega a la conclusión de que probablemente el musdux solo puede hablar como una especie de aplicacion programada y que no le responderá ninguna respuesta pues no escucha.

Después de eso, Alejandro intenta repetidas veces hablar con el objeto, pero es inútil.

Repite siempre la misma frase y se apaga.

—Esto no es de aquí. —Piensa después de recordar todo lo que vio cuando el musdux les hablo por primera vez. —Ninguna civilización pudo haber creado esa cosa.

Alejandro abarca ese tema un poco más a fondo.

El no creía en vida extraterrestre.

—A ver, pero no es momento de hacerme bola con esto que no me va a ayudar a nada y solo me va a provocar crisis existenciales. —De dice a si mismo. —Y es curioso por qué habla el español, pero si esto se recuperó de una cueva maya, eso entonces no tiene nada de sentido por qué los españoles no llegaron... ¡Hasta 1521. —Grita demasiado confundido.

Suspira.

—Tengo muchas preguntas y parece que la cosa esa no me va a responder nada hasta que "reúna a mi equipo de 8 integrantes". —Arremeda el acento. —¿Pero quienes?, Solo Fany, Jesús y yo estábamos ahí... —Piensa por un momento. —¿Pues que tengo que hacer casting o que?... —Dice algo enfadado.

Pensar en el número lo hace relacionarlo a una idea. —A menos que... Sean ellos.

Defensores: El Secreto Del LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora